Fray Bartolomé Arrazola se siente perdido en la selva de Guatemala y se encuentra rodeado por indígenas que se disponen a sacrificarlo en un altar. Recuerda sus conocimientos sobre los eclipses de sol predichos por los astrónomos mayas y les dice que puede hacer que el sol se oscurezca, aunque los indígenas no le creen. Horas después, mientras tiene lugar un eclipse solar, un indígena recita las fechas de eclipses registradas por los mayas, y Fray Bartolomé es sacrificado.