1. PROYECTO PARA LA REHABILITACIÓN DEL PALACIO DEL INFANTE DON LUIS
EN BOADILLA DEL MONTE (MADRID)
(LO QUE PUDO SER)
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PRESENTACION
El conjunto histórico del Palacio del Infante Don Luis constituye uno de los más
importantes modelos de arquitectura del sXVIII en nuestra comunidad y responde a la
traza de uno de nuestros más insignes arquitectos de la época, Ventura Rodríguez;
brillante catalizador de una transición entre el barroco italiano y el neoclasicismo del
sXIX. Desde su expropiación en 1998, el conjunto es de propiedad municipal y sobre
el mismo se han formulado sucesivamente desde entonces diversas propuestas para
su posible recuperación y destino. Formulaciones de variado tenor y procedencia que
no llegaron a materializarse y mantienen, aún hoy, el edificio en una muy precaria
situación, lo que no ha impedido su utilización esporádica para exposiciones,
conciertos, filmación de películas, spots, etc.; incluso albergó hasta el 2005 una
escuela municipal de música.
Persuadido de que no existe más aristocracia que la del conocimiento y, aceptado
deportivamente por mi parte el arrumbamiento que a finales del 2009 se hizo de un
proyecto concebido, como mandan los cánones, con amor, pasión, conocimiento y el
trabajo de cinco años; creo oportuno dar a conocer aquí sus principios e ideas
generales, que pueden resultar de interés o curiosidad para el ciudadano; al margen
de las diversas circunstancias ajenas a nuestro quehacer, que determinaron entonces
su desestimiento y abandono; que no negación administrativa a la totalidad del mismo,
tal y como se divulgó entonces por algunas fuentes.
Lamentable abandono de un proyecto completo, pese al muy precario estado del
conjunto histórico y la inexistencia entonces de alternativas viables para su
recuperación y sostenibilidad.
Por ello el título de esta presentación, realizada con la perspectiva que proporciona el
paso de un lustro (2009-2014); refleja la consciencia de que el Palacio de Boadilla,
probablemente perdió con ello una interesante oportunidad.
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ANTECEDENTES
La historia del Palacio es la historia de un largo abandono y olvido, pues aún cuando el
edificio se concluye por Ventura Rodríguez en el año 1765, el Infante solamente lo
habita hasta el 1776, fecha en la que el Infante Don Luis contrae matrimonio con Dª Mª
2. Teresa de Vallabriga y es origen de la pragmática sobre matrimonios desiguales, de su
hermano el Rey Carlos III, por la que le impone la condición de residir a no menos de
tres leguas desde Madrid, o más genéricamente fuera de la Corte y Sitios Reales.
La citada circunstancia inaugura un largo y escasamente conocido periodo en el que el
palacio queda deshabitado y al cuidado exclusivo de los sirvientes, aún cuando el Rey
Carlos III organizara allí cacerías en aquella época. No se tiene noticia de que el
palacio lo habitara el hijo del Infante D. Luís María de Borbón Vallabriga, de prematura
vocación religiosa, ni tampoco sus hermanas Mª Luisa y Mª Teresa, Condesa de
Chinchón; aunque diversos autores sostienen que esta última lo habitara
ocasionalmente a partir de su matrimonio con Godoy en 1797 y hasta el año 1808,
colmado de singulares referencias históricas.
Tampoco se tiene noticia sobre su devenir en la turbulenta segunda mitad del s.XIX y
solo sabemos que durante la guerra civil de 1936-1939 sufre grandes destrucciones
que afectan a la cubierta y a la zona central del edificio, salvándose por fortuna la
capilla, aunque los incendios arrasan por completo los jardines.
El edificio es reconstruido y rehabilitado en el año 1942 como colegio de niñas por
Regiones Devastadas, bajo la dirección del Arquitecto Antonio Navarro Sanjurjo, en
una extensión y profundidad no documentada ni, en consecuencia, conocida; pues es
muy sucinta la información del citado Arquitecto sobre la obra.
En el año 1973 el palacio revierte a los herederos del Infante, bajo cuyos auspicios se
promueven trabajos de restauración con la dirección del Arquitecto Antonio Muñoz
Salvador que realiza la rehabilitación de la cubierta y algunos forjados de la planta
segunda sobre el piso principal.
Procede señalar que se trata de un conjunto sobre el que se ha investigado poco y
sobre el que existe no muy abundante información y bibliografía, exceptuando la
publicación de Lucía Serredi y José Luis Couto, además de las investigaciones de
Machín Hamalainen.
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PROBLEMÁTICA DEL CONJUNTO HISTORICO ENTONCES
El progreso de la ruina de tan importante conjunto no parece poder detenerse como
sería deseable; toda vez que el Ayuntamiento de Boadilla no ha contado con los
recursos necesarios para abordar su inaplazable rehabilitación completa (palacio,
jardines, cerramientos, logias, etc); ni hacerlo en aquellos términos expresa y
públicamente reivindicados por la Asociación de Amigos del Palacio y sectores de la
ciudadanía, que persiguen a ultranza proporcionarle una condición pública sobre uso
no determinado, para libre acceso y disfrute de sus visitantes. Tan solo tenemos
3. constancia de que en los últimos dos años se realizan obras de reparación en los
portones superiores de acceso en la cerca, en el nivel de la primera terraza.
En ese contexto y, en ausencia de recursos públicos capaces de sufragar tan serio
emprendimiento, el Ayuntamiento abrió la puerta en 2006 a nuevas propuestas,
incentivadas con las necesarias compensaciones: la cesión en uso del conjunto, a
cambio de sufragar una obra completa, costosa y compleja no inferior a los 30 MM €,
con reserva de espacios y calendario para la utilización por su propietario, la
corporación local. Dicho de otro modo, el adjudicatario de la concesión pagaría toda la
factura de las obras y, además, debería comprometerse a la gestión del conjunto
durante el periodo de vigencia de la misma, con las reservas anteriormente referidas.
De forma escueta, este fue el principio que regía el convenio suscrito en aquel mismo
año 2006 entre el Ayuntamiento de Boadilla y la Sociedad General de Autores y
Editores.
Como soporte para el citado acuerdo se concibió un ambicioso proyecto del que soy
autor, que conjuga la completa recuperación del monumento con su destino cultural y
la sostenibilidad del conjunto histórico mediante la creación de una nueva e importante
infraestructura cultural subterránea bajo los jardines de la primera terraza. Proyecto
ampliamente consensuado con la Dirección General de Patrimonio Histórico de la
Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Boadilla desde sus inicios y bajo cuyas
directrices pudieron acometerse diversas obras de carácter urgente, encaminadas a
detener la mayor parte de la casuística generadora de las graves lesiones en el
edificio. A este proyecto dedicamos casi cinco años de intenso e ilusionante trabajo,
con fundamentales y documentadas investigaciones sobre el conjunto histórico, su
esencia, diagnóstico y problemática, que serán materia de diversas publicaciones en
un próximo futuro y son base imprescindible para el desarrollo de cualquier propuesta
arquitectónica.
Como ya se ha señalado, aquel proyecto no pudo prosperar por la lamentable
coincidencia de muy diversas circunstancias acontecidas durante el año 2009 y ajenas
a nuestro quehacer, pese a contar en nuestro equipo con la participación y los trabajos
de eminentes colaboradores como la Cátedra UNESCO de Petrología de la Escuela
Superior de Ingenieros de Minas, el Departamento de Física y Química de Materiales
del Instituto Eduardo Torroja, la Cátedra del Profesor Rodríguez Barrial de la Escuela
Superior de Ingenieros de Montes, el Departamento de Ingeniería Geológica de la
Universidad
Politécnica
de
Madrid,
tres
sucesivas
campañas
arqueológicas
4. perfectamente documentadas, la caracterización de materiales y fábricas, el más
completo análisis estructural, etc.
Su muy prolongado estado de abandono, determina la aparición de gravísimos
problemas de humedad derivada del mal estado de cubiertas y terrazas, así como de
la escorrentía natural de la ladera en la que se inscribe y asimismo de la procedente
del subsuelo a través de muros y cimientos. A ello se añade la proliferación de nidos
de cigüeña, la ruina de su carpintería exterior, la baja calidad del ladrillo que compone
sus fábricas y, en general, de todas aquellas causas ruinógenas que derivan de la falta
de mantenimiento.
Finalmente, a la ausencia de recursos para abordar su rehabilitación, se añade la
ausencia de propuestas de uso que permitan garantizar su sostenibilidad y
mantenimiento.
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UNA PROPUESTA PARA UN BIC
El encargo de SGAE representó la oportunidad de investigar e intervenir en un
conjunto histórico del más alto interés, que ofrecía atractivos campos diversos de
actuación en la rehabilitación, la jardinería y la obra nueva asociada a la implantación
de un ambicioso programa cultural y público para garantizar su viabilidad y
sostenibilidad; es decir la necesaria inversión y mantenimiento para su pervivencia en
el tiempo.
Aún cuando la Ley 16/1985, de 25 de junio de 1985, reguladora del Patrimonio
Histórico Nacional, no permite ampliaciones ni incremento de superficies construidas;
la propuesta contemplaba la creación de tan importante infraestructura en una
situación extraordinariamente discreta y respetuosa, que no modificaba en absoluto la
apariencia general del monumento y el aterrazado de sus jardines, mereciendo
entonces por ello el interés y necesario consenso administrativo para desarrollarlo.
Así planteada la intervención, el palacio recibiría el tratamiento restaurador necesario
para la recuperación y puesta en valor del conjunto y sus elementos singulares,
capilla, escaleras, salones, cocina, etc; además del acondicionamiento que garantiza
las condiciones de confort para un uso administrativo inherente a su condición de sede
institucional, con posible uso de la capilla como pequeño auditorio y la cocina como
comedor.
El conjunto albergaría varios institutos de investigación ligados a la propiedad
intelectual y el archivo del Instituto Complutense de Ciencias Musicales; cuyo aulario e
instalaciones fueron concebidos en la ampliación bajo el jardín, junto con la biblioteca
y un auditorio de 800 butacas.
5. Las diversas campañas arqueológicas llevadas a cabo, permitieron conocer detalles
sustantivos de las fábricas y el sentido constructivo de algunas de sus partes; que se
incorporaron al proyecto como elementos históricos de interés.
La proyectada recuperación de los jardines y la huerta, proporcionaba la expectativa
de aprovechamiento lúdico de los mismos e incluso la programación de un festival de
verano en el parterre oriental de la segunda terraza; contemplando asimismo la
regeneración funcional de la huerta para la producción de vinos.
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EPILOGO
A su actual propietario, el Ayuntamiento de Boadilla, corresponde el deber de
conservar y mantener un conjunto declarado bien de interés cultural. Las más
recientes noticias revelan el propósito municipal de habilitar presupuestos para
abordar la urgente recuperación paulatina del conjunto histórico, en una estrategia
escalonada dentro de cuya primera fase y, además de los portones superiores de
acceso a la cerca, parece pudiera abordarse la fachada y asimismo la capilla que
alberga el cenotafio de la Condesa de Chinchón; todo ello sin que se sepa hasta ahora
cual puede ser su destino y con arreglo a qué plan de gestión futura puede
garantizarse su mantenimiento y pervivencia en el tiempo; cometido que parece ahora
según las citadas fuentes, de interés para la Asociación de Amigos del Palacio.
Ya el importe anunciado para la recuperación de la fachada me parece claramente
insuficiente para la reposición de un revoco de cal a la antigua usanza original y la fiel
reproducción de una carpintería de madera, idéntica a la original, como sería
deseable; toda vez que nos parece mucho más importante completar aquellas
intervenciones de fondo que resultan imprescindibles para detener la progresión de los
procesos de ruina; más que recuperar una apariencia saneada del monumento que no
se corresponda con su realidad.
Dicho brevemente, el problema del palacio representa algo más que la recuperación
de la fachada y requiere pues un enfoque bastante más amplio y riguroso que una
simple operación de maquillaje, para seguir celebrando exposiciones de pintura o el
colofón de la cabalgata de reyes.
Procede por tanto señalar el temor a que una intervención voluntarista, parcial
reparación de un estado lamentable; que aún siendo necesaria, consiga un objetivo
pírrico con la recuperación de una pequeña parte del edificio; sin un futuro claro,
planificado y viable para la totalidad del conjunto histórico que pueda hipotecar su
posterior planteamiento general. Semejante esfuerzo para un fin indeterminado de
dudosa sostenibilidad y los recortes presupuestarios impuestos por la presente crisis
económica, no parece que sea el mejor enfoque para su abordaje.
6. Por otro lado, una operación integral de costosa inversión orientada, al parecer y
exclusivamente, a un destino público para la visita del palacio y los jardines, mucho me
temo no proporcione suficiente retorno como para sufragar siquiera la factura del agua
de riego de los jardines; por lo que tarde o temprano creo que su sostenibilidad
debiera orientarse hacia una cierta polivalencia en su destino y gestión, más allá de su
congelación en el tiempo como museo de una época; propuesta que parece haberse
barajado recientemente. En definitiva, un reciclaje del palacio que posibilite la
revitalización sostenible del espacio, sin que ello signifique el menor desdén hacia sus
valores fundamentales.
Por todo ello y atendido que la garantía de su mantenimiento está ligada a la gestión,
considero sería deseable un amplio debate para la búsqueda de propuestas que
perfilen los posibles usos y destinos que mejor se adecuen a su arquitectura,
garantizando una explotación sostenible en el tiempo y no gravosa para su titular el
Ayuntamiento de Boadilla. Proceso que podría permitir la recuperación de una
memoria viva, en sintonía con los ecos que aún guarda tan singular contenedor sobre
momentos extraordinarios de la historia de España.