El oso polar se caracteriza por su pelaje blanco. Los machos pueden pesar hasta una tonelada, mientras que las hembras pesan la mitad. Estos osos pueden permanecer varios minutos en el agua, y algunos científicos creen que podrían ser una especie marina. Presentan adaptaciones como garras y pelaje para cazar focas, nadar, y desplazarse sobre el hielo. Su único enemigo natural es el ser humano.