Los cambios fisiológicos durante el envejecimiento incluyen el cristalino que se vuelve más opaco causando cataratas, la piel que se vuelve más delgada y arrugada, y la muerte de células en la cóclea que causa una pérdida de la audición. También hay un aumento en el tamaño de la nariz y las orejas, un desgaste del cartílago que causa osteoartritis, y una disminución de la masa muscular con una redistribución de la grasa corporal.