El Credo Niceno y el Credo Constantinopolitano describen las creencias fundamentales del cristianismo. Ambos credos afirman la creencia en Dios Padre todopoderoso y en Jesucristo, su Hijo único, que nació de la Virgen María, murió y resucitó para salvarnos, y volverá para juzgarnos. También creen en el Espíritu Santo y en la Iglesia como institución.