Entre 1861 y 1880, los gobiernos de Mitre, Sarmiento y Avellaneda trabajaron para fortalecer el poder central en Argentina y crear un mercado nacional integrado. Eliminaron las aduanas interiores, unificaron el sistema monetario y desarrollaron la infraestructura como ferrocarriles y caminos para mejorar la comunicación entre provincias. También establecieron instituciones nacionales y códigos legales para unificar el país.