1. El Problema del Mes de Diciembre
La mosca y los ciclistas.
Dos ciclistas avanzan a diez kilómetros por hora cada uno, en una carretera recta,
uno hacia el otro. Les separan veinte kilómetros.
Una mosca que vuela a cuarenta kilómetros por hora, después de posarse sobre el
primer ciclista, sale (al mismo tiempo que él) en línea recta hasta alcanzar al segundo;
cuando llega, da media vuelta sin perder un instante y vuelve a encontrar al primero,
volviendo a partir inmediatamente para alcanzar de nuevo al segundo, y así
sucesivamente.
¿Qué distancia ha recorrido la mosca cuando los dos ciclistas se cruzan?
El espía confiado.
Las cosas no marchaban muy bien últimamente dentro de la Organización ALFA, el
más importante grupo de espías secretos de la lejana Miscelánea. La rivalidad ancestral
que mantenían con sus rivales de la Organización BETA, por conseguir la hegemonía en
el país, les había causado media docena de “bajas” en una sola semana.
-”¡Esto no puede seguir así!”, exclamó indignado Leibniz, el gran jefe y cerebro
del grupo ALFA. “Si no tomamos alguna medida, ese maldito Newton y sus secuaces
de BETA van a acabar con la Organización”.
-“Sólo hay una solución” dijo con gravedad Jean Bernoulli, fiel seguidor de
Leibniz y su agente más valioso. “Debemos infiltrarnos en su Organización y destruir su
terrible Máquina de Emboscadas Inteligentes que tantos hombres nos está causando. El
problema fundamental que debemos solventar es averiguar cuál es la clave secreta que
permite el acceso a su Cuartel General; propongo que uno de nosotros se camufle cerca
de la puerta de su guarida y observe cada movimiento enemigo hasta descubrir cómo
entrar.”
-“Es una gran idea Jean, pero no menos arriesgada. ¿Quién será el valiente que
cumpla esta misión?”
-”Lo haré yo mismo”, dijo con seguridad Bernoulli. “Tengo estudiado el lugar y
conozco un escondite cercano desde el que podré ver y oír sin ser visto.”
-”Buena suerte”, desearon a coro los demás sin poder disimular su alivio por
librarse de la misión.
Dos días más tarde, oculto tras un seto a pocos metros de la puerta de acceso,
Bernoulli esperaba impaciente la llegada de algún agente secreto de BETA para tratar
de descifrar la clave que le permitiera entrar a él también.
Al cabo de unos minutos, un hombre con gabardina se acercó a la puerta y llamó
fuertemente con los nudillos:
2. -”Catorce”, dijo una voz procedente del interior.
-”Siete”, respondió el agente recién llegado e inmediatamente la puerta se abrió
para él.
El siguiente en llegar también golpeó con fuerza la puerta:
-”Ocho”, volvió a decir la voz del guardián.
-”Cuatro”, respondió el nuevo visitante al que se permitió igualmente entrar.
El ájente ALFA no lo pensó más y, convencido de que ya había descubierto la
contraseña, se dirigió a la puerta llamando con decisión.
-”Diez”, le dijeron desde el interior.
-”Cinco”, contestó con confianza y apenas pudo terminar de hablar pues cayó
fulminado por una ráfaga procedente de una ventana del piso superior.
¿Cuál fue el error cometido por nuestro agente? ¿Cuál hubiera sido la respuesta
correcta? ¿Qué contraseña usaba la Organización BETA?
Jugando con agua.
Un excursionista, después de muchas horas perdido en la montaña, sin agua, encontró
una pequeña fuente y se creyó salvado. Mas, cuando se disponía a llenar su cantimplora,
apareció el dueño de la fuente y le dijo que sólo le dejaría saciar su sed si conseguía
recoger exactamente 4 litros de agua con la sola ayuda de una vasija de 3 litros y otra
de 5 litros.
El montañero, tras pensar unos minutos, halló la manera de superar tan insólita
prueba.
¿Cómo se las arregló para ello?
El dueño de la fuente se vio sorprendido y quiso aumentar la dificultad de la
prueba para posteriores ocasiones. De manera que, a partir de ese día, cuando alguien
pretendía beber agua estaba obligado a medir exactamente 6 litros con la ayuda de una
vasija de 9 litros y otra de 4 litros.
¿Serías tú capaz de conseguirlo?