La selva tropical de Murok estaba dividida en varios reinos. Uno de ellos era el de Bretalandia, que estaba dirigido por el primer ministro Camirón un león experto en economía, que puso a votar un referéndum a la población para saber si seguían o no unidos al bloque económico selvático. El león pensaba que los pobladores de Bretalandia permanecerían integrados, pero una vez se conocieron los resultados se llevó la gran sorpresa, ya que una cantidad considerable de animales pobres que nunca se beneficio de la unión entre los reinos y, otros que no deseaban que llegaran más migrantes optaron por la salida. Al igual que quienes anhelaban mantener una supuesta cultura e identidad nacional. Esos fueron algunos argumentos utilizados en campaña por los separatistas para lograr su objetivo. Ante tal situación el león Camirón renuncio a su cargo por ese error político cometido, dejando el gobierno en manos de la comadreja Petra quien no pudo llegar a acuerdos por su incompetencia e improvisación, por lo que se eligió a Yoni una cacatúa macho todo desgreñado que deseaba salir del bloque selvático a como diera lugar. Se trataba de un pajarraco excéntrico y ambicioso que deseaba figurar y mantener el poder a toda costa. En el cuento se hace un análisis de lo ocurrido y se deja como reflexión final que: “Solo la unión y la integración social marcan la pauta, evitando posiciones radicales y xenófobas, permitiendo que haya crecimiento económico y paz entre los pueblos”