1. EL PARADIGMA CUANTITATIVO
La investigación cuantitativa está directamente basada en la corriente conocida como
positivismo. El paradigma positivista sostenía que todas las “cosas” o fenómenos que estudiaban
las ciencias eran medibles. Este paradigma utiliza preferentemente información cuantitativa o
cuantificable para describir o tratar de explicar los fenómenos que estudia. Usa la recolección
de datos para probar hipótesis, con base en la medición numérica y el análisis estadístico para
establecer patrones de comportamiento y probar teorías.
Este paradigma sostiene que existe una realidad objetiva (estática), que puede ser estudiada por
parte del investigador que tiende a comprender las causas de los fenómenos naturales. Los
positivistas tratan de ser tan objetivos como sea posible en la búsqueda del conocimiento, para
lo que emplean procedimientos ordenados y disciplinados que les permitan probar las ideas del
investigador acerca de la naturaleza de los fenómenos que son objeto de estudio, así como las
relaciones existentes entre ellos.
El enfoque cuantitativo es secuencial y probatorio. Cada etapa precede a la siguiente, no
podemos definir y seleccionar la muestra si aún no hemos establecido las hipótesis. Tampoco es
posible recolectar o analizar datos si previamente no hemos desarrollado el diseño o definido la
muestra. El orden es riguroso, aunque desde luego, podemos redefinir alguna fase. Parte de una
idea que va acotándose y una vez delimitada se derivan objetivos y preguntas de investigación,
se revisa la literatura y se construye un marco o una perspectiva teórica. De las preguntas se
establecen hipótesis y determinan variables. Se desarrolla un plan para probarlas (diseño), se
miden las variables en un determinado contexto, se analizan las mediciones obtenidas (con
frecuencia utilizando métodos estadísticos), y se establece una serie de conclusiones respecto
de las hipótesis.
FASES DEL ENFOQUE CUANTITATIVO
El enfoque cuantitativo se puede organizar en las siguientes fases:
1. Concepción de la idea.
2. Planteamiento del problema de investigación.
3. Revisión conceptual del tema: bibliografía, antecedentes de todo tipo, estadísticas, etc.
4. Formulación del marco teórico.
5. Objetivos de la investigación.
6. Formulación de hipótesis.
7. Planificación del estudio, que comprende entre otros:
Selección y operacionalización de variables.
Definición de categorías y escalas de medición.
Definición de las unidades de análisis.
Elección del diseño de investigación.
Definición de universo, muestra y técnica de muestreo.
Elaboración del instrumento y de los procedimientos de medición.
Pruebas de confiabilidad y validez del instrumento.
Plan de análisis de los datos.
Prueba piloto.
8. Recolección de los datos.
9. Procesamiento, análisis e interpretación de los resultados.
10. Conclusiones y sugerencias.
11. Elaboración de un informe.
2. Los cuatro primeros puntos ya han sido tratados en los apuntes correspondientes al curso
“Introducción a la Metodología de la Investigación”, por lo que avanzaremos a partir del quinto
punto, objetivos de la Investigación.
CARACTERÍSTICAS DEL ENFOQUE CUANTITATIVO
Las principales características del enfoque cuantitativo son:
El investigador o investigadora plantea un problema de estudio concreto. Sus preguntas de
investigación versan sobre cuestiones específicas.
Una vez planteado el problema de estudio, se considera lo que se ha investigado anteriormente
(la revisión de la literatura) y se construye un marco teórico (la teoría que habrá de guiar su
estudio), del cual deriva una o varias hipótesis (cuestiones que va a examinar si son ciertas o no)
y las somete a prueba mediante el empleo de los diseños de investigación apropiados. Si los
resultados corroboran las hipótesis o son congruentes con éstas, se aporta evidencia en su favor
y se genera confianza en la teoría que las sustenta. Si se refutan, se descartan en busca de
mejores explicaciones y nuevas hipótesis y se descarta eventualmente la teoría, generándose
por tanto evidencia en contra de la misma.
La recolección de los datos se realiza con herramientas de medición (se miden las variables o
conceptos contenidos en las hipótesis). Esta recolección se lleva a cabo mediante
procedimientos estandarizados y aceptados por la comunidad científica. Para que una
investigación sea creíble y aceptada por otros investigadores, debe demostrarse que se
siguieron tales procedimientos.
Los datos son producto de mediciones y se representan mediante números (cantidades). Se
deben analizar a través de métodos estadísticos.
En el proceso se busca el máximo control para lograr que otras posibles explicaciones o causas
del problema distintas a la propuesta del estudio (hipótesis), sean desechadas y se excluya la
incertidumbre y así minimizar el error.
Los análisis cuantitativos deben interpretarse en base a las predicciones iniciales (hipótesis) y de
estudios previos (teoría). La interpretación y conclusiones, constituyen una explicación de cómo
los resultados encajan en el conocimiento existente (Creswell, 2005).
La investigación cuantitativa debe ser lo más “objetiva” posible. Los fenómenos que se observan
y/o miden no deben ser afectados por el investigador. Éste debe evitar en lo posible que sus
creencias o tendencias influyan en los resultados del estudio o interfieran en los resultados.
En una investigación cuantitativa se pretende generalizar los resultados encontrados en un
grupo o segmento (muestra) a una colectividad mayor (universo o población). También se busca
que los estudios efectuados puedan replicarse.
Al final, con los estudios cuantitativos se intenta explicar y predecir los fenómenos investigados,
buscando regularidades y relaciones causales entre elementos. Los datos generados poseen los
estándares de validez y confiabilidad, y las conclusiones derivadas contribuirán a la generación
de conocimiento.
Esta aproximación utiliza la lógica o razonamiento deductivo, que comienza con la teoría y de
ésta se derivan expresiones lógicas denominadas hipótesis que el investigador busca someter a
prueba.
La investigación cuantitativa pretende identificar leyes universales y causales (Bergman, 2008).
4. OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN CUANTITATIVA
Es necesario establecer qué pretende la investigación, es decir, cuáles son sus objetivos. Los
objetivos formulados servirán de puente entre el problema y la finalidad y marcarán el diseño
de investigación. La determinación de los objetivos del estudio requiere un trabajo previo, ya
que muchos aspectos del diseño de investigación dependen de lo que se enuncie en esos
objetivos.
3. La pregunta de investigación se expresa en términos generales (objetivo general), se sustenta
en un marco teórico (hipótesis conceptual) y se responde a través de hipótesis operativas
(objetivos específicos) concretas y medibles.
Los objetivos deben expresarse con claridad para evitar posibles desviaciones en el proceso de
investigación cuantitativa y ser susceptibles de alcanzarse. Son las guías del estudio y hay que
tenerlos presentes durante todo su desarrollo. Evidentemente, los objetivos que se especifiquen
requieren ser congruentes entre sí.
En la formulación de objetivos se define, en primer lugar, la finalidad u objetivo general de la
investigación. Éste se irá desglosando en objetivos específicos para darle mayor precisión al
estudio, de manera que se adquiera progresivamente mayor precisión en los objetivos a
alcanzar.
Los objetivos indican el tipo de investigación que debe emprenderse y por tanto, determinan el
desarrollo del diseño y el análisis e interpretación de los resultados en el proceso de
investigación. El propósito de los objetivos consiste en identificar y describir las variables y las
relaciones existentes entre ellas o determinar las diferencias entre dos grupos relacionados.
El enunciado de los objetivos debe cumplir los siguientes requisitos:
Mantener la congruencia y estar acordes con la justificación del estudio y los elementos
que conforman la problemática que se investiga.
Plantearse de manera ordenada de acuerdo a su importancia.
Ser asumibles, es decir, con posibilidades de ser alcanzados tanto por el número, como
por su dimensión.
Enunciarse con verbos en infinitivo y en forma clara, sencilla y precisa. En el caso
particular de los objetivos específicos, su formulación correcta dependerá del grado de
claridad alcanzado en la delimitación y definición del problema.
Formularse en términos operativos para poder ser medibles.
El objetivo clave de la investigación es conocer ¿PARA QUÉ? Investigamos. Con la
respuesta a esta pregunta podemos redactar con mayor facilidad nuestro objetivo
general.
El objetivo general indica la razón por la cual se quiere desarrollar una investigación, y enuncia
de manera clara el objeto de estudio, con una intención global no medible a corto plazo. El
objetivo general es uno solo y expresa de forma resumida la finalidad del proceso de
investigación. Por tanto, este objetivo general está situado en un plano abstracto, a diferencia
de los objetivos específicos, que se sitúan en un plano más operativo mesurable y concreto.
Los objetivos específicos establecen una intención más concreta y susceptible de cuantificar. Al
lograrlos estaremos alcanzando el objetivo general. Los objetivos específicos son aquellos donde
se concreta la intención de la investigación, es decir, el resultado concreto previsto que se quiere
obtener mediante dicha investigación. Se construyen al enunciarlos de una manera observable
y medible, en un lugar y tiempo determinado y deben contener de manera explícita el objeto de
estudio.
Los objetivos específicos se dirigen a conocer las características de un problema, explicar las
posibles relaciones entre variables y anticipar fenómenos en las que estas intervienen.
4.1. Objetivos descriptivos o exploratorios
Buscan determinar las características más importantes del objeto de estudio. Nos acercan a
problemas poco conocidos e implican:
Cuantificar la frecuencia de algún fenómeno.
Identificar y describir características o atributos.
Seleccionar problemas y áreas de interés para la investigación.
Ordenar y clasificar las variables en categorías.
Un ejemplo sería describir las características de las personas que tienen anorexia nerviosa.
Son objetivos que no requieren la formulación de hipótesis, ya que se limitan a abordar los
problemas en un primer nivel.
4. 4.2. Objetivos analíticos
Buscan una explicación basada en una teoría o en factores asociados con el fenómeno
estudiado, los cuales se consideran como factores explicativos o causales. Estudian la relación
entre la posible causa (factor de estudio) y efecto (criterio de evaluación). Pueden ser:
Explicativos, la causa o factor de estudio se produce sin intervención del investigador.
Predictivos, donde la causa es controlada, administrada o provocada por el
investigador.
En general, los objetivos analíticos permiten:
Contrastar o verificar hipótesis.
Confirmar relaciones entre variables (causa-efecto).
Comparar la efectividad de al menos dos intervenciones.
Comprender las causas o factores subyacentes.
Anticipar o prever fenómenos.
La dimensión de esta relación se anticipa a través de las hipótesis, que son imprescindibles para
este tipo de objetivos.
FORMULACIÓN DE HIPÓTESIS
La pregunta de investigación manifiesta desconocimiento ante una situación o fenómeno. La
hipótesis adelanta la respuesta, formulándose en tono afirmativo. En una misma investigación
pueden coexistir objetivos exploratorios y analíticos. Si los objetivos son exploratorios pueden
generar hipótesis. En el caso de los analíticos la finalidad del estudio será la de contrastar
hipótesis. Un objetivo analítico indica la intención de averiguar si existe una relación entre al
menos dos variables. La hipótesis anticipa las características de esta relación. Tiene carácter
provisional hasta el momento en que los resultados de las pruebas estadísticas señalen la
probabilidad de su veracidad.
La hipótesis indica lo que tratamos de probar y se definen como explicaciones tentativas del
fenómeno investigado. Se derivan de la teoría existente y deben formularse a manera de
proposiciones. De hecho, son respuestas provisionales a las preguntas de investigación. La
hipótesis es una proposición, argumento o suposición que intenta explicar ciertos fenómenos,
tiene la cualidad de poder ser sometida a contrastación y se acepta temporalmente hasta que
se demuestre su validez. Para poder contrastar la hipótesis es necesario tener variables
medibles. La hipótesis sienta las bases para la investigación, planteándose habitualmente de la
forma; “Si A ocurre, entonces los resultados serán…”
La hipótesis es el eslabón necesario entre la teoría y la investigación, que lleva al descubrimiento
de nuevas aportaciones al saber.
Las hipótesis bien formuladas guían y orientan una investigación, y tras su comprobación
contribuyen a la generación de conocimientos que pasan a formar parte del saber humano. Las
hipótesis orientan y guían lo que se desea comprobar, determinan el tipo de estudio a seguir y
el diseño metodológico que se debe planificar.
A pesar de que la hipótesis se considera el eje del método deductivo cuantitativo, no todas las
investigaciones cuantitativas plantean hipótesis. Dependerá del objetivo del estudio. Las
investigaciones cuantitativas que formulan hipótesis son aquellas cuyo planteamiento define
que su alcance será correlacional o explicativo, o las que tienen un alcance descriptivo e intentan
pronosticar una cifra o un hecho.
5. Formulación de hipótesis en estudios cuantitativos
1. Consideraciones del proceso de enunciado de las hipótesis
Al enunciar una hipótesis hay que tener en cuenta:
Deben ser escritas en términos claros y sencillos.
Las hipótesis deben ser específicas.
Las hipótesis deben formularse como observaciones evitando expresiones de valor o
juicio.
No deben comenzar con verbos, ni exponerse en forma interrogativa.
Las hipótesis deben ser congruentes con hechos confirmados.
2. Tipos de hipótesis
Los principales tipos de hipótesis cuantitativas son:
1. Hipótesis generales. Conceptuales, fundamentales, hipótesis de investigación.
Engloban, ordenan y sistematizan las relaciones entre la variable dependiente y las
independientes. Por ejemplo, “Un estilo de vida sedentario se asocia a un aumento del
riesgo de presentar diabetes”.
2. Hipótesis operacionales. Llamadas hipótesis de trabajo. Plantean relaciones específicas
y particulares en cada una de las variables dependientes e independientes. Por ejemplo,
“El consumo de alcohol se asocia a un mayor riesgo de proteinuria y de neuropatía en
los pacientes con diabetes”.
3. Hipótesis estadísticas. Se plantean para el proceso de análisis estadístico inferencial de
los datos recolectados. Se postulan cuando se trata de decidir si existen diferencias o no
de las variables en estudio entre dos muestras estudiadas o si los datos obtenidos en la
muestra son comparados con el universo. Existen dos tipos de hipótesis estadísticas:
Hipótesis nula. Se parte del supuesto de que el valor observado en el universo, una
muestra o una variable en particular, no difiere del encontrado en el otro universo,
muestra o variable. Por ejemplo, “La educación sanitaria preoperatoria no reduce
significativamente la estancia media hospitalaria del paciente quirúrgico”.
Hipótesis alterna. Los valores observados en el universo, muestra o variable, no son
equivalentes a los encontrados en el otro universo, muestra o variable: Es mayor, es
menor, es diferente. Por ejemplo, “La educación sanitaria preoperatoria reduce
significativamente la estancia media hospitalaria del paciente quirúrgico”.