El documento habla sobre el plan de Dios para la humanidad de vivir con Él para siempre. Explica que solo hay dos caminos posibles: el estrecho que lleva a la vida eterna o el ancho que conduce a la perdición. Para alcanzar el propósito de Dios, las personas deben reconocer que Dios les ama, que su pecado los aleja de Dios, y que Jesucristo murió por sus pecados. La decisión es confiar en Cristo como Señor y salvador.