Este documento describe al Dr. Barreda, un médico que tenía una habilidad única para diagnosticar enfermedades leyendo los músculos faciales de sus pacientes mientras hablaban sobre sus síntomas. Dejaba que sus pacientes hablaran extensamente y escribía en su computadora sin mirar el teclado. Más que nada, el Dr. Barreda se enfocaba en cómo los músculos faciales pequeños se contraían y relajaban, revelando emociones como dolor, ansiedad y tranquilidad. Esto le permitía diagnosticar con precisión las enfer

1. EL MEDICO QUE LEIA LOS MUSCULOS
Me contaron una vez, hace poco tiempo, que hace mucho tiempo había un medico
bueno, que también era buen médico, porque aunque no era viejo pero tampoco ya no
era joven, estudiaba todos los días, siempre estaba liado entre sus libros, revistas e
Internet, siempre consultando, siempre estudiando sus casos de la consulta y cuanto más
estudiaba más sensación tenia de que aún sabía que muchas cosas todabía no sabia. El
decía de si mismo que era un estudiante eterno de medicina. Y era verdad porque el Dr
Barreda o Barrera, ahora no recuerdo exactamente cómo era. Yo creo que Barreda pero
no estoy seguro, a lo mejor era Barrera, el caso es que conservaba la ilusión, la
curiosidad y la diríase ansiedad de aprender de un estudiante de medicina, sobre todo
no dejaba de admiroemocionarse de cómo los síntomas que unas veces palpaba, otras
auscultaba y otras en la piel o en la mirada veía le llamaban y llevaban derechitos por el
camino del diagnóstico de la enfermedad. Otras veces el Dr. Barrera, bueno no sé o
Barreda, emocionado e intrigado se embalaba en deducciones de fisiopatología que le
balanceaban por el camino de vuelta, de vuelta y de ida de la enfermedad al síntoma, del
síntoma a la enfermedad y en esos momentos el Dr. Barreda? No sé, el caso es que me
suena mas Barrera parecía que perdía la noción del tiempo y del espacio y navegaba y
navegaba por capilares y bronquios y bronquiolos y alveolos y neuronas .Y lo mismo
atravesaba válvulas ventriculares y admirado admiraba la hipertrofia del ventrículo
izquierdo de un hipertenso, que hacia dinámicos esfuerzos para dinamitar un coagulo,
dilatar una arteria coronaria que infartaba y ahogaba en dolor cordial a uno de sus
pacientes.
Pero el Dr Barreda tenía una manera especial de escuchar a sus pacientes. Les dejaba
hablar y hablar de sus síntomas. El decía que si les dejas contar ellos solitos se
diagnostican ¿Quien conoce mejor su enfermedad que el que la sufre y porta y soporta
todos los días? Repetía.
Y mientras ellos hablaban el Dr Barreda escribía en su ordenador pero sin dejar de
mirarlos a la cara. No necesitaba mirar el teclado. Parecía que tocaba las teclas del
teclado, igualito, igualito que como tocan el piano los ciegos. Y es que el Dr Barreda lo
había aprendido hacia muuchoos, muuchos, muchos años. De cuando el era chico y en
el colegio tuvo que aprender a copiar en los exámenes disimulando miradas. No le
pillaron nunca, pero la verdad es que nunca más lo volvió a hacer y por supuesto ni se le
ocurrió en los estudios de su querida medicina. Le Parecía tan inmoral, que él decía que
para un creyente como él equivalía a un pecado mortal. De hecho era de lo único que se
arrepentía y se dolía aun.
Por encima de todo y sobre todo el Dr. Barreda miraba y miraba la verdad que le decían
los músculos de la cara de sus pacientes. El los escuchaba y por debajo de su piel, él los
veía contraerse y dilatarse. El depresor de las cejas, para él depresor supercilii, le decía
juntando las cejas y arrugando la frente con la ayuda del piramidal de la frente, le decía
y le hablaba del dolor de su paciente.

2. La ansiedad la descubría en ese contraer intermitente del mirtiforme de la nariz y del
elevador del ala de la nariz. Estos musculitos, tan chiquitos se coordinaban para
expulsar débiles resoplidos nasales de angustia y el Dr Barrera decía que la angustia se
hacia aérea, etérea y que él no hacia nada, la dejaba salir escuchando. Siempre esperaba
impaciente que apareciera la sonrisa de su paciente, porque entonces sería testigo de
cómo el mecanismo de defensa frente a lo angustiante y angustioso le servía de escudo
para soportarla. Entonces, en ese momento, el músculos risorio tiraba casi sin ganas de
la comisura labial intentando forzar la apertura de los labios, pero que el cuadrado del
labio inferior descompensaba descendiéndole esforzando en neutralizar angustia con
sonrisa.
¡Qué lejos de amplia y franca risa de la acción conjunta de los dos zigomáticos maior et
minor que a veces sus pacientes le mostraban cuando la enfermedad estaba vencida!
Cuando el hipogloso aplanaba la lengua y la porción anterior del digástrico descendía la
mandíbula y el occipitofrontal elevaba las cejas, sabia que le estaban dibujando la
atención y la confianza con la que el paciente seguía sus consejos.
Pero lo que más le emocionaba era cómo, al final de la consulta, sus palabras y su
mirada apaciguaban, relajaban, hipotonificaban a todos esos inquietos y diminutos
músculillos, hasta parecer que desdibujándose, se borraban para dejar aparecer una faz
de serena tranquilidad confiada en él, médico de cabecera¡ y entonces el Dr. Barreda se
sentía médico, médico! .
Dr. Darío Fernández Delgado

3. el se sentía medico, medico.
Abrid boca: geniogloso + Digastrico
Lateralizacion M.: pterigoideos
Protrusion M: Pterig extereno
Elevan LabioS: canino,buccinadores, zigomaticos
Contracción crónica del diafragma por compensación de cifosis cervical… lumbalgias
Triangular del laboi y risorio cuadrado del menton: bajan la comisura labial
Borla: sube labio inferior
Fruncir la ceja: depresor de la ceja, depresor supercilii: arruga vertical ente las cejas
Cerrar los ojos: orbicular de los ojos, orbicularis couli
Mov de la gran sonrisa: zigomaticus mair et minor
Besos : buccinadorsoplar suve : buccinador y zigomaticos
-Sonrisa amplia dirigiendo la comisura labial hacia afuera y atrás (Risorio)
-Apretar los dientes lo más fuerte posible (Cutáneo del cuello, triangular de los labios)
-Arrugar el mentón (Mirtiforme, cuadrado de la barba, borla de la barba)
-Elevar las cejas (Occipitofrontal)
-Juntar las cejas (Ciliar)
-Cerrar los ojos (Orbicular de los párpados)
Sonrisa: risorio/ Risa : risorio + cuadrado del mentón