Este cuento trata sobre un muchacho llamado Armando Corriente que tenía un "Otro Yo" que era poético y melancólico, lo que le causaba incomodidad a Armando frente a sus amigos. Una tarde, el Otro Yo se suicidó después de que Armando lo insultara. Al principio Armando se alegró de poder ser completamente vulgar, pero luego se dio cuenta de que sin su Otro Yo melancólico ya no podía sentir auténtica nostalgia.