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EL SECRETO
DE LA DOBLE VISTA ANTI-MAGNÉTICA.
EL SECRETO
PUESTO AL ALCANCE DE TODOS;
Ó sea
RTE DE ADIVINAR LO QUE NO SE VE
Y DEMOSTRAR LO QUE NO SE TOCA.
por
§ . QÍID. § . oHlu).
«••^Uií^
BARCELOIKA^
liup. y !ib. de V. é H. de MAYOL, editores,
calle de Fernando 7.° núm. 29.
1847
5 =
ntes de entrar en materia per-
^x ÍJLSL 5
Q^yll^ mitiranos el lector que espon-
gamos sumariamente algunos
estremos relativos á esta obra.
Las razones que en primer lugar, he-
mos tonido para emplear el título de El
secreto de la doble vtsla anli-magnéítca,
para esta obra se fundan : 1. o en que como
es fama que Ka doble vista alcanza los obje-
tos mas recónditos y apartados y esto no
= 6 =
se habia podido lograr hasta ahora, al me-
nos que sepamos , sino por medio del lla-
mado magnetismo , hemos crcido tener (¡uc
desvanecer esta suposición , manifestando
desde luego que ningún papel jugaba en ella
la ciencia de Mesmer y ^. ® , que si bien he-
mos empleado la palabra dobk-visla ha
sido mas bien para hacer mas inteligible
nuestro objeto , para el común de los lec-
tores , aunque en la cscencia no sea real-
mente mas que una doble inteligencia.
Debemos declarar ademas, que nuestro
trabajo no está basado, apoyado ni imitado
de ningún otro semejante ó parecido. Mu-
cho tiempo hace que habiamos imaginado la
posibilidad de un arte que diese á las pala-
bras pronunciadas un doble sonlido, si bien
de antemano convenido, y esta idea que, ya
cuando niños, habiamos realizado hasta
cierto pnnto en el escrito, es la que hemos
resuelto metodizar ahora en el discurso oral.
Esto supuesto, si este método merece por
su invención y su objeto alguna considera-
cion, SI alguu mérito quiero suponérsele,
nos corresponderá esclusivameule á nosotros,
si así no es, aprecíese al menos la buena
intención ([ue en ello nos ha guiado.
Toda nueva invención tiene en sus co-
mienzos gran número de partidarios y ene-
migos , cebándose estos últimos en las faltas
ú omisiones, reales 6 falsas, que tal vez pue-
den aparecer en ella; pero olvidan la mayor
parle los sudores del autor, la intención
casi siempre laudable que lo ha guiado , y
el partido mas ó menos provechoso (jue los
lectores pueden reportar de sus tareas. Res-
pecto á estos últimos , debemos advertirles
({ue nuestras pretenciones son pocas, nues-
tro orgullo ninguno ; sabido es que nada sa-
lo perfecto de manos de los hombres, todo
es succptible de mejora, no hay arte al-
guno , por adelantado que esté, que no le
falle todavía mucho que recorrer; todas las
artes han tenido en sus comienzos escollos
que salvar , defectos quo corregir ; el nues-
tro es enteramente nuevo; si algunas faltas
== 8 =
11 omisiones se observan en nuestro libro,
sean en buen hora corregidas, adicione
nuestra idea otro mas inteligente ó mas fe-
liz ; á nosotros nos habrá cabido al menos
la satisfacción de ser los primeros que haya-
mos metodizado este arte , hasta al presente
ignorado, ó al menos muy poco conocido en-
tre nosotros.
• ^ ' V - ,
3S}Si¿i(i>id^(a33<!>Sí.
= 11 =
INTRODUCCIÓN. {{)
-»i-
2<KJ'ÍS''F%tS uando Dios crió al hombre, dióle
*1lt° Vn "^^^S ademas de un entendimiento cla-
^fffl^t^ro y un sano juicio , una voz
para poder espresar sus ideas y conceptos;
do modo, que entre las maravillas que colo-
can al hombre en el lugar tan distinguido
(1) Prescindiremos en esta introducción de la
cilacion de fechas y nombres do autores , ya para
no abultar la obra, ya por no ser indispensables di-
chas cosas á nuestro objeto.
= 12 -
como ocupa en la creación , no es la menor
esa facilidad con que, sin perder nada de
su ser, y únicamente por medio de la suave
agitación del aire operada en el órgano de la
voz, comunica á los demás con una nme-
jorable facilidad y suma rapidez, cuanto sien-
te interiormente su alma. Sin la voz tendria
que valerse el liombrc para poder comuni-
car sus ideas, de signos mas ó menos con-
vencionales (1), de ademanes mas ó menos
nobles , siempre tardíos, nunca perfectos.
Esta voz es , sin embargo, tan útil como
pasagera ; veloz como el rayo , como éste
se cstingue apenas despide su fulgor, hie-
re sin ser vista, desaparece apenas es oida.
Conociendo sin duda los primeros hombres
este grande inconveniente , trataron de in-
ventar algunos medios para que por el de
las imágenes quedase la voz perenne por
algún tiempo y visible á sus sentidos. De ahí
(t) Sabido es el abecedario figurado, que con el
ausilio de los dedos emplean los sordo-mudos para
comunicarse sus ideas mutuamente.
= 13 =
las toscas figuras en representación de al-
gún pensamiento o liecho, grabados en los
troncos de los árboles y en la superficie de
las piedras, y mas tarde los gcroglíficos y
objetos simbólicos de los monumentos Egip-
cios, especie de mamotretos figurados, en
donde fijaba el hombre , la familia ó el
pueblo su historia, sus recuerdos ó sus
glorias.
No satisfecho todavía el hombre con aquel
primer paso dado para la retención ó ima-
gen de un hecho o idea emitida, de un su-
ceso anteriormente acaecido, mas egoísta al
paso que mas adelantó en la senda de la
civilización y del saber, quiso reservarse
para sí ó su familia csclusivamentc ,'os he-
chos ó recuerdos, de cuya memoria, hasta
entonces, hablan sido poseedores los pue-
blos en mancomún. Dejó de escribir en la
corteza de los árboles y renunció emplear
el mármol ó el granito para dejar graba-
das en él sus ideas, y escogió otros obje-
tos que por mas sencillos y manejables, fue-
>= 14 ==
sen menos costosos y mas suceptibles por
su forma y peso de guardarse y conser-
varse con suma facilidad. Las hojas de cier-
tos árboles , las tablillas enceradas, el pa-
piro, el pergamino y linalmente el papel,
le fueron sucesivamente ofreciendo su mas
ó menos tersa, auníiuc siempre dispuesta
superficie para poder pintar , ó mas bien,
escribir en ella lo (¡uc antes habia hecho mas
costosa ó imperfectamente sobro los objetos
que hemos citado ú otros semejantes.
El arte de conservar el pensamiento li-
mitado en los primitivos tiempos á figuras
mas ó menos raras, objetos mas ó menos
caprichosos, signos, colores, emblemas en
fin convencionales , difíciles de descifrar y
suceptibles de yerro, arto del que apenas
nos queda ya sino una remota idea conser-
vada por la historia, fué paulatinamente
perfeccionándose y engrandeciéndose. Sig-
nos mas metódicos sucedieron á los signos
ó figuras empleadas hasta entonces, su en-
lace y método fué perfeccionándose, y el
= 15 =
arte (le la escritura, es decir , la combina-
ción de algunos signos, llamados letras,
terminaciones ó vocablos, formando estos se-
gún su colocación las palabras en represen-
tación de otras tantas ideas , quedó estable-
cido para el uso del hombre si bien coa
diferencia de signos y modo de enlazarlos
según el pais á que pertenece (1), Inútil
seria demostrar la inmensa utilidad que de
su invención reportó aquel; bastará que di-
gamos que estas letras ó signos, formando lo
que llamamos el abecedario, fueron regulari-
zándose á medida que fué mas conocido su
uso y que el arto de la escritura dejó de
ser el patrimonio de un reducido número de
escribientes. Por último, con la invención
de la imprenta debió de cobrar nuevo vue-
lo , como asi fué en efecto, habiendo llega-
do en nuestros dias la caligrafía á un pun-
to de perfección difícil ya de adelantar.
(1) Es notoria la diferencia de caracteres em-
pleados en la escritura copta, griega, árabe, la-
tina etc.
^ 16 =
Dueíio ya para siempre el hombre de
este mágico arto, cuya utilidad é importan-
cia escede á todo encomio , gozó por algu-
nos siglos de sus inmensas ventajas, igno-
rando sin duda que todavía pudieran lle-
varse mas allá sus adelantos, no imaginan-
do tal vez que otros genios, sino tan gran-
des como aquellos inventores, no menos
dignos de todo aprecio por su laboriosidad
y estudio, lograrían dar á la escritura un
nuevo curso y desvanecer algunos de sus
inconvenientes sin perder nada de su ver-
dadero y primordial objeto.
En efecto, la invención de la Estenogra-
fía Okigrafía ó Monografía en Francia é In-
glaterra y la Taquigrafía (1) entre nosotros,
dio un nuevo empuje al arle de la escri-
tura ya tan admirable de sí. Sabido es que
el curso de la escritura vulgar por rápido
que sea, no iguala en mucho á la veloci-
(1) La palabra paquigrafia está compuesta de
dos griegas papas que significa veloz y graphy es-
critura.
= 17 ==
dad con que son pronunciadas las palabras;
no puede la mano en modo alguno trazando
sus signos on el papel , ir con igual rapi-
dez con la que son emitidas las ideas. De
ahí, el haberse perdido muchos brillantes
discursos, magnificas improvisaciones , de-
claraciones y tradiciones importantes , por
la falla de signos que por su sencillez y en-
lace pudiesen equivaler á los signos , esto
es, las letras empleadas comunmente, y de
ahí tambieu el origen de este arle cuyos se-
cretos nos ponen en el caso de poder escri-
bir con la misma velocidad del habla.
Ahora bien, la taquigrafía nos ha re-
velado otro secreto que, nosotros amantes
de la pública ilustración, vamos á iniciar
desde luego á nuestros lectores, y el cual
aunque no ofrezca á primera vista todas
las ventajas de aquel arte, podrá servir sin
<'mbargo de comienzo á otro nuevo, sino
(le un provecho tan inmediato para la ge-
neralidad , de consecuencias sumamente
provechosas en varios y determinados casos.
= 18 =
Nuestras ideas y cada uno de los objeto?
que nos rodean , digimos, corresponden á
otras tantas palabras combinadas de esta ó
otra manera, según el uso ha establecido,
pintadas, por decirlo así, por el sonido,
aceptadas y comprendidas por todos; así
como cada una de estas palabras tiene unos
signos determinados en la escritura y otros
signos convenidos en la taquigrafía. Pues
bien ¿cual es nuestro objeto ahora? Nues-
tro objeto nos dijimos, consiste en poder de-
cir una palabra, un nombre, que en apa-
riencia no sea dicho ni oido para los no
iniciados en nuestro arte, en formar, por
decirlo asi una taquigrafía aciistica que en-
lazada 6 mas bien, formando parte de otras
palabras ya conocidas, dé á estas un sen-
tido doble y convenido. He aquí la idea
dominante que ha precedido á la mvencion de
nuestro arte y que nos ha conducido cons-
tantemente en toda la parte teórica de él.
Desde luego se nos ofrecieron dos mé-
todos para alcanzarlo con probabilidades
= 19 =
de buen éxito. Consistía el primero , en el
empico de los acentos, colocación y signiti-
cacion distinta de la que en realidad tie-
nen las palabras, y el segundo en formar un
sencillo abecedario, cuyas letras represen-
tando otras tantas palabras, pudiese ser
deletreado después de oidas estas. La ob-
servación y el estudio nos decidieron á es-
cojer el segundo como de resultados mucho
mas beneficiosos, de desempeño menos
afectado y de práctica mas universal. Res-
pecto al primero de dichos métodos , si bien
hablamos concebido un empleo constante
y metódico para el uso y significación de
los acentos, pero se nos ofrecía luego la
dificultad de que siendo ilimitados é inu-
merables los objetos que nos rodean y de-
biendo concretarnos precisamente á una pre-
gunta sencilla y terminante, dificilísimo
cuando no imposible , hubiese sido reunir
tantas preguntas cuantos son los objetos ([ue
pueden ser cuestión de examen. Ademas,
aun cuando esto se lograra en un núine-
= 20 - -
10 considerable de objetos , si bien que
siempre limitado 6 incompleto, nos falta-
rían luego las cualidades anexas al mismo,
y si de estas deseáramos ocuparnos, sobre-
cargarianios el método adoptado para la dc-
linicion de los objetos.
Estas y otras consideraciones ((ue facii-
nienle podrán deducirse nos decidieron á
desechar , como queda dicho , el citado mé-
todo por engorroso é incompleto y adopta-
mos el que dejamos indicado , muchisimo
mas fácil y provechoso, y cuya parlo teóri-
ca y práctica espondremos con la cstencion
que nos permitan los límiles de esta obra,
que deberá considerarse como puramevite
elemental. Sencillo en su plan , fácil de
concebirse y todavía mas fácil de ponerse
en planta, en cuanto se posea una raediaiía
inteligencia para retener y emplear las reglas
establecidas en él; nuestro método, creemos.
|)odrá Henar debidamente el objeto que nos
hemos propueslo. Alguna práctica que de
él hemos hecho, nos ha convencido de ([ue
- -21 =
asi podria ser y en esta íntima pcrsuacioii lo
ofrecemos, ainique no con entera coníianza.
á un público tan ilustrado quien , no lo du-
damos acojcrá benévolo nuestros humildes
esfuerzos.
Dividimos nuestro tratado en dos partes
])rincipales , á saber : parle teórica y parte
práctica. Consta la primera del abeceda-
rio , numeración, colores, cualidades espe-
ciales de algunos objetos, etc.; su definición,
empleo y modo de usarlos, liemos procu-
rado ser consisos en las i'cglas establecidas
para que estas fuesen mas inteligibles y
fáciles de retener, no abultar demasiado
el testo , y porque , en ün escribimos ])a-
ra toda clase de personas.
Forma la segunda parte la práctica con
estensos ejemplos, que podrán servir de
norma á los que quieran hacer uso de nues-
tro arte y como á complemento y compro-
bación de las reglas establecidas en ía par-
le teórica. En esta segunda parte , podrán
verse solventadas muchas de las diliculta-
des que en el empleo de nuestro método
pueden ofrecerse al principiante, ademas
del manejo y tacto indispensables de (jue
es preciso liechar mano para no descubrir
el secreto á los no iniciados.
Croemos haber llenado, sino cumplida-
mente , al menos muy aproximadamente el
objeto que nos hemos propuesto. Nuevo
este arte entre nosotros, sin ninguna guia
para iluminarnos en su escabrosa cuanto
oscura senda, hemos tenido que valemos
esclusivamento de nuestra propia observa-
ción , ayudados empero de la meditación
y del estudio. El público imparcial é inte-
ligente apreciará en lo que valgan nues-
tros esfuerzos.
PRIMERA PARTE.
TEÓRICA.
. . . r^c^ ^'^^^'¡^^^^'7/
PRIMERA PARTE.
-<©3=
Teórica.
''•v^> ''^ ''%'' # • K
••^>í'5^^3^ o existe lengua alguna que no
< .l'.-csi,^ tenga un abecedario mas ó me-
;*..*¿nos completo, ni puede haber
palabras que no consten de algunas letras.
Veamos pues cual será nuestro abecedario y
como formaremos las palabras en nuestro
lenguagc hablado y no oido sino por los
miciados; como lograremos que estos pue-
dan contestarnos con seguridad acerca do
un objeto de que estén muy apartados, que
= 26 =
nunca lal vez hayan visto y cuyos detalles
ignoren completamente.
Desde luego se echa de ver, (jue no po-
dremos emplear ninguna palabra vana e
inútil, ni menos podremos hacer uso de
signos, esclamacioncs ni ademanes miste-
riosos ó falaces, porque sobro no ser nues-
tro arte ninguna cosa sobrenatural, seme-
jantes recursos ademas de ridículos serian
inútiles, porque no serian vistos ó percibi-
dos , pues puede si quiere, contestar el
iniciado de espaldas o con los ojos venda-
dos, y ademas servirían aquellas palabras ó
ademanes de motivo de mil interpretaciones
ánieslras para el público profano.
Nuestras palabras, repetimos, deben ser
precisas y terminantes, tales como es do
costumbre entre nosotros emplear en una
pregunta cualquiera , circunstancia que
ademas de favorecer en mucho la bondad
de nuestro arle, lo pone seguramente á
cubierto de toda mala interpretación y ma-
ledicencia. Pero ¿ qué palabras, se nos dirá,
= 27 -=
emplearemos para que en las inumerables
combinaciones que pueden ofrecer las le-
tras, entren en una pregunta sencillísima y
puedan combinarse con facilidad y rapidez
al igual de aquellas? Vamos averio. Nues-
tro abecedario no puede ser mas sencillo,
ni en nuestro concepto mas fácil de com-
binar, atendidas las observaciones indis-
pensables que para su empleo , luego es-
pondremos y por él se verá, que podemos
alcanzar á revelar á una persona iniciada
anteriormente, el nombre de un objeto
cualquiera , casi con la misma rapidez con
(¡ue hiere nuestra vista.
•2H
ABECEDARIO.
iNuestro abecedario se div ide como el de
'a lengua española, sobre el cual está ba-
sado , en vocales y consonantes.
Cinco son las vocales y once iinicamcnle
las consonantes.
Sus sonidos reales son los mismos que
en español. Sus sonidos íigurados son en-
teramente distintos y corresponden á otras
tantas palabras convenidas.
El enlace rniiluo también es igua 1 al
que se practica entre las letras vulgares,
si bien (¡uc con algunas escepciones, (|ue
indicaremos oportunamente.
.^ -ISi =
?.* »= i * í í í «. i * í í f í f f i í í Q * i t í ,
De las ocalcs.
Sabido Oí c[uc las vocales tienen un uso
muchísimo mas común y general ([uc las
consonantes. Apenas hay palabra (jue no
(íulren dos ó mas de ellas, así es ([ue á
imitación de la taquigrafía conocida entre
nosotros, hemos empleado en nuestra la-
t|uigrafía acústica, unas palabras que por
su sencillez , independencia y uso también
común y continuo, puedan usarse indis-
lintamcn'ic en la oración sin tropiezo ai
gran dificultad.
No hay pregunta, máxime cuando debe
suponerse que el que escucha tiene que es-
tar con gran cuidado acerca de lo que va
á preguntársele, en la cual no entren ca-
si necesariamente una ó mas veces, al-
= 30 -
gunas voces de atención ó palabras de Ira-
lamicnto. Así, por ejemplo, decimos comun-
mente : Mire que objeto tengo? Aiencim
sobre lo que voy á preguntarle, ('miado
con lo que voy á decir, etc. Esto supuesto
no hemos titubeado y la esperiencia nos ha
aconsejado la utilidad de dar á estas vo-
cales de un uso tan común , otro nombre,
si bien de significación vulgar muy ¡dife-
rente , que también por su uso común fue-
sen suceptibles de colocarse con gran liber-
tad en una pregunta cualquiera. De modo
([ue , insiguiendo este principio, si á la vo-
cal i le damos por ejemplo el nombre de
Vd., y á la vocal d el de Vea, tendremos
que la frase de Vd. vea, no solamente deno-
tará un aviso de atención para los que no
estén enterados de la signiQcacion conve-
nida , sino que ademas dirá io ó yo, para
el que conozca su doble sentido.
Ahora bien , partiendo de este principio
innegable , podremos dar ademas del sen-
tido y sonido propios de las vocales comu-
-= 31 =
lies, esosotros nombres convenidos, á saber:
íp:
. . . Mire.
Sonidos ) E Atención, f Palabras
( I Usted.
propios. J o Vea. | convenidas.
( U. . . . Atienda.
Kcsijoclo á las palabras convenidas que
representan tiempos de verbos, indiferen-
te nos será í|ue las pongamos en aquel
tiempo, se esliendo del mismo verbo, que
mas bien se acomode á la pregunta que
deseamos hacer.
Y como las vocales por sí solas, nada
significan, ni por sí, ni en unión de otras,
prescindiremos por ahora de los ejemplos,
y veamos de que modo las enlazaremos con
las consonantes y con que palabras, sig-
nos ó partículas espresaremos ocultamente
estas últimas.
^MM^^t:ii¿iÉlilá^Éslii
De las consonantes.
Si bien son indispensables las conso-
nantes, como queda dicho anteriormente,
para la formación de las palabras , su
uso no es tan repelido ni tan común ; pe-
ro no por esto deberemos dejar de darles
para su significación aquellas ]ialabras,
signos () partículas, que formando par-
te de cualquier pregunta , sean también fá-
ciles de combinar con las voces de aten-
ción y tratamiento señaladas á las vocales.
Asi es 'que después de detenido examen,
liemos resuelto emplear para su uso aipie-
Ilas proposiciones ó relativos ({ue ante-
puestos ('> pospuestos al verbo 6 al objeto
de la pregunta, sean susceptibles de co-
= 33 =-
locar variadamente y cou el ausilio de otras
voces (1), en toda demanda de un ol)jel(»
por el cual se pregunte.
Nos hemos valido ademas del emj)leo de
la interrogación marcándola con fuerza en
algunos casos y en otros callándola, de las
pausas ó comas colocadas entre las pala-
bras signiticativas ó privilegiadas para dar
les otra equivalencia y ünalmcntc de los
acentos agudos en estas mismas ])ala!)r;!s
y con igual objeto.
Antes de determinar las cunson;)nlcs lie-
mos cercenado algunas de las admitidas en
la escritura común ó vulgar, por no sor
enteramente necesarias en el lenguaje lia-
blado , cual se practica lambicn en la ta-
quigrafía y ademas porque no cargando con
nuevos signos la memoria , puede fácil-
mente suplirla el conocimiento orlográiico y
( 1) Ya veremos mas adelante cuales son oslas
voces, como deben emplearse y el partido que de-
be sacarse de ellas.
3
= 34 =
uiKi mediana intelijencia en el lenguaje en
e¡ demandado.
Las consonantes por consiguiente , que
hemos suprimido en nuestro alfabeto pai-
ticular son las siguientes :
L a l í , por no tener ningún sonido.
La J, para poder emplearse en su lu-
fiar la G ; por ejemplo gkara por jicara.
La K , de un uso muy poco común en
(ispañol ; pero que podrá sustituir la C ,
como calenda por kalenda.
La Q, en cuyo lugar podrá emplearse la
misma C ó G : v. b. cueso por (¡tteso;
mesgita, por mezquita.
La V, cuyo sonido prestará la B ; por
ejemplo : llabe por llave.
La X , que puede reemplazar la G y la
S, por ejemplo : qubete por xiibele ; mási-
ma por máxima.
La Y, dicha griega cuyos oficios hará
la I por tener nn sonido igual.
Y la Z, que podrá suplir la S. por
ejemplo : maso por mazo.
= 35 =
Veamos ahora cuales son las consonantes
tjuc emplearemos y las palabras convenidas
para conocer su sonido.
Sonidos Palabras
propios. convenidas. Observaciones esenciales.
B Lo (¡ue [Sin marcar la interro-
gación ni el acento].
C. . - . Qué..? [Marcando el acento
agudo, la pausa y la
interrogación],
D. . . . Que~es [Casi confundiendo en
una las dos vocales e y
sin marcar la interro-
gación].
F- . . . (>M^,es.? [Marcando bienol acen-
to agudo, la pausa se-
ñalada por la coma y
la interrogación].
tí . . . Páes. [Pronunciase rápida-
mente, acentúese gra-
vemente la segunda vo-
-= 36 =
cal y no se marque la
interrogación^.
1.. . . . Pu...és..? [Hágase una pequeña
pausa enlre las dos vo-
cales, acentúese aguda-
mente la (', y marqúe-
se la interrogación I.
M. . Pues-oicja. [Pronúnciensese rápida-
mente ambas palabras,
únase la s de"puescon
la 6 de oiga de modo
que formen una sola
palabra y no se ponga
la interrogación].
iN. . . Pues,'oigal [Marcando el acento
agudo, la pausa se-
ñalada por la coma y
la interrogación].
p. . . . Cual [Acentúese agudamente
laít, pronunciese rá-
pidamente y no se
marque la interroga-
ción].
=» 37 =
]{. . , , Cual. es. [Acentúese agudamcnic
la «, pronuncíense am-
bas palabras, casi for-
mando una sola y no
se marque la interro-
gación ¡
S,. . Cual, ('$...1 ¡Marcando la pausa se-
ñalada por la coma,
el acento agudo de la
(' y la interrogación
linalj.
I. - . (dial, (h'gn1 ("Marcando la pausa
señalada por la coma,
y la interrogación tinal,
aunque no es entera-
mente indispensable eii
esta letra)
Los verbos <iue forman parte de la sig-
nilicacion de las letras, Ñ y T, pueden
también anteponerse á la preposición y
pronombre respectivo, guardando empero
las mismas reglas establecidas. Igualmente
= 38 =
diclios verbos podrán trocarse en reílcM-
vos según lo exija la forma de la pregun-
ta. Por ejemplo : Oiga, pues ? ú Óigame,
pues ? (N.) Dirá, cual ? ó Díganme cual? (T).
Respecto á las letras dobles como //. ñ.
rr, etc. nos valdremos do las mismas pa-
labras empleadas para la significación de la
letra simple. Asi diremos: lave por llave,
¡mío por paño, arope por arrope etc.
Considerada la CH como letra también
doble , podremos fácilmente suplirla por la
G por ejemplo : Capucino por Capuchino:
Cíñela por Chinela etc.
'^m^
= 39 =
Empleo de las letras convencionales.
Debemos sentar por regla general, (¡ue
no deberemos siempre hacer uso de todas
las letras de que se compone una palabra,
para la demostraeion de los objetos de-
mandados.
Suponiendo una inteligencia regular en
el que debe contestar, asi como es su-
puesta en el taquígrafo que debe leer sus
signos generalmente abreviados, supuesto
este precedente decimos, casi necesario, y
ademas atendiendo á los objetos que co-
munmente pueden ser ofrecidos, á las cua-
lidades de estos cuando queda ya revela-
do su nombre etc., fácil nos será conocer y
= 40 =
l»»i' coiisigiiientc terminar las palabras aun
cuaiulo no sean dichas todas sus letras.
,.Quien será, por ejemplo, que si en la
|)]'egunta se le dice aban, aba y aun si se
(¡uiorc ab, no conozca desde luego ¡lue se
trata do un abanico? Bien podremos decir
también , libr. por libro , re ó reí. por re-
loj y asi en la generalidad de las pala-
l)ras.
Si después de haber indicado mon ó mo
|>(>r moneda , preguntamos su metal y ¡de-
cinios o fácilmente se conocerá que es de
oro • si en seguida demandamos (¡uc nione-
ilaes y en la pregunta indicamosO?Í y aun
I' no podremos dudar que sea on~a , sid»,
(Inni etc. ¿Cuando la misma moneda sea de
])l 6 p, piala , si usando de nuestro lengua-
je figurado decimos p ó pe (juien podrá du-
dar (¡ue es una prs'ela, si r 6 rcreaU
Si finalmente , después de hecha la pre-
gunta de un pañuelo deseamos saber de
que clase es y decimos en la pregunta si -
guíente .s- imiy fácilmente vendremos en
= 41 =
conocimieulo que es de seda, si MIC liiUi.
si a de algodón.
No solairiente suprimiremos algunas letras
al fin (le las palabras, sino que también po-
dremos hacerlo en medio de ellas y aun á
voces al principio, siempre empero que no
perjudique la buena inteligencia de la voz
propuesta.
Si el objeto que deseamos preguntar es un
reloj, podremos suprimir sin ninguna duda
la c por cuanto la r envuelvo ya el sonido de
re, así podremos decir ¡lio; por ejemplo se
ofrece un neceser , (/), bien podremos decir
con toda probabilidad de ser comprendidos :
Ssr. esto es Ne-cse-r; Bal por A-he-fe-
(l-ario ele.
Repetiremos en esto lugar lo que ya hemos
espuesto anteriormente y es á saber: que an-
te todo es preciso algún tacto y en su defec-
to mayor tiempo de práctica, á lin de sacar
( I ; Palabra goncralniciUc adniilida, auiif|ue iio
<.aiicioiia(la como tantas otras i)or nuestro Dicciona-
rio nacional.
= 4-2 = =
U)do el partido posible de las reglas cí^pues-
tas.
Bastan estos ejemplos teóricos por ahora,
para convencer de que no es necesario el em-
pleo de todas las letras para indicar el nom-
bre del objeto que se pretenda saber y si bas-
tan las letras indispensables para que no se
confunda con otro. Esta regla ademas de no
perjudicar en nada la sencillez y claridad de
nuestro arte, facilitará en mucho la combi-
nación de la pregunta, la hará mas sencilla
y mucho mas lacónica de lo que lo seria
de otro modo.
Antes de terminar este artículo tocante al
empleo de las letras, debemos hacer una
observación respecto al de las palabras.
En caso de elección, deberemos escojcr
siempre aquellas palabras que significando
una misma cosa, consten de menos letras;
así por ejemplo prefiérase decirjya/o en lugar
de baiiton, frac por casaca, rey por soberano.
l'ero no por esto se perjudique nunca la bue-
na inteligencia de una palabra.
= 43 =
Usaremos flnalmonte de un termino gene-
ral cuando dudemos ó ignoremos un término
particular.
>i-j"
'msmmMMMMMÉÉmMiá&
De las palabras no privllegiailas.
liemos dicho en otro lugar, que tleberian
colocarse las palabras de la demanda repre-
sentativas de otras tantas consonantes, con el
ausilio do otras voces, y esto debe ser preci-
samente aíí en cicrlos y determinados casos
á fin de no alterar la sintacsis de la pregun-
ta , y poder colocar con mas facilidad las
preposiciones ó relativos signiflcativos (juc
puedan entrar en ella. La lengua española
rica en palabras y modismos, se presta fá-
cilmente á esta clase de combinaciones que
la capacidad del demandante puede variar de
mil maneras diversas.
Así pues, si el objeto de la demanda es
por ejemplo im reloj, faltariamos á las reglas
= 4S =
gramaticales y ademas no tendría sentido
alguno si preguntásemos: —Cual-es (r) aten-
ción [e] pu...es? (/) vea (o). Preciso será
pues, cuando la unión de las palabras que
llamaremos privilegiadas que representan las
letras del objeto que quiere darse á entender,
no tengan un sentido fácil y correcto, les una-
mos otras palabras intermedias, las menos
posibles, qüGlhmsiTemos noprivilegiadas, pa-
ra poder completar el sentido de la pregunta
y alonemos á las reglas del buen lenguaje.
Insiguiendo esta regla, haremos la pregun-
ta del modo siguiente ú otro semejante en el
ejemplo citado. ¿Cual~es (r). Atención! {e)
pu.,.es? [1] el objeto que tengo en la mano.
Vea', (o) O mejor si se quiere sujetándonos á
la regla de la supresión de letras: ¿ Cual-es
(r). Aíencion! [c) pu...es?{l) el objeto que
tiene el caballero en la mano ?
Supongamos ([uc sea un libro , entonces
haremos la pregunta del modo siguiente:
¿Digamc jt)íí...r.<? {D. Vd{i) logue (h) se me
ha dado "
= 46 =
Veremos (icspucs mas estcnsamenlc en la
parte práctica , aplicada con provecho esta
útil doctrina y lo mucho que favorece al mis-
terio , permitasenos esta palabra , con que
necesariamente debe encubrirse este arte de
adivinación.
Debemos observar por último, que cuan-
do el objeto demandado sea mas de uno, en-
tiéndase de una misma clase , deberemos em-
plear una palabra convencional que por su
naturalidad pueda presidir á la pregunta.
Así pues, si el objeto que quiere preguntar-
se son unas monedas, antes de hacer la pre-
gunta diremos: Vamos á ver! Entonces aun
cuando en la pregunta digamos: Pnes-oiga
[ni) Fm (o) lo que se me hadado? vendremos
en conocimiento que la palabra significativa
debe ponerse en plural.
<•«'
= 47 =
De los números.
Vista ya la parle teórica de la significación
y enlace de las letras así vocales como con-
sonantes , el empleo discrecional de las letras
convencionales yfinalmenteel do las pala-
bras no privilegiadas, veamos ahora si de-
beremos emplear las mismas letras para la
significación de los números ó bien apelare-
mos á otras cuya práctica sea mas favorable.
Como según nuestro método, no pueden
hacerse dos preguntas al mismo tiempo , ni
estas pueden ser dobles, ni cxijir el nombre
del objeto y sus cualidades á la vez; cuando
se trate de saber el número ó cantidad de di-
chos objetos, precisamente deberemos valer-
nos de una pregunta determinada para es-
:= 48 =
presarlos. Ahora bien cuando asi sea, la
observación nos ha demostrado que, ora se
empleen en la pregunta las voces número ó
cantidad, ora déjese de hacerlo, su coitcslo
propio la revela desde luego por ejemplo :
('llantos? Diga los que son? etc. La misma
observación nos ha hecho conocer, que pue-
den emplearse con muchísima mas ventaja
aíjucllos nombres d partículas que entran co-
munmente en una pregunta de números ó
cantidades y que determinen precisamente
el número, mas bien que valerse de las le-
tras convencionales para formar la palabra.
Bajo el citado principio, hemos establecido
la siguiente tabla ó alfabeto numérico.
o.
1
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
Atención'.
Decir (En lodos sus tiempos y modos).
Pues
Los que.
Cuantos
Tener á bien  - „ . - , ,
Scrvir-se. En todos sus modoí
Ver j y tiempos).
Precisamente
Exactamente.
-= i9
r
Heglas generales para su uso
Si la cantidad ó número se compone de
dos guarismos iguales usaremos de la adver-
tencia: Atención díí/o / Por ejemplo; Tenga
Vd. á bien (5) atención digo ! (5) indicarme el
número?(55). Supongamos ahora(jue la du-
plicación esté dentro de una cantidad mayo
por ejemplo '132i, entonces diremos; ^,Dí-
game (1). Pues (2). Atención digo! (2) cuan-
tos (i; hay? (1224).
Si son tres los números iguales usaremos
de la misma advertencia añadiendo á Aten-
ción le digo; por ejemplo 777 ; Diremos en
este caso; Veamos (7) atención le digo! (77)
¿mire Vd. que número es? (777).
Si las palabras ;)Oíií^a alencion! siguen al
final de la pregunta, entiéndase que debe du-
plicarse el número indicado, por ser repeti-
ción del valor de aquel número; por ejemplo.
/i
-=so ==
Sírvase (6) ver (7) precisamente (8) cuantos
(4) reales representa este vale? Ponga Vd.
atención ! 6784 + 6784 = 13568.
Emplearemos este último recurso cuando
las cantidades sean crecidas ó no podamos
hacerlo con facilidad por medio de las pala-
bras privilegiadas regulares.
Nos referimos á la parte práctica respecto
á las diferentes combinaciones numéricas que
pueden ofrecerse, en la cual pondremos gran
copia de ejemplos para la mas perfecta inte-
ligencia.
=- al
De los colores.
liemos orcido necesario dar á los colores
una nueva y especial tecnología á Un de hacer
mas espedita y fácil su comprensión.
Si el color ofrecido no viene sin embargo
comprendido en la lisia que ponemos á con-
tinuación , empléanse las letras señaladas
anteriormente.
Colores. Preguntas determinantes.
Blanco El
Negro Su
Amarillo Cual
Verde Que
Morado | el
Azul Diga. . ; su ^(^olor.
V^ioleta. . • I cual
Colorado ' que
Naranjado ( e l
Carmesí. . • • Me-diiá. < su
Ceniza I cual
üla. . ^ qu<'
=-= 52 =
Pardo / e l
Rojizo Digame. J su
Gris I cual
Verde gris J, que
Safir I el
Celeste ) su
Encarnado.. Tenga á bien J cual /('.olor;
Bronce decirme. ' que
Castaño / e l
Cobrizo.. . . Sírvase de- I su
Rosado cirme.  cual
Pajizo ( que
Lo Jiiisino (Jirciiiüs de ios colores, de lo sen-
lado antcriormcnle respcclo alusode las pa-
labras no privilegiadas ; así es que si el ob-
jelo consta de dos ó mas colores deberá em-
plearse un circunloquio; i)ür ejemplo : ])/-
</aiHc el (pardo) color dominante de este tapiz
y cual color (amarillo) se vé mas en su ce-
nefa.
sa =
• 4 - ' " ^ 5fe - ^ ( ^ « ^ ' ^ t ^ c i ^ ' J ? ' - * ' t ^ - ^ # > # • # • ''F # ^ "í^- ú*¿># < ^ •i*^v#>'-•*•• '*< ^ '<.">'4*
Flores.
Ponemos á continuación la siguicnle lisia
de las flores mas comunes por orden alfabé-
tico, á fin de que sean de mas fácil retención
sus palabras de demanda equivalentes.
Alhelí. .
Amaranto.
Anemona.
Azahar.
Azucena.
Clavel. .
Girasol.
Jazmín.
í.irio. .
Rosa. •
Tulipán.
Violeta.
}Indique
Diga }
Me dirá }
Dígame |
Tenga á bien i
decirme >
Sírvase de- i
cirrae /
el
su
el
su
el
su
el
-SU
el
su
el
su
nombre
SEGUNDA PARTE
PRÁCTICA.
mmu PARTE.
-=©§>-
Práctica.
#>J;'('5 Xff.^emos colocado los nombres, cu-
"*;;• H;^C({;^yos ejemplos demostrativos for-
"^'' *f'^ man la materia de esta segunda
parte, en orden alfabetice, á ün de que sean
mas fáciles de encontrar en caso de ser bus-
cados.
Al pié de cada artículo, van las observa-
ciones que hemos creido indispensables ha-
cer para la mejor inteligencia de la parte teó-
rica V como á corolario de las reglas senta-
= 58 =
das anteriormente. Si la sencillez de la pre-
gunta no admite ninguna duda, es decir que
el único conocimiento teórico baste para la
comprensión regular de la demanda, ó bien
quede prevenido lo necesario anteriormente,
precindimos entonces de toda observación.
Hemos escojido únicamente aquellos nom-
bres que por su signiflcado, clase, especie,
condición etc. fuesen susceptibles de mas
variadas preguntas relativas al mismo.
Finalmente hemos puesto algunos ejem-
plos de algunos seres abstractos, para que se
vea que basta conocer el nombre del objeto
ó la palabra que se intenta saber, para que
esta pueda incluirse en la demanda.
Abanico.
¿ Mire (a) lo que {b) tengo en la mano ? =
A¿-anioo, Véase lo que dijimos anteriormen-
te acerca esta palabra.
= 59 =
¿Pues-oiga (/«) mire (a) cual-es (r) la ma.
teria de su armadura? = Mar-íú.
¿Qué...^c) Vea [o) pues, oiga ? (») cons-
tituye la base de su armadura. = Con-chu.
¿ De lo que (6) está formada su armadura
mire (a) pu...es? (/)-ifflWena.
¿De cual (p) materia mire («/) pu....es?
(/) está formada su armadura— Pal-o.
¿Vea (o) cual-es (r) el metal de su pié?-
Or-o.
¿Cual (p) pu...cs? (/) es el metal de su
pié? — -P/-ata.
¿Sírvase decirme que color domina en el
pié de este abanico. —El pajizo.
¿Dígame cual color ó cual es el color del
pié de este abanico? — Gris.
¿ Vea (7) Vd. las ballenas de que consta
este abanico? — Siete.
¿Ue figuras las que (3) hay? — Tres.
¿ Vea (o) á que sexo pertenecen? — Uom~
bres.
¿Pues-oyga [m) indique del sexo que son ?
— Mugeres.
= 60 =
¿Cual (p) objeto pintado , Atención! (e)
hay junto á una Señora, cual-es (?) — Un
Verr-o.
En el anterior artículo (jueda demostrado
prácticamente el empico de nuestro abece-
dario, el de los números y la parte demostra-
tiva de los colores. Dijimos ya, que como la
pregunta revela por si misma si se trata de
estas dos últimas cosas, abandonando enton-
ces el uso del abecedario general, recurra
el demandado al particular de dichas cosas
y con facilidad hallará lo que se le pregunta.
Pero si por esta regla no hallase tal vez la
solución do la pregunta, vuelva otra vez al
empleo del alfabeto general.
No solamente podremos preguntar los ob-
jetos corpóreos y que tengamos en nuestro
poder, sino que también podremos hacerlo
con los incorpóreos ó abstractos; pero antes,
como se deja entender, deberemos enterar-
nos ya por medio de la misma persona inte-
resada ya por saberlo nosotros previamente.
== 61
Abogado.
;,Mii'e (a) lo que (6) es el caballero? Vea
[o] indicjue pues [g] su profesión ? — Abo-
sado.
¿Sírvase (G) indicar ahora sus años de
práctica? — Seis.
¿Dígame (1) Atención! (o) el dia de este
raes que informó — El dia diez.
¿Sus años, los que (3) cuenta?— Treinta.
¿Que...? (<;) estado tiene? Mire? [a] —
Ca-sado.
¿Me dirá Vd. ij) pues (f/) si tiene hijos?-
Si tiene.
(/Dígame (1) su número? —Uno.
¿Pues (2) diga (1) los años de su esposa ?
Veintiuno.
¿ Indique los años que (3) está casado? —
Tres.
= C2 =
¿Ahorapues-oigaú oiga-pues (m). Mire,
[a] dirá, cual? (/) es Vd. (<), el nombre de
su esposa? — Matilde.
Cuando la pregunta conste de dos ó mas
partes deberá hacerse una ligera pausa, ya
para dar lugar á que reflexione el deman-
dado, ya para hacerla mas propia y natural.
En la pregunta de la edad del abogado
hemos indicado íinicamcnlc tres por treinta;
esto podrá servir de regla en semejantes ca-
sos. Desde luego se hecha de ver que no pue-
den ser tres sus años, por consiguiente como
lo que deja de csprosarsc debe considerarse
que es un número común, entenderemos que
este deberá ser 0.
Cuando las palabras convencionales de la
pregunta no se acomoden fácilmente á las
letras que entran en el objeto de ella, nos val-
dremos de un rodeo ó bien indicaremos ya
desde luego la consecuencia ú objeto de la
pregunta como hemos visto en el sexto ejem-
plo del artículo anterior.
Respecto ala interposición practicada en la
= 63 =
penúltima pregunta, la haremos únicamen-
te en aquellos casos que la sencillez de la
demanda no deje ningún lugar á la duda.
,;Mire [a) pues, oiga? (n) Vd. (/) que ten-
go en la mano ? — Un anulo.
¿ Vea (o) cual-es (r) el metal de que está
formado? — De oro.
¿Nombre el dedo pues (2) en que me lo he
puesto? —El segundo.
¿ Indique laspiedras que (3) hay ? — Tres.
¿ Cual-es (r) atienda ! {u] la que (ó) hay
en el centro?— Un rubí.
¿Diga el color (morado) de las otras dos?-
Morado.
¿Qué...?(c) distinguirá Vd. (i) que,es..?
(/•) lo grabado en él?—Una n/ra.
= 64 =
¿ Diga [i) el número de letras y cual-es
(11) son.— Una letra y es la R.
¿Pues (2) indique el número de letras y
vea {0) cuales, so«? (S). —Hay dos letras y
son la O y la S.
¿Señale Vd. (i) cual, es? (s) la mano en
ijue mo lo he puesto? — La mano izíiuierda.
¿Cual (p) atención! (c) es pu-.-esf^V) la
materia de que está formado eslc anillo ? —
Es de pelo.
^S/'rvase decirme el color (castaiíoj del pe-
lo dcdiclio anillo?— Castaño.
¿Vea cual es su color (negro)? —Es ne-
gro.
Si bien el pues equivale al cardinal (2) no
pnodc haber ningún inconveniente que haga
las veces de ordinal cuando lo exija el con-
testo do la pregunta.
Cuando la pregunta no esté cargada de
letras ó números convencionales como suce-
de en la octava y nona del ejemplo anterior,
quede ademas bien determinado el número y
el nombre y separe los dos períodos de que
= 65 =
conste la puntuación correspondiente 6 bien
la conjunción copulativa ó disyuntiva, no
podrá haber dificultad en preguntar las dos
cosas á la vez.
Tampoco la habrá en la misma nona pre-
gunta , aun cuando empleemos cuales, son ?
(S) en lugar de cual, es ? (S) si marcamos
debidamente la coma ó pausa y la interro-
gación , así como no se puede confundir el
cual-es (pr. cuales) cuyo significado es B
con el signo citado equivalente á la S.
Oolsa.
¿Diga lo que [b) ve (o) pu...es? (/) Cual,
es? (s) el objeto entregado?—Una hoh^i.
¿Cual, és? {s) Atención! (e) el tejido de
que está formada ? — De seda.
¿Mire(«) deque? (r) ó cual, es? (s). Alen-
5
= 66 =
cion ! (e) el metal de que está formada su es-
tremidad superior ? — De acero.
¿De cual (p) pu-es? (/) mire (a) es la su-
perior. — De plata.
I Diga que color (colorado) tiene la bolsa.
Colorado.
¿Me dirá su color (carmesí)?—Carmesí.
¿ Mire (a) Vd. (i) si hay dinero ?— Si hay.
¿Vea (o) cual-es (r) el metal que mas
abunda? — Oro.
¿Cual (p) metal hay pu...es? (1) mas? —
De;)/ata.
¿Qué...? (c) metal vea (o) abunda mas?—
El cobre.
¿ Dígame (1) pues (2) en reales de vellón
los que (3) le parece á Vd. que hay? —
Ciento veinte y tres.
¿Dígame (1) atención! (o) los duros que
hay?—Diez.
= 67 =
Cadena.
¿Deseoqué..^^(c) mire (a) y me diga quc-
es (d) Atención! (e) el objeto que tengo en la
mano? — Una cadena.
¿ Vea (o) diga su metal?—De oro.
Cual (/)) el metal de que está formada ?
—De íjlata.
iCuanios (4) palmos tiene de longitud? -
Cuatro.
¿Atención! (e) cual, es? (s) diga, cual?
(í) figura forma su eslabón—La figura de
una esírella.
¿Diga, pues?(}i) ahora; ¿Vea (o) sies ver-
dadero el metal que representa ? No.
¿Diga si el metal qué...? (c) Vd. [i] ha
indicado es verdadero-S/.
¿Atienda! (w) Pues, diga? (n) Yd. [;[)
como se halla esta cadena?-í'«ida.
= 68 =
¿Diga cual-cs(r) pu...cs? [1) el objeto á
i|uc está unida. Yca! (o)-Un Ralo'].
¿Diga pu...es? {1). Atención! [e] Oiga,
pues"? («) diga el objeto á que está unida?-
[A /ente.
¿Diga qué...? (c) cuelga de ella; cual-
es (r) atienda {u) el objeto á que está unida?
-Una cruz.
Cartera.
¿Qué...? (c) tengo en la mano ? Mire («)!
Cual-es (r) su nombre, diga, cual ? (<) Aten-
ción ! (e)-Una car/era.
iQue color (verde) tiene?-Verde.
I Dígame su color (rojizo)?-Rojizo.
¿Cual, diga? [1) Mire ! («) es la piel de
que son...? [f] sus cubiertas?- De to//lete.
¿Cual, es? {s) Atención ! [v] la materia de
sus cubiertas? -Deseda.
= 69 =
¿Cual, (liga? (/) es el objeto sacado de
ella? Mire! (a) cual-es (r)?-Una íarjeta.
;. Vamos á ver? [Plural) cual [p] objeto
Mire ! (a) he sacado de ella 'l-l'nos impeles.
¿Qué...? (c) atienda! (H) examino abora?
Atención ! (e) Cual, diga? (/)?- inaniefífá.
¿Vea (7) Vd. el número de guarismos(luc
componen la suma?-Siete.
¿Sírvase (G) decirme (1) atención! (o
precisamente (.S) cuantas (i) unidades for-
man? Vea (7) pues (2) !-Es la suma de
(;.108,4-72.
¿Tenga Vd. á bien (5) mirar el número
(le guarismos que componen la suma? -Cinco.
¿Diga vi) exactamente {d) lux unidades
que (3) forman la suma? Atención le digo 1
(3aj-Forma la suma la cantidad de i;),3;$3.
¿Diga, cual-cs (r) Atención! [c) la mone-
da representada ? — Tíeales.
¿Diga que-es [d) Atienda ! («) la moneda
representada? — Duxo%.
¿Diga que, es? (/) la moneda representa-
da? Cual-es (/•;? —i'Vancos.
= 70 =
¿Diga ahorapu...es? (/) Atención ! (e) el
nombre del papel que tengo en la mano ?
Cual, diga? (t). — Una lelrn.
¿Pues-oiga (m) mire {a) el nombre de la
población que-es [d) librada ? Diga cual-es
(/•). — Madriá.
¿ Diga á cuantos (4) dias vista ? — A cua-
tro.
¿ Sírvase (6) Atención! (o) indicarme los
(lias fecha á que está librada ? — A sesenta
(lias.
¿Mire (a) que...? (c) atención ! (e) ó cual
(p) requisito tiene? — Esta acepladii.
¿Pues (2) Vea (7) el dia del mes que fué
aceptada?—El dia ventisiele.
¿Mire («) pues, {g) vea (o) ahora el mes,
en que fué aceptada. —El mes de agosto.
¿Diga (i) precisamente (8) cual (4) año?
Vea (7) el que es.?— Mil ochocientos cua-
renta y siete.
¿ Sírvase (fi) leer ahora exactamente (9)
atención ! (o) loa números (¡ue (3) forman el
de la letra? — Núm. 6903.
=. 71 =
¿ Duja cual color (violeta) tiene el sello
dentro el cual se halla el número? — Color
violeta.
iDiga (1) atención! (o) atención le digo !
(oo) Indique el valor en duros de esta letra
— Mil duros.
¿Sírvase decirme lo que (¿) á Vd. [i) le pa-
rezca pu...es.^ (/) estoy examinando ? Aten-
ción! (e) cual, diga? (?)-Un Billele>.
I Tenga á bien decirme cual color (encar-
nado) tiene el lacre con que está cerrado ?-
Color encarnado.
¿Qué, es...? (/) pu...es? (/) Atención! (e)
lo grabado en él ?-Una /Zccha.
Cartón de lotería.
¿Qué...? (c) objeto, mire! (a) tengo en la
mano.? Cual-es (r) pu...es? [1) vea (o) su
nombre; diga, cual ? (/) Atención! (e) - Un
cartón de /otória.
= 72 =
¿Sírvase (6) decirme (1) el número seña-
lado?-Sesenta y uno.
¿ Indique cxaclamenle (9) atención! (o) el
número señalado?-Noventa.
¿Pues (2) nombre la jugada hecha?-Un
ambo.
¿ Tenga á bien (5) indicar !a jugada he-
cha?-l;n quinto.
;.yea (7) los números que me faltan llenar
y diga (1) de que ]ínca?¡- Faltan llenar stelv
números de la primera línea.
;. Vea (7) Vd. y tenga á bien (5) nombrar
el número que me falta para completar un
cuaterno?-El número setenta y cinco.
;. Seííale ¡a casilla rjiie (3) es ? - La tercera.
¿Cual (4) es el número precisamente (<S)
deseado para ganar el primer (¡uintoV-KÍ
número cuarenta y ocho.
¿Dígame (1) cual (4) número 6 cantidad
componen los números sctialados, si son mu-
chos y su valor respectivo?-Forman la can-
tidad de cmco y son el uno y el cuatro.
¿ Sírvase (6) indicarme exactamente (9)
la cantidad forinada por los números seña-
lados, su número y víilor respectivo?-Si
ambos so suman forman quince y si el prime-
ro se coloca antes del segundo representan
sesenta y nueve.
Nos hemos valido del número dos para
determinar la jugada del ambo, así como del
cinco para indicar el quinto; primero por
hacer su indicación mas espedida y segundo
porque no puede ofrecer ninguna duda al
demandado cuando se trate de unas jugadas
tan señaladas.
Infinitas pueden ser las combinaciones que
pueden presentarse como las indicadas en los
ejemplos décimo y undécimo del artículo an-
terior, cuidando empero siempre que en la
pregunta no entre ninguna partícula, verbo
ó abverbio no privilegiado o sin significaciori
<]ue pueda confundirse con aquellos.
Cigarro.
¿Qué..? (c)(liga Yd. (¿) pues {g), tengo en
la mano? — Un cigarro.
¿Vamos á ver! ¿Que...? (c) diga Yd. (¿)
pues ig) tengo en la mano?— Unos cigarros.
¿Sírvase (6) indicar su número?—S«ÍS.
¿A cual (p) clase mire («) pues (g) perte-
cen ? Atienda! («<) — Son paju&hs.
¿Cual (p) atienda! (M) es su clase?Diga
cual-es. (r) — Son puros.
¿Mire {a) lo que (¿) son? Mire (o) su cla-
se ?—Son habams.
¿Diga lo que (6) á Vmd {i) le parecen ser?
Cual-es (r) pues [g] diga Yd. (i) su clase?—
Son «íV/mios.
¿ A cual (p) clase mire (a) á cual (p) aten-
ción! (e) pu...es'? (/) pertenecen.—Son de
papel.
= 75 =
¿En cual (p) estado mire! (a) pues (g) se
halla el cigarro?—A;)a(/ado.
¿Atención! (e) Oiga, pues? (/i) en qué..?
('•) estado se halla? Atención! [e] — Se halla
t'nccüdiáo.
¿Dígame su color (rojizo)?—Son rojizos.
¿De este tabaco indique Vd. su color (ne-
gro)?—Es negro.
Dibujo.
¿ Oue-es (d) diga Vd. (i) lo que (b) tengo?
Atienda 1 [u] pues [g). — Un dibujo.
¿ Qué; es...? (/) pu . .es ? (/) vea (o) el ob-
jeto representado? — Una ¡lev.
¿ Me dirá su nombre (clavel) ? — Un clavel.
¿ Varaos á ver! (plural) Mire (a) cual-es
[r] el dibujo examinado y lo que (6) repre-
senta vea. — Son unos orioles.
¿ Que color (verde) tienen? —• Verde.
¿Qué...? (c) objeto, mire (a) hay dibuja-
lio ; cual, es? {s) mire! (a) — Una cana.
/, Tenga á bien (5) indicar el número de
balcones del primer piso? —Son cinco.
¿Cuantas; 4) ventanas hay en el secundo?
— Cuatro.
¿ Mire [a) como so halla fe reja que [b] Vd.
(O distinguirá en el patio? Atención ! 'e) —
Se halln abievta.
¿Cual(;;) objeto ve (o) junto á un árbol.
Cual, es? (s) su nombre. Vea! (o). Es un
pozo.
¿Pues-oiga! (m) atienda í//)pues '¡¡) abd-
ra á lo dibujado en este papel. Atención ! (c)
— Es una mugev.
j. Tenga á bien decirme el nombre (lirio) de
lo (jue lleva en la mano?—Es un lirio.
¡,}c dirá que color (lila) Üenc su vestido?
— Color lila.
¡,Dígu d rolor (morado) de su pañoleta?-
Morado.
¿ Cual color (amarillo) tienen sus guantes?
— Color amarillo.
(
=. 77 =
¿Cual (/)) mire (a) Yd. [i) es este dibujo/
J'Jsunpamie.
¿Cual-es (r) diga Vd. [i] lo pintado á la
derecha ? Vea (o)! — Es un rio.
¿Diga lo que {b)hay, atienda (tí) Vd. {i)
á la izquierda?—Hay un buey.
¡. Sírvase (G) contar los pájaros que hay
dibujados en el centro ?—Son seis.
¿ Diga (1) pues (2) ahora el número de las
i'stacasquesevenen la orilla del rio?-Son i 2.
Fruta.
¿Que, es? (/) lo que tengo? Cual-es (r)
su nombre genérico. Atienda 1 («) diga cual?
(l) — Una fruldi.
¿Diga Vd. (í) pues {(j) su nombre particu-
lar. Vea! [o)—Es un higo.
¿Cual (p) diga, atención {e) es su nom-
I)re; cual-es (r) Mire! («) — Es una pera.
¿Vea (o) pu...es? (/) Vd. (i) su nombro?
— Una oliva.
¡ Vamos á ver ! Atienda (w) á lo que {b)
miro (a) yo! SOM «¿ÍIS.
i Vamos á ver! Cual (p) mire ! (a) cual,
es? (s)—Sonpas&i.
Libro.
Diga pu...es? (/) Vd. (í) lo que (/y) leiigo
en la mano? -- Un libro.
¿Digapu..es? (/) Vd. (Í)la clase áque per-
tenece? Cual, diga? (<) es Atención ! (e) —
Es de íííeratura.
¿Oiga, pues (íí) Fea {o) lo que {b) es? Aten-
ción! {e)—Esiim mveVd.
¿ Mire (Á) cual-es (r) su título; diga, cual?
{¿) Atienda! {H).—ES el Arturo.
¿Indique pues [2¡) los tomos do que cons-
ta ? —Consta de dos tomos.
= 79 =
¿Indique pues (2) cuantas (4) páginas tie-
ne el primer tomo. Atención! (o) —Consta
de doscientas cuarenta páginas.
¿Pues (2) Fea (7) exactamente (9) las del
segundo?-Tiene dos cientassetentaynuevc.
¿Sírvase (6) señalar el número de capítu-
los del primero ? — CojiMa de seis capítulos ?
¿ Tenga á bien decir (5) ahora los del se-
gundo?— Son cinco.
¿Diga (1) si ve (7) cual (i) es la página
que tengo abierta?-¿a]W(/ma 174,
¿^Nombre cual, es? (S) la letra que prin-
cipia la página y cual (p) la letra en que ter-
mina ¿'— Principia la página con la letra S.
y termina con la letra P.
¿Indique ahora pues {g) Vd. {i) las inicia-
les del autor?—Sow la G. y la Y.?
¿Diga (1) (Fea (7) Fd,) exactamente (9)
Atención digo! (9) el año de la edición? —
Es del año ^1^9.
¿ Cual [p) clase de encuademación tiene;
Atención I (<?) cual-es (r) pues (^)?- Está en-
cuadernado en pergamino.
= 80 =
¿Cual (/>) mire («) es la ciase de encua-
demación ; cual, es? [s] —Está enpas[&.
¿Sírvase decirme cual es el color (rosado)
del papel de las cubiertas?--Es de color ro-
sado.
¿Sírvase (0) Vd. decirme (1) que página
se halla rota?--Lapágina sesenta y uno.
Medalla y moneda.
¿Pucs-oiga (w) Atención! (e) ([ue es {d)
mire! [a) pu...es? [1) el objeto que se me ba
dado?— lina medaña..
¿ Cual-cs (r) Fea (o) la clase á que perte-
nece?— Es romana.
¿Atención! (e) pucs-oiga {m) cual {p) es
el busto rcpreseíitado en ella? Atención ! (e)
— Es el de un emperadoT.
¿Oiga, pues? (n) atención ! (e) cual-es(rj
Vea (o) su nombre?-- Fs de Nerón.
= 81 =
¿A qué...? (c) clase Vea (o) pu...es? (¿)
vea ! (o) pertenece ? --A las coloniales.
¿Diga Fd. (í) pu...es? (/) Alencion! (e)
cual-es(r) la colonia á que pertenece ? —4
la de íleráa,.
¿Oiga, pues? (n) mire (a) cual {p) cele-
bridad hay en esta medalla; vea! (o) ~ Hay
el busto de Napoleón.
¿De qué...? (c) metal vea (o) es?— De co-
bre.
¿Pues-oiga (m) vea! (o) Oiga, pues? (H)
Atención! (e) que-es (d) mire (a) lo que ten-
go en la mano ? — Una moneda.
¿Cual (p) pu...es?(/) mire (a) es su me-
tal?—ís deplal&l
¿Diga lo que-cs (d) Atienda (?*)cual-es (r)
su nombre ?—Es un duro.
¿ Diga cual (p) atención (e), cual, es ? (s)
su nombre?—Í7naj9(?seta.
¿ Cual-es [r] atención! (e) mire! («) su va-
lor?—/?e un real.
¿Diga Fd. {i) cual, es? (s)mire! (a) d
soberano ? — Es Isaholino.
O
==82=-
¿Qué... ?(c) soberano mire (a) hay? Cual-
es (r)pu...es? {l)~Es Cario?,.
¿Indique el que (3) es?—Es Carlos III.
¿Diga(1) pues (2) el valor en maravedi-
ses de la moneda que tengo en la mano? —
Es de tres cuartos ó doce maravedises.
¿Señale los reales vellón que (3) vale pues
(2) la moneda entregada. Atención! (o) —Es
una onza de oro de valor 320 rs. vn.
¿Diga (1) exactamente (9) elvalor (juese da
á la moneda que tengo en la mano y el nom
bre que tiene?—Es un escudo de cinco fran-
cos de valor convenido dies y nueve reales.
¿Diga, pues? (n) mire (a) Vd. [i) cual [p)
objeto se me ha dado. Atención! (e) — Un
naipe.
¿Vea (o) cual-es (r) el palo á que pertene-
ce?—A/ de oros.
= 83=.
¿ Sírvase (6) decirme que carta es? — El
seis de oros.
¿A qué..? (c) palo vea (o) pertenece? —
Al de copas.
¿ Diga (1) que carta es?—El as de copas.
¿Atención ! (e) cual, es? (s) el palo áque
pertenece ? — Al de espadas.
¿Cual-es (r) Atención! (e) diga Vd. {y) la
carta? — Es el rey de espadas.
¿El palo que {b) pertenece esta carta, mi-
re (a) cual, es? {s)~El de bustos.
¿ Cual, es? (s) vea (o) la carta? —La so-
la de bastos.
¿Tenga Vd. á bien (5) ver cuanto (4) su-
man las dos cartas que me han dado é indi-
que el valor de la una y el de la otra?-Am-
bas suman nueve: la una vale cinco y la otra
cuatro.
Oblea.
¿Vea (o) lo que {b) se me ha dado pu..eí'
(/) Atención! [e] Mire (o)— Una oblea.
== 84 =
¿Pues (g) vea (o) su calidad?—Es de f/o-
ma.
¿Cual {p) mire (a) cual, es? (s) su calidad.
Ks de paslSi.
¿Medirá cual color (ceniza) tiene la di-
cha oblea?—Color ceniza,
¿ Dígame que color (verde gris) tiene la de
pasta? — Color verde gris.
Palo.
¿Cual (p) mire (a) es pu...cs? (/) vea [o]
el objeto entregado? — Es un palo.
¿Sírvase decirme su color (cobrizo).—Es
de color cobrizo.
¿ El color (blanco) de su puño cual es? —
Es blanco.
¿De que...? (c) materia, vea (o) óigame,
pues? (íí) está formado dicho palo?—Z>Í' ron-
cha..
¿Cual ip) mire (a) pues (/) es la base del
mismo?—De madera.
= 85 =
¿Cuantos (4) nudos figurados tiene? —
Cuatro.
¿Cual, es? (s) Atención! (e) el material
de su cordón?—Seda.
Periódico.
¿Quc-es(íí) diga Vd. {i) mire! {n) esto?
Cual-es (r) diga Yd. (i) su nombre. Vea (o)!
— Un diario ó periódico.
Cuantas (4) páginas tiene?—Cuatro.
¿Diga (1)las páginas, sírvase(6) Vd. con-
tarlas.— Son diez y seis.
¿Atención! (e) que...? (c) título vea (o)
tiene el primero? — Es el Eco.
¿Cual-es (r) diga Vd. [i) cual, es? (s) mi-
re (a) el título del segundo?-£'s/a Risa.
¿ A cual [f] nación vea (o) pertenece? Cual-
es (r)?~Esprtugués.
¿Cual, es? (s)la nación á que pertenece,
cual {f) mire [a]! — Es de Esfañ^.
= 86 =
¿Pues (2) diga (5)deldiaquees?-i)e/dííí
tdnlicinco.
¿Indique precisameute (8) de que mes?
— Es del mes de agosto.
¿ Diga (1) pues (2) de que mes? Bel mes
de diciembre.
¿Vea (7) el dia de la semana? — Es del
domingo.
¿De cual (4) dia de la semana es? — Es
deljneves.
¿Sírvase (6) decirme (1) cual (4) es el nú-
mero ? — Es el número seiscientos catorce.
¿Vea (7) Vd. el número que (3) tiene? —
El número setenta y tres.
¿ Diga pues (2) atención (o) los reales que
cuesta de suscripción mensual? — Cuesta
veinte reales.
Nos hemos valido de los números comunes
para indicar los meses del año y los dias de
la semana, porque su empleo no puede ofre-
cer nunca la menor duda y simplifica nota-
blemente la pregunta.
87 =
Reloj.
¿Cual-es (r) atención! (e) pu.,.es? (/) el
objeto entregado? Vea! (o)—Es un reloj.
¿ Vea (o) cual-es (r) su metal?— Es de oro.
¿Cual (p) pu.. .es? {1) mire! (a) essu metal?
— Es de plata.
¿Diga (í) atención! (0) la hora señalada?
—Señálalas diez.
¿Sírvase (6) decirme que hora es? —Las
seis.
¿Mire los cuartos qwe (3) son para las sie-
te?—Tres.
¿ Cuantos (4) minutos faltan para la media?
— Cuatro.
¿ Vea (7) los minutos que faltan para ser
exactamente (9) la hora que señala este re-
loj ?-Frt//aw siete minutospara dar las nueve.
¿ Indique exactamente (9) los minutos que
faltan y vea (7) de que hora,! — Fallan nue-
ve minutospara dar las siete.
= 88 ==
¿Indique aliora sobre cuantas (4) piedras
esta montado? — Sobre cuatro.
¿Tenga Vd. á bien (5) atención! (o) ver
(7) pues (2) ahora el número de este reloj?—
Tiene el número cinco mil setenta y dos.
¿Sepamos ahora exacta (9) y precisamen-
te (8) su número; vea (7) sírvase Vd. (6) de-
cirio? — Tiene elnúmero Nueve mil ochocien-
tos setenta y seis.
Silla.
¿Cual, es? (5) indique Vd. («) pu...es? (()
el objeto señalado ? Mire! (a) — Una silla.
¿De qué...? (c) madera mire! (a) esta for-
mada? Vea! (o) —De caoba.
¿ Tenga á bien decirme su color (celeste)-—
Está pintada de color celeste.
¿ Teiiga á bien decirme el color (safir) de su
funda? —Es de color safir.
¿Cual (p) cosa ú objeto observa Vd. (?)
está tocando ahora, atención! (?) su peldaño?
— Ln pié.
= 89 =
¿Qué...? (c) Vea! (o) que-es (d) lo apoya-
do en el respaldo? — El codo.
¿Vea (7) el número de las flores que hay
pintadas en el raso de su asiento.—Son siete.
¿Dígame el nombre (girasol) de laque se-
ñalo.?—Es un girasol.
Sírvase decirme el nombre (tulipán) de la
flor que señala el caballero?—Es un tulipán,
¿Cuantos (4) son los colores de la paja del
asiento de esta silla— Son cuatro.
i Diga cual (violeta) es el que señalo-Es
violeta.
Taza.
¿Cual, diga? [t) mire! (a) cual, es? (s) el
objeto entregado? Mire! (a)—Es una taza.
¿ Vea (o) cual-es {r) la materia de que está
formada?-.-Es de oro.
¿Qué...?(c) materia la forma? Cual-es (?)
observe Vd. (i) su nombre? —A's um copa
f/e cristal.
= 90 =
¿ Pues, oiga ? {n) mire (a) que-es [d] lo que
hay dentro?-No hay nada.
¿Pu...es? (O observe Yd. {i) que? (c) hay
ahora?-//ay/ícor.
¿Medirá el color? (naranjado).-Si señor
es de color naranjado.
¿Lo que [b) hay dentro Vd. (i) me dirá?-
Hay vim.
¿y GAelcolor (blanco)?-Esde color blanco.
¿Del líquido que hay en esta taza diga su
color (azul)?-Es azul.
Ejemplos de objetos abstractos.
¿ Cual [f) mire (a) es el deseo del caballe-
ro. Cual, es? {s)-La paz.
¿Se me han dado dos números vea (7)
pues (2) la cantidad que forman ambos é in-
dique el del uno y del otro?—Ambos compo-
nen la cantidad de Nueve: el primero es sie-
te y el segundo dos.
¿ Ahora pues-oiga: [M) mire (a) cual-es
= 91 =
(r) pues (;;) el nombre de pila que me ha di-
cho se llamaba la señora'^—Margarita.
¿ Tenga á bien (5) decir (1) el número que
le cupo en suerte al señor en el sorteo del
reemplazo?—E/wMwero cincuenta y uno.
I Dígame el color (pardo) del pantalón del
caballero ? —£"5 de color pardo.
¿ Dígame el nombre do la flor (jazmín) que
se ha pensado la señora — Jazmín.
¿Diga pu...es? (/) Vea (o) nombre el de-
seo manifestado por el señor, diga, cual ?
(í) es. Atención! (e) — Desea sacar/a lotería..
¿Diga(1) el número de sus hermanos,
cuantas (4) son sus hermanas y sírvase (6)
manifestar el número también de sus primos?
—Tiene un hermano, cuatro hermanas y
seis primos.
¿Vea el dia pues (2) que debe llegar preci-
samente (8) la carta que aguarda el caballe-
ro. —Debe llegar el dia veintiocho.
= 92 .=
Tabla numérica
Para poder hallar y retener con mas facili-
dad las palabras equivalentes á los números
ordinarios.
10 Diga, atención!
11 Diga, atención digo.
12 Diga, pues.
13 Diga, el ó los, las, que.
14 Diga cuantos.
15 Diga, tenga á bien.
1() Diga, sírvase.
17 Diga, vea.
18 Diga precisamente.
19 Diga exactamente.
20 Pues, atención !
21 Pues, diga.
22 Pues , atención digo ¡
23 Pues, el que etc.
24 Pues cuantos, cual, cuales.
S."} Pues, tenga á bien.
2G Pues, sírvase Vd.
27 Pues, vea.
25 Pues, precisamente.
39 Pues, exactamente.
30 El que, atención!
31 El que, diga.
32 El que, pues.
33 El que, atención digo!
34 El que ó cuíil.
35 El que, tenga á bien.
30 El que , sírvase.
37 El que , vea.
= 93 =
38 El que precisamente.
39 El que exactamente.
40 Cuanto, atención.
H Cuantos, diga.
43 Cuantos los que.
•iS Cuantos, tenga á bien.
47 Cuantos, vea.
•49 Cuantos exactamente.
50 Tenga á bien, atención!
52 Tenga á bien, pues.
54 Tenga á bien, cuantos.
56 Tenga á bien servirse.
58 Tenga á bien {precisamente.
60 Sírvase, atención !
63 Sírvase indicar (1) los que.
66 Sírvase Vd. atención digo !
69 Sírvase (indicar) exactamente.
70 Vea, atención !
7í Vea, cuantos.
78 Vea precisamente.
80 (Indique) precisamente atención!
85 (Indique) precisamente (el n°.) tenga á bien.
90 (Indique) exactamente atención !
96 (Indique exactamente (el número) sírvase Vd.
100 Diga, atención i atención digo I
1000 Diga atención 1 atención le digo I
2.000 Pues, atención! atención le digo 1 etc.
Únicamente haremos uso de estas últimas
palabras en el caso de marcar la pregunta los
railes fijos; pero si van acompañados dichos
railes de otros guarismos, seguiremos el mé-
todo empleado anteriormente.
(1) Hemos demostrado ya así en la parte teórica,
como en los ejemplos prácticos anteriores , la ne-
cesidad de interpolar palabras no privilegiadas, en-
tre las que lo son.
r^
IHBi
• ~ ^ ^ ^ > ~
*i»fí> <K*;>8> n vano serian todas las reglas y
«>^v> v,>^^> ejemplos citados, si un estudio
Hy|f H ^ detenido y constante nos no pu-
siera en el caso de emplear aquellas con faci-
lidad é imitar á estos con soltura y sin es-
fuerzo. Indispensable será la práctica ante
todo, si queremos reportar las ventajas que
puede ofrecer este arte; por ella se logrará
al cabo emplear los signos y letras convenció
nales, con pare&ida ó igual rapidez á la que
usamos generalmente para espresar las pala-
bras comunes; cUa nos solventará las diti-
= 95 =
cultades que en un principio deben por ne-
cesidad ofrecerse, y por ella en fin logra-
remos , no sin sorpresa por parte de algu-
nos, lo que hasta ahora habiasido cuasi des-
conocido entro nosotros.
Ojalá que nuestros esfuerzos contribuyan
al logro apetecido y sirvan de emulación, pa-
ra que otros hagan un estudio mas profundo
y saquen, si es posible, un partido tpdavía
mas beneficioso de este arte que bien podre-
mos llamarle Arte mágico del siglo XIX.
ÍNDICE.
Pág.
Advertencia 3
Introducción !'
Primera parte. — Teórica ¿3
Abecedario 28
De las vocales 29
De las consonantes '^2
Empleo de las letras convencionales. . . . '.Vi
De las palabras no privilegiadas 44
De los números 47
Colores , 51
Tegnologia especial de algunas flores.... S3
Segunda parte. — Práctica 55
Ejemplos prácticos 58
Tabla numérica "2
(kmclusion ^i
Siendo esta obra propiedad esclusiva de la
Sra. VIUDA É HIJOS DE MAYOL , será perseguido
con todo el rigor de las leyes ciialquier^que
la reiraprima sín su consentimientp, ' ? *
i. # ,

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El secreto de la doble vista antimagnética - Ilusionismo

  • 1. EL SECRETO DE LA DOBLE VISTA ANTI-MAGNÉTICA.
  • 2.
  • 3. EL SECRETO PUESTO AL ALCANCE DE TODOS; Ó sea RTE DE ADIVINAR LO QUE NO SE VE Y DEMOSTRAR LO QUE NO SE TOCA. por § . QÍID. § . oHlu). «••^Uií^ BARCELOIKA^ liup. y !ib. de V. é H. de MAYOL, editores, calle de Fernando 7.° núm. 29. 1847
  • 4.
  • 5. 5 = ntes de entrar en materia per- ^x ÍJLSL 5 Q^yll^ mitiranos el lector que espon- gamos sumariamente algunos estremos relativos á esta obra. Las razones que en primer lugar, he- mos tonido para emplear el título de El secreto de la doble vtsla anli-magnéítca, para esta obra se fundan : 1. o en que como es fama que Ka doble vista alcanza los obje- tos mas recónditos y apartados y esto no
  • 6. = 6 = se habia podido lograr hasta ahora, al me- nos que sepamos , sino por medio del lla- mado magnetismo , hemos crcido tener (¡uc desvanecer esta suposición , manifestando desde luego que ningún papel jugaba en ella la ciencia de Mesmer y ^. ® , que si bien he- mos empleado la palabra dobk-visla ha sido mas bien para hacer mas inteligible nuestro objeto , para el común de los lec- tores , aunque en la cscencia no sea real- mente mas que una doble inteligencia. Debemos declarar ademas, que nuestro trabajo no está basado, apoyado ni imitado de ningún otro semejante ó parecido. Mu- cho tiempo hace que habiamos imaginado la posibilidad de un arte que diese á las pala- bras pronunciadas un doble sonlido, si bien de antemano convenido, y esta idea que, ya cuando niños, habiamos realizado hasta cierto pnnto en el escrito, es la que hemos resuelto metodizar ahora en el discurso oral. Esto supuesto, si este método merece por su invención y su objeto alguna considera-
  • 7. cion, SI alguu mérito quiero suponérsele, nos corresponderá esclusivameule á nosotros, si así no es, aprecíese al menos la buena intención ([ue en ello nos ha guiado. Toda nueva invención tiene en sus co- mienzos gran número de partidarios y ene- migos , cebándose estos últimos en las faltas ú omisiones, reales 6 falsas, que tal vez pue- den aparecer en ella; pero olvidan la mayor parle los sudores del autor, la intención casi siempre laudable que lo ha guiado , y el partido mas ó menos provechoso (jue los lectores pueden reportar de sus tareas. Res- pecto á estos últimos , debemos advertirles ({ue nuestras pretenciones son pocas, nues- tro orgullo ninguno ; sabido es que nada sa- lo perfecto de manos de los hombres, todo es succptible de mejora, no hay arte al- guno , por adelantado que esté, que no le falle todavía mucho que recorrer; todas las artes han tenido en sus comienzos escollos que salvar , defectos quo corregir ; el nues- tro es enteramente nuevo; si algunas faltas
  • 8. == 8 = 11 omisiones se observan en nuestro libro, sean en buen hora corregidas, adicione nuestra idea otro mas inteligente ó mas fe- liz ; á nosotros nos habrá cabido al menos la satisfacción de ser los primeros que haya- mos metodizado este arte , hasta al presente ignorado, ó al menos muy poco conocido en- tre nosotros.
  • 9. • ^ ' V - , 3S}Si¿i(i>id^(a33<!>Sí.
  • 10.
  • 11. = 11 = INTRODUCCIÓN. {{) -»i- 2<KJ'ÍS''F%tS uando Dios crió al hombre, dióle *1lt° Vn "^^^S ademas de un entendimiento cla- ^fffl^t^ro y un sano juicio , una voz para poder espresar sus ideas y conceptos; do modo, que entre las maravillas que colo- can al hombre en el lugar tan distinguido (1) Prescindiremos en esta introducción de la cilacion de fechas y nombres do autores , ya para no abultar la obra, ya por no ser indispensables di- chas cosas á nuestro objeto.
  • 12. = 12 - como ocupa en la creación , no es la menor esa facilidad con que, sin perder nada de su ser, y únicamente por medio de la suave agitación del aire operada en el órgano de la voz, comunica á los demás con una nme- jorable facilidad y suma rapidez, cuanto sien- te interiormente su alma. Sin la voz tendria que valerse el liombrc para poder comuni- car sus ideas, de signos mas ó menos con- vencionales (1), de ademanes mas ó menos nobles , siempre tardíos, nunca perfectos. Esta voz es , sin embargo, tan útil como pasagera ; veloz como el rayo , como éste se cstingue apenas despide su fulgor, hie- re sin ser vista, desaparece apenas es oida. Conociendo sin duda los primeros hombres este grande inconveniente , trataron de in- ventar algunos medios para que por el de las imágenes quedase la voz perenne por algún tiempo y visible á sus sentidos. De ahí (t) Sabido es el abecedario figurado, que con el ausilio de los dedos emplean los sordo-mudos para comunicarse sus ideas mutuamente.
  • 13. = 13 = las toscas figuras en representación de al- gún pensamiento o liecho, grabados en los troncos de los árboles y en la superficie de las piedras, y mas tarde los gcroglíficos y objetos simbólicos de los monumentos Egip- cios, especie de mamotretos figurados, en donde fijaba el hombre , la familia ó el pueblo su historia, sus recuerdos ó sus glorias. No satisfecho todavía el hombre con aquel primer paso dado para la retención ó ima- gen de un hecho o idea emitida, de un su- ceso anteriormente acaecido, mas egoísta al paso que mas adelantó en la senda de la civilización y del saber, quiso reservarse para sí ó su familia csclusivamentc ,'os he- chos ó recuerdos, de cuya memoria, hasta entonces, hablan sido poseedores los pue- blos en mancomún. Dejó de escribir en la corteza de los árboles y renunció emplear el mármol ó el granito para dejar graba- das en él sus ideas, y escogió otros obje- tos que por mas sencillos y manejables, fue-
  • 14. >= 14 == sen menos costosos y mas suceptibles por su forma y peso de guardarse y conser- varse con suma facilidad. Las hojas de cier- tos árboles , las tablillas enceradas, el pa- piro, el pergamino y linalmente el papel, le fueron sucesivamente ofreciendo su mas ó menos tersa, auníiuc siempre dispuesta superficie para poder pintar , ó mas bien, escribir en ella lo (¡uc antes habia hecho mas costosa ó imperfectamente sobro los objetos que hemos citado ú otros semejantes. El arte de conservar el pensamiento li- mitado en los primitivos tiempos á figuras mas ó menos raras, objetos mas ó menos caprichosos, signos, colores, emblemas en fin convencionales , difíciles de descifrar y suceptibles de yerro, arto del que apenas nos queda ya sino una remota idea conser- vada por la historia, fué paulatinamente perfeccionándose y engrandeciéndose. Sig- nos mas metódicos sucedieron á los signos ó figuras empleadas hasta entonces, su en- lace y método fué perfeccionándose, y el
  • 15. = 15 = arte (le la escritura, es decir , la combina- ción de algunos signos, llamados letras, terminaciones ó vocablos, formando estos se- gún su colocación las palabras en represen- tación de otras tantas ideas , quedó estable- cido para el uso del hombre si bien coa diferencia de signos y modo de enlazarlos según el pais á que pertenece (1), Inútil seria demostrar la inmensa utilidad que de su invención reportó aquel; bastará que di- gamos que estas letras ó signos, formando lo que llamamos el abecedario, fueron regulari- zándose á medida que fué mas conocido su uso y que el arto de la escritura dejó de ser el patrimonio de un reducido número de escribientes. Por último, con la invención de la imprenta debió de cobrar nuevo vue- lo , como asi fué en efecto, habiendo llega- do en nuestros dias la caligrafía á un pun- to de perfección difícil ya de adelantar. (1) Es notoria la diferencia de caracteres em- pleados en la escritura copta, griega, árabe, la- tina etc.
  • 16. ^ 16 = Dueíio ya para siempre el hombre de este mágico arto, cuya utilidad é importan- cia escede á todo encomio , gozó por algu- nos siglos de sus inmensas ventajas, igno- rando sin duda que todavía pudieran lle- varse mas allá sus adelantos, no imaginan- do tal vez que otros genios, sino tan gran- des como aquellos inventores, no menos dignos de todo aprecio por su laboriosidad y estudio, lograrían dar á la escritura un nuevo curso y desvanecer algunos de sus inconvenientes sin perder nada de su ver- dadero y primordial objeto. En efecto, la invención de la Estenogra- fía Okigrafía ó Monografía en Francia é In- glaterra y la Taquigrafía (1) entre nosotros, dio un nuevo empuje al arle de la escri- tura ya tan admirable de sí. Sabido es que el curso de la escritura vulgar por rápido que sea, no iguala en mucho á la veloci- (1) La palabra paquigrafia está compuesta de dos griegas papas que significa veloz y graphy es- critura.
  • 17. = 17 == dad con que son pronunciadas las palabras; no puede la mano en modo alguno trazando sus signos on el papel , ir con igual rapi- dez con la que son emitidas las ideas. De ahí, el haberse perdido muchos brillantes discursos, magnificas improvisaciones , de- claraciones y tradiciones importantes , por la falla de signos que por su sencillez y en- lace pudiesen equivaler á los signos , esto es, las letras empleadas comunmente, y de ahí tambieu el origen de este arle cuyos se- cretos nos ponen en el caso de poder escri- bir con la misma velocidad del habla. Ahora bien, la taquigrafía nos ha re- velado otro secreto que, nosotros amantes de la pública ilustración, vamos á iniciar desde luego á nuestros lectores, y el cual aunque no ofrezca á primera vista todas las ventajas de aquel arte, podrá servir sin <'mbargo de comienzo á otro nuevo, sino (le un provecho tan inmediato para la ge- neralidad , de consecuencias sumamente provechosas en varios y determinados casos.
  • 18. = 18 = Nuestras ideas y cada uno de los objeto? que nos rodean , digimos, corresponden á otras tantas palabras combinadas de esta ó otra manera, según el uso ha establecido, pintadas, por decirlo así, por el sonido, aceptadas y comprendidas por todos; así como cada una de estas palabras tiene unos signos determinados en la escritura y otros signos convenidos en la taquigrafía. Pues bien ¿cual es nuestro objeto ahora? Nues- tro objeto nos dijimos, consiste en poder de- cir una palabra, un nombre, que en apa- riencia no sea dicho ni oido para los no iniciados en nuestro arte, en formar, por decirlo asi una taquigrafía aciistica que en- lazada 6 mas bien, formando parte de otras palabras ya conocidas, dé á estas un sen- tido doble y convenido. He aquí la idea dominante que ha precedido á la mvencion de nuestro arte y que nos ha conducido cons- tantemente en toda la parte teórica de él. Desde luego se nos ofrecieron dos mé- todos para alcanzarlo con probabilidades
  • 19. = 19 = de buen éxito. Consistía el primero , en el empico de los acentos, colocación y signiti- cacion distinta de la que en realidad tie- nen las palabras, y el segundo en formar un sencillo abecedario, cuyas letras represen- tando otras tantas palabras, pudiese ser deletreado después de oidas estas. La ob- servación y el estudio nos decidieron á es- cojer el segundo como de resultados mucho mas beneficiosos, de desempeño menos afectado y de práctica mas universal. Res- pecto al primero de dichos métodos , si bien hablamos concebido un empleo constante y metódico para el uso y significación de los acentos, pero se nos ofrecía luego la dificultad de que siendo ilimitados é inu- merables los objetos que nos rodean y de- biendo concretarnos precisamente á una pre- gunta sencilla y terminante, dificilísimo cuando no imposible , hubiese sido reunir tantas preguntas cuantos son los objetos ([ue pueden ser cuestión de examen. Ademas, aun cuando esto se lograra en un núine-
  • 20. = 20 - - 10 considerable de objetos , si bien que siempre limitado 6 incompleto, nos falta- rían luego las cualidades anexas al mismo, y si de estas deseáramos ocuparnos, sobre- cargarianios el método adoptado para la dc- linicion de los objetos. Estas y otras consideraciones ((ue facii- nienle podrán deducirse nos decidieron á desechar , como queda dicho , el citado mé- todo por engorroso é incompleto y adopta- mos el que dejamos indicado , muchisimo mas fácil y provechoso, y cuya parlo teóri- ca y práctica espondremos con la cstencion que nos permitan los límiles de esta obra, que deberá considerarse como puramevite elemental. Sencillo en su plan , fácil de concebirse y todavía mas fácil de ponerse en planta, en cuanto se posea una raediaiía inteligencia para retener y emplear las reglas establecidas en él; nuestro método, creemos. |)odrá Henar debidamente el objeto que nos hemos propueslo. Alguna práctica que de él hemos hecho, nos ha convencido de ([ue
  • 21. - -21 = asi podria ser y en esta íntima pcrsuacioii lo ofrecemos, ainique no con entera coníianza. á un público tan ilustrado quien , no lo du- damos acojcrá benévolo nuestros humildes esfuerzos. Dividimos nuestro tratado en dos partes ])rincipales , á saber : parle teórica y parte práctica. Consta la primera del abeceda- rio , numeración, colores, cualidades espe- ciales de algunos objetos, etc.; su definición, empleo y modo de usarlos, liemos procu- rado ser consisos en las i'cglas establecidas para que estas fuesen mas inteligibles y fáciles de retener, no abultar demasiado el testo , y porque , en ün escribimos ])a- ra toda clase de personas. Forma la segunda parte la práctica con estensos ejemplos, que podrán servir de norma á los que quieran hacer uso de nues- tro arte y como á complemento y compro- bación de las reglas establecidas en ía par- le teórica. En esta segunda parte , podrán verse solventadas muchas de las diliculta-
  • 22. des que en el empleo de nuestro método pueden ofrecerse al principiante, ademas del manejo y tacto indispensables de (jue es preciso liechar mano para no descubrir el secreto á los no iniciados. Croemos haber llenado, sino cumplida- mente , al menos muy aproximadamente el objeto que nos hemos propuesto. Nuevo este arte entre nosotros, sin ninguna guia para iluminarnos en su escabrosa cuanto oscura senda, hemos tenido que valemos esclusivamento de nuestra propia observa- ción , ayudados empero de la meditación y del estudio. El público imparcial é inte- ligente apreciará en lo que valgan nues- tros esfuerzos.
  • 24.
  • 25. . . . r^c^ ^'^^^'¡^^^^'7/ PRIMERA PARTE. -<©3= Teórica. ''•v^> ''^ ''%'' # • K ••^>í'5^^3^ o existe lengua alguna que no < .l'.-csi,^ tenga un abecedario mas ó me- ;*..*¿nos completo, ni puede haber palabras que no consten de algunas letras. Veamos pues cual será nuestro abecedario y como formaremos las palabras en nuestro lenguagc hablado y no oido sino por los miciados; como lograremos que estos pue- dan contestarnos con seguridad acerca do un objeto de que estén muy apartados, que
  • 26. = 26 = nunca lal vez hayan visto y cuyos detalles ignoren completamente. Desde luego se echa de ver, (jue no po- dremos emplear ninguna palabra vana e inútil, ni menos podremos hacer uso de signos, esclamacioncs ni ademanes miste- riosos ó falaces, porque sobro no ser nues- tro arte ninguna cosa sobrenatural, seme- jantes recursos ademas de ridículos serian inútiles, porque no serian vistos ó percibi- dos , pues puede si quiere, contestar el iniciado de espaldas o con los ojos venda- dos, y ademas servirían aquellas palabras ó ademanes de motivo de mil interpretaciones ánieslras para el público profano. Nuestras palabras, repetimos, deben ser precisas y terminantes, tales como es do costumbre entre nosotros emplear en una pregunta cualquiera , circunstancia que ademas de favorecer en mucho la bondad de nuestro arle, lo pone seguramente á cubierto de toda mala interpretación y ma- ledicencia. Pero ¿ qué palabras, se nos dirá,
  • 27. = 27 -= emplearemos para que en las inumerables combinaciones que pueden ofrecer las le- tras, entren en una pregunta sencillísima y puedan combinarse con facilidad y rapidez al igual de aquellas? Vamos averio. Nues- tro abecedario no puede ser mas sencillo, ni en nuestro concepto mas fácil de com- binar, atendidas las observaciones indis- pensables que para su empleo , luego es- pondremos y por él se verá, que podemos alcanzar á revelar á una persona iniciada anteriormente, el nombre de un objeto cualquiera , casi con la misma rapidez con (¡ue hiere nuestra vista.
  • 28. •2H ABECEDARIO. iNuestro abecedario se div ide como el de 'a lengua española, sobre el cual está ba- sado , en vocales y consonantes. Cinco son las vocales y once iinicamcnle las consonantes. Sus sonidos reales son los mismos que en español. Sus sonidos íigurados son en- teramente distintos y corresponden á otras tantas palabras convenidas. El enlace rniiluo también es igua 1 al que se practica entre las letras vulgares, si bien (¡uc con algunas escepciones, (|ue indicaremos oportunamente.
  • 29. .^ -ISi = ?.* »= i * í í í «. i * í í f í f f i í í Q * i t í , De las ocalcs. Sabido Oí c[uc las vocales tienen un uso muchísimo mas común y general ([uc las consonantes. Apenas hay palabra (jue no (íulren dos ó mas de ellas, así es ([ue á imitación de la taquigrafía conocida entre nosotros, hemos empleado en nuestra la- t|uigrafía acústica, unas palabras que por su sencillez , independencia y uso también común y continuo, puedan usarse indis- lintamcn'ic en la oración sin tropiezo ai gran dificultad. No hay pregunta, máxime cuando debe suponerse que el que escucha tiene que es- tar con gran cuidado acerca de lo que va á preguntársele, en la cual no entren ca- si necesariamente una ó mas veces, al-
  • 30. = 30 - gunas voces de atención ó palabras de Ira- lamicnto. Así, por ejemplo, decimos comun- mente : Mire que objeto tengo? Aiencim sobre lo que voy á preguntarle, ('miado con lo que voy á decir, etc. Esto supuesto no hemos titubeado y la esperiencia nos ha aconsejado la utilidad de dar á estas vo- cales de un uso tan común , otro nombre, si bien de significación vulgar muy ¡dife- rente , que también por su uso común fue- sen suceptibles de colocarse con gran liber- tad en una pregunta cualquiera. De modo ([ue , insiguiendo este principio, si á la vo- cal i le damos por ejemplo el nombre de Vd., y á la vocal d el de Vea, tendremos que la frase de Vd. vea, no solamente deno- tará un aviso de atención para los que no estén enterados de la signiQcacion conve- nida , sino que ademas dirá io ó yo, para el que conozca su doble sentido. Ahora bien , partiendo de este principio innegable , podremos dar ademas del sen- tido y sonido propios de las vocales comu-
  • 31. -= 31 = lies, esosotros nombres convenidos, á saber: íp: . . . Mire. Sonidos ) E Atención, f Palabras ( I Usted. propios. J o Vea. | convenidas. ( U. . . . Atienda. Kcsijoclo á las palabras convenidas que representan tiempos de verbos, indiferen- te nos será í|ue las pongamos en aquel tiempo, se esliendo del mismo verbo, que mas bien se acomode á la pregunta que deseamos hacer. Y como las vocales por sí solas, nada significan, ni por sí, ni en unión de otras, prescindiremos por ahora de los ejemplos, y veamos de que modo las enlazaremos con las consonantes y con que palabras, sig- nos ó partículas espresaremos ocultamente estas últimas.
  • 32. ^MM^^t:ii¿iÉlilá^Éslii De las consonantes. Si bien son indispensables las conso- nantes, como queda dicho anteriormente, para la formación de las palabras , su uso no es tan repelido ni tan común ; pe- ro no por esto deberemos dejar de darles para su significación aquellas ]ialabras, signos () partículas, que formando par- te de cualquier pregunta , sean también fá- ciles de combinar con las voces de aten- ción y tratamiento señaladas á las vocales. Asi es 'que después de detenido examen, liemos resuelto emplear para su uso aipie- Ilas proposiciones ó relativos ({ue ante- puestos ('> pospuestos al verbo 6 al objeto de la pregunta, sean susceptibles de co-
  • 33. = 33 =- locar variadamente y cou el ausilio de otras voces (1), en toda demanda de un ol)jel(» por el cual se pregunte. Nos hemos valido ademas del emj)leo de la interrogación marcándola con fuerza en algunos casos y en otros callándola, de las pausas ó comas colocadas entre las pala- bras signiticativas ó privilegiadas para dar les otra equivalencia y ünalmcntc de los acentos agudos en estas mismas ])ala!)r;!s y con igual objeto. Antes de determinar las cunson;)nlcs lie- mos cercenado algunas de las admitidas en la escritura común ó vulgar, por no sor enteramente necesarias en el lenguaje lia- blado , cual se practica lambicn en la ta- quigrafía y ademas porque no cargando con nuevos signos la memoria , puede fácil- mente suplirla el conocimiento orlográiico y ( 1) Ya veremos mas adelante cuales son oslas voces, como deben emplearse y el partido que de- be sacarse de ellas. 3
  • 34. = 34 = uiKi mediana intelijencia en el lenguaje en e¡ demandado. Las consonantes por consiguiente , que hemos suprimido en nuestro alfabeto pai- ticular son las siguientes : L a l í , por no tener ningún sonido. La J, para poder emplearse en su lu- fiar la G ; por ejemplo gkara por jicara. La K , de un uso muy poco común en (ispañol ; pero que podrá sustituir la C , como calenda por kalenda. La Q, en cuyo lugar podrá emplearse la misma C ó G : v. b. cueso por (¡tteso; mesgita, por mezquita. La V, cuyo sonido prestará la B ; por ejemplo : llabe por llave. La X , que puede reemplazar la G y la S, por ejemplo : qubete por xiibele ; mási- ma por máxima. La Y, dicha griega cuyos oficios hará la I por tener nn sonido igual. Y la Z, que podrá suplir la S. por ejemplo : maso por mazo.
  • 35. = 35 = Veamos ahora cuales son las consonantes tjuc emplearemos y las palabras convenidas para conocer su sonido. Sonidos Palabras propios. convenidas. Observaciones esenciales. B Lo (¡ue [Sin marcar la interro- gación ni el acento]. C. . - . Qué..? [Marcando el acento agudo, la pausa y la interrogación], D. . . . Que~es [Casi confundiendo en una las dos vocales e y sin marcar la interro- gación]. F- . . . (>M^,es.? [Marcando bienol acen- to agudo, la pausa se- ñalada por la coma y la interrogación]. tí . . . Páes. [Pronunciase rápida- mente, acentúese gra- vemente la segunda vo-
  • 36. -= 36 = cal y no se marque la interrogación^. 1.. . . . Pu...és..? [Hágase una pequeña pausa enlre las dos vo- cales, acentúese aguda- mente la (', y marqúe- se la interrogación I. M. . Pues-oicja. [Pronúnciensese rápida- mente ambas palabras, únase la s de"puescon la 6 de oiga de modo que formen una sola palabra y no se ponga la interrogación]. iN. . . Pues,'oigal [Marcando el acento agudo, la pausa se- ñalada por la coma y la interrogación]. p. . . . Cual [Acentúese agudamente laít, pronunciese rá- pidamente y no se marque la interroga- ción].
  • 37. =» 37 = ]{. . , , Cual. es. [Acentúese agudamcnic la «, pronuncíense am- bas palabras, casi for- mando una sola y no se marque la interro- gación ¡ S,. . Cual, ('$...1 ¡Marcando la pausa se- ñalada por la coma, el acento agudo de la (' y la interrogación linalj. I. - . (dial, (h'gn1 ("Marcando la pausa señalada por la coma, y la interrogación tinal, aunque no es entera- mente indispensable eii esta letra) Los verbos <iue forman parte de la sig- nilicacion de las letras, Ñ y T, pueden también anteponerse á la preposición y pronombre respectivo, guardando empero las mismas reglas establecidas. Igualmente
  • 38. = 38 = diclios verbos podrán trocarse en reílcM- vos según lo exija la forma de la pregun- ta. Por ejemplo : Oiga, pues ? ú Óigame, pues ? (N.) Dirá, cual ? ó Díganme cual? (T). Respecto á las letras dobles como //. ñ. rr, etc. nos valdremos do las mismas pa- labras empleadas para la significación de la letra simple. Asi diremos: lave por llave, ¡mío por paño, arope por arrope etc. Considerada la CH como letra también doble , podremos fácilmente suplirla por la G por ejemplo : Capucino por Capuchino: Cíñela por Chinela etc. '^m^
  • 39. = 39 = Empleo de las letras convencionales. Debemos sentar por regla general, (¡ue no deberemos siempre hacer uso de todas las letras de que se compone una palabra, para la demostraeion de los objetos de- mandados. Suponiendo una inteligencia regular en el que debe contestar, asi como es su- puesta en el taquígrafo que debe leer sus signos generalmente abreviados, supuesto este precedente decimos, casi necesario, y ademas atendiendo á los objetos que co- munmente pueden ser ofrecidos, á las cua- lidades de estos cuando queda ya revela- do su nombre etc., fácil nos será conocer y
  • 40. = 40 = l»»i' coiisigiiientc terminar las palabras aun cuaiulo no sean dichas todas sus letras. ,.Quien será, por ejemplo, que si en la |)]'egunta se le dice aban, aba y aun si se (¡uiorc ab, no conozca desde luego ¡lue se trata do un abanico? Bien podremos decir también , libr. por libro , re ó reí. por re- loj y asi en la generalidad de las pala- l)ras. Si después de haber indicado mon ó mo |>(>r moneda , preguntamos su metal y ¡de- cinios o fácilmente se conocerá que es de oro • si en seguida demandamos (¡uc nione- ilaes y en la pregunta indicamosO?Í y aun I' no podremos dudar que sea on~a , sid», (Inni etc. ¿Cuando la misma moneda sea de ])l 6 p, piala , si usando de nuestro lengua- je figurado decimos p ó pe (juien podrá du- dar (¡ue es una prs'ela, si r 6 rcreaU Si finalmente , después de hecha la pre- gunta de un pañuelo deseamos saber de que clase es y decimos en la pregunta si - guíente .s- imiy fácilmente vendremos en
  • 41. = 41 = conocimieulo que es de seda, si MIC liiUi. si a de algodón. No solairiente suprimiremos algunas letras al fin (le las palabras, sino que también po- dremos hacerlo en medio de ellas y aun á voces al principio, siempre empero que no perjudique la buena inteligencia de la voz propuesta. Si el objeto que deseamos preguntar es un reloj, podremos suprimir sin ninguna duda la c por cuanto la r envuelvo ya el sonido de re, así podremos decir ¡lio; por ejemplo se ofrece un neceser , (/), bien podremos decir con toda probabilidad de ser comprendidos : Ssr. esto es Ne-cse-r; Bal por A-he-fe- (l-ario ele. Repetiremos en esto lugar lo que ya hemos espuesto anteriormente y es á saber: que an- te todo es preciso algún tacto y en su defec- to mayor tiempo de práctica, á lin de sacar ( I ; Palabra goncralniciUc adniilida, auiif|ue iio <.aiicioiia(la como tantas otras i)or nuestro Dicciona- rio nacional.
  • 42. = 4-2 = = U)do el partido posible de las reglas cí^pues- tas. Bastan estos ejemplos teóricos por ahora, para convencer de que no es necesario el em- pleo de todas las letras para indicar el nom- bre del objeto que se pretenda saber y si bas- tan las letras indispensables para que no se confunda con otro. Esta regla ademas de no perjudicar en nada la sencillez y claridad de nuestro arte, facilitará en mucho la combi- nación de la pregunta, la hará mas sencilla y mucho mas lacónica de lo que lo seria de otro modo. Antes de terminar este artículo tocante al empleo de las letras, debemos hacer una observación respecto al de las palabras. En caso de elección, deberemos escojcr siempre aquellas palabras que significando una misma cosa, consten de menos letras; así por ejemplo prefiérase decirjya/o en lugar de baiiton, frac por casaca, rey por soberano. l'ero no por esto se perjudique nunca la bue- na inteligencia de una palabra.
  • 43. = 43 = Usaremos flnalmonte de un termino gene- ral cuando dudemos ó ignoremos un término particular. >i-j"
  • 44. 'msmmMMMMMÉÉmMiá& De las palabras no privllegiailas. liemos dicho en otro lugar, que tleberian colocarse las palabras de la demanda repre- sentativas de otras tantas consonantes, con el ausilio do otras voces, y esto debe ser preci- samente aíí en cicrlos y determinados casos á fin de no alterar la sintacsis de la pregun- ta , y poder colocar con mas facilidad las preposiciones ó relativos signiflcativos (juc puedan entrar en ella. La lengua española rica en palabras y modismos, se presta fá- cilmente á esta clase de combinaciones que la capacidad del demandante puede variar de mil maneras diversas. Así pues, si el objeto de la demanda es por ejemplo im reloj, faltariamos á las reglas
  • 45. = 4S = gramaticales y ademas no tendría sentido alguno si preguntásemos: —Cual-es (r) aten- ción [e] pu...es? (/) vea (o). Preciso será pues, cuando la unión de las palabras que llamaremos privilegiadas que representan las letras del objeto que quiere darse á entender, no tengan un sentido fácil y correcto, les una- mos otras palabras intermedias, las menos posibles, qüGlhmsiTemos noprivilegiadas, pa- ra poder completar el sentido de la pregunta y alonemos á las reglas del buen lenguaje. Insiguiendo esta regla, haremos la pregun- ta del modo siguiente ú otro semejante en el ejemplo citado. ¿Cual~es (r). Atención! {e) pu.,.es? [1] el objeto que tengo en la mano. Vea', (o) O mejor si se quiere sujetándonos á la regla de la supresión de letras: ¿ Cual-es (r). Aíencion! [c) pu...es?{l) el objeto que tiene el caballero en la mano ? Supongamos ([uc sea un libro , entonces haremos la pregunta del modo siguiente: ¿Digamc jt)íí...r.<? {D. Vd{i) logue (h) se me ha dado "
  • 46. = 46 = Veremos (icspucs mas estcnsamenlc en la parte práctica , aplicada con provecho esta útil doctrina y lo mucho que favorece al mis- terio , permitasenos esta palabra , con que necesariamente debe encubrirse este arte de adivinación. Debemos observar por último, que cuan- do el objeto demandado sea mas de uno, en- tiéndase de una misma clase , deberemos em- plear una palabra convencional que por su naturalidad pueda presidir á la pregunta. Así pues, si el objeto que quiere preguntar- se son unas monedas, antes de hacer la pre- gunta diremos: Vamos á ver! Entonces aun cuando en la pregunta digamos: Pnes-oiga [ni) Fm (o) lo que se me hadado? vendremos en conocimiento que la palabra significativa debe ponerse en plural. <•«'
  • 47. = 47 = De los números. Vista ya la parle teórica de la significación y enlace de las letras así vocales como con- sonantes , el empleo discrecional de las letras convencionales yfinalmenteel do las pala- bras no privilegiadas, veamos ahora si de- beremos emplear las mismas letras para la significación de los números ó bien apelare- mos á otras cuya práctica sea mas favorable. Como según nuestro método, no pueden hacerse dos preguntas al mismo tiempo , ni estas pueden ser dobles, ni cxijir el nombre del objeto y sus cualidades á la vez; cuando se trate de saber el número ó cantidad de di- chos objetos, precisamente deberemos valer- nos de una pregunta determinada para es-
  • 48. := 48 = presarlos. Ahora bien cuando asi sea, la observación nos ha demostrado que, ora se empleen en la pregunta las voces número ó cantidad, ora déjese de hacerlo, su coitcslo propio la revela desde luego por ejemplo : ('llantos? Diga los que son? etc. La misma observación nos ha hecho conocer, que pue- den emplearse con muchísima mas ventaja aíjucllos nombres d partículas que entran co- munmente en una pregunta de números ó cantidades y que determinen precisamente el número, mas bien que valerse de las le- tras convencionales para formar la palabra. Bajo el citado principio, hemos establecido la siguiente tabla ó alfabeto numérico. o. 1 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. Atención'. Decir (En lodos sus tiempos y modos). Pues Los que. Cuantos Tener á bien - „ . - , , Scrvir-se. En todos sus modoí Ver j y tiempos). Precisamente Exactamente.
  • 49. -= i9 r Heglas generales para su uso Si la cantidad ó número se compone de dos guarismos iguales usaremos de la adver- tencia: Atención díí/o / Por ejemplo; Tenga Vd. á bien (5) atención digo ! (5) indicarme el número?(55). Supongamos ahora(jue la du- plicación esté dentro de una cantidad mayo por ejemplo '132i, entonces diremos; ^,Dí- game (1). Pues (2). Atención digo! (2) cuan- tos (i; hay? (1224). Si son tres los números iguales usaremos de la misma advertencia añadiendo á Aten- ción le digo; por ejemplo 777 ; Diremos en este caso; Veamos (7) atención le digo! (77) ¿mire Vd. que número es? (777). Si las palabras ;)Oíií^a alencion! siguen al final de la pregunta, entiéndase que debe du- plicarse el número indicado, por ser repeti- ción del valor de aquel número; por ejemplo. /i
  • 50. -=so == Sírvase (6) ver (7) precisamente (8) cuantos (4) reales representa este vale? Ponga Vd. atención ! 6784 + 6784 = 13568. Emplearemos este último recurso cuando las cantidades sean crecidas ó no podamos hacerlo con facilidad por medio de las pala- bras privilegiadas regulares. Nos referimos á la parte práctica respecto á las diferentes combinaciones numéricas que pueden ofrecerse, en la cual pondremos gran copia de ejemplos para la mas perfecta inte- ligencia.
  • 51. =- al De los colores. liemos orcido necesario dar á los colores una nueva y especial tecnología á Un de hacer mas espedita y fácil su comprensión. Si el color ofrecido no viene sin embargo comprendido en la lisia que ponemos á con- tinuación , empléanse las letras señaladas anteriormente. Colores. Preguntas determinantes. Blanco El Negro Su Amarillo Cual Verde Que Morado | el Azul Diga. . ; su ^(^olor. V^ioleta. . • I cual Colorado ' que Naranjado ( e l Carmesí. . • • Me-diiá. < su Ceniza I cual üla. . ^ qu<'
  • 52. =-= 52 = Pardo / e l Rojizo Digame. J su Gris I cual Verde gris J, que Safir I el Celeste ) su Encarnado.. Tenga á bien J cual /('.olor; Bronce decirme. ' que Castaño / e l Cobrizo.. . . Sírvase de- I su Rosado cirme. cual Pajizo ( que Lo Jiiisino (Jirciiiüs de ios colores, de lo sen- lado antcriormcnle respcclo alusode las pa- labras no privilegiadas ; así es que si el ob- jelo consta de dos ó mas colores deberá em- plearse un circunloquio; i)ür ejemplo : ])/- </aiHc el (pardo) color dominante de este tapiz y cual color (amarillo) se vé mas en su ce- nefa.
  • 53. sa = • 4 - ' " ^ 5fe - ^ ( ^ « ^ ' ^ t ^ c i ^ ' J ? ' - * ' t ^ - ^ # > # • # • ''F # ^ "í^- ú*¿># < ^ •i*^v#>'-•*•• '*< ^ '<.">'4* Flores. Ponemos á continuación la siguicnle lisia de las flores mas comunes por orden alfabé- tico, á fin de que sean de mas fácil retención sus palabras de demanda equivalentes. Alhelí. . Amaranto. Anemona. Azahar. Azucena. Clavel. . Girasol. Jazmín. í.irio. . Rosa. • Tulipán. Violeta. }Indique Diga } Me dirá } Dígame | Tenga á bien i decirme > Sírvase de- i cirrae / el su el su el su el -SU el su el su nombre
  • 54.
  • 56.
  • 57. mmu PARTE. -=©§>- Práctica. #>J;'('5 Xff.^emos colocado los nombres, cu- "*;;• H;^C({;^yos ejemplos demostrativos for- "^'' *f'^ man la materia de esta segunda parte, en orden alfabetice, á ün de que sean mas fáciles de encontrar en caso de ser bus- cados. Al pié de cada artículo, van las observa- ciones que hemos creido indispensables ha- cer para la mejor inteligencia de la parte teó- rica V como á corolario de las reglas senta-
  • 58. = 58 = das anteriormente. Si la sencillez de la pre- gunta no admite ninguna duda, es decir que el único conocimiento teórico baste para la comprensión regular de la demanda, ó bien quede prevenido lo necesario anteriormente, precindimos entonces de toda observación. Hemos escojido únicamente aquellos nom- bres que por su signiflcado, clase, especie, condición etc. fuesen susceptibles de mas variadas preguntas relativas al mismo. Finalmente hemos puesto algunos ejem- plos de algunos seres abstractos, para que se vea que basta conocer el nombre del objeto ó la palabra que se intenta saber, para que esta pueda incluirse en la demanda. Abanico. ¿ Mire (a) lo que {b) tengo en la mano ? = A¿-anioo, Véase lo que dijimos anteriormen- te acerca esta palabra.
  • 59. = 59 = ¿Pues-oiga (/«) mire (a) cual-es (r) la ma. teria de su armadura? = Mar-íú. ¿Qué...^c) Vea [o) pues, oiga ? (») cons- tituye la base de su armadura. = Con-chu. ¿ De lo que (6) está formada su armadura mire (a) pu...es? (/)-ifflWena. ¿De cual (p) materia mire («/) pu....es? (/) está formada su armadura— Pal-o. ¿Vea (o) cual-es (r) el metal de su pié?- Or-o. ¿Cual (p) pu...cs? (/) es el metal de su pié? — -P/-ata. ¿Sírvase decirme que color domina en el pié de este abanico. —El pajizo. ¿Dígame cual color ó cual es el color del pié de este abanico? — Gris. ¿ Vea (7) Vd. las ballenas de que consta este abanico? — Siete. ¿Ue figuras las que (3) hay? — Tres. ¿ Vea (o) á que sexo pertenecen? — Uom~ bres. ¿Pues-oyga [m) indique del sexo que son ? — Mugeres.
  • 60. = 60 = ¿Cual (p) objeto pintado , Atención! (e) hay junto á una Señora, cual-es (?) — Un Verr-o. En el anterior artículo (jueda demostrado prácticamente el empico de nuestro abece- dario, el de los números y la parte demostra- tiva de los colores. Dijimos ya, que como la pregunta revela por si misma si se trata de estas dos últimas cosas, abandonando enton- ces el uso del abecedario general, recurra el demandado al particular de dichas cosas y con facilidad hallará lo que se le pregunta. Pero si por esta regla no hallase tal vez la solución do la pregunta, vuelva otra vez al empleo del alfabeto general. No solamente podremos preguntar los ob- jetos corpóreos y que tengamos en nuestro poder, sino que también podremos hacerlo con los incorpóreos ó abstractos; pero antes, como se deja entender, deberemos enterar- nos ya por medio de la misma persona inte- resada ya por saberlo nosotros previamente.
  • 61. == 61 Abogado. ;,Mii'e (a) lo que (6) es el caballero? Vea [o] indicjue pues [g] su profesión ? — Abo- sado. ¿Sírvase (G) indicar ahora sus años de práctica? — Seis. ¿Dígame (1) Atención! (o) el dia de este raes que informó — El dia diez. ¿Sus años, los que (3) cuenta?— Treinta. ¿Que...? (<;) estado tiene? Mire? [a] — Ca-sado. ¿Me dirá Vd. ij) pues (f/) si tiene hijos?- Si tiene. (/Dígame (1) su número? —Uno. ¿Pues (2) diga (1) los años de su esposa ? Veintiuno. ¿ Indique los años que (3) está casado? — Tres.
  • 62. = C2 = ¿Ahorapues-oigaú oiga-pues (m). Mire, [a] dirá, cual? (/) es Vd. (<), el nombre de su esposa? — Matilde. Cuando la pregunta conste de dos ó mas partes deberá hacerse una ligera pausa, ya para dar lugar á que reflexione el deman- dado, ya para hacerla mas propia y natural. En la pregunta de la edad del abogado hemos indicado íinicamcnlc tres por treinta; esto podrá servir de regla en semejantes ca- sos. Desde luego se hecha de ver que no pue- den ser tres sus años, por consiguiente como lo que deja de csprosarsc debe considerarse que es un número común, entenderemos que este deberá ser 0. Cuando las palabras convencionales de la pregunta no se acomoden fácilmente á las letras que entran en el objeto de ella, nos val- dremos de un rodeo ó bien indicaremos ya desde luego la consecuencia ú objeto de la pregunta como hemos visto en el sexto ejem- plo del artículo anterior. Respecto ala interposición practicada en la
  • 63. = 63 = penúltima pregunta, la haremos únicamen- te en aquellos casos que la sencillez de la demanda no deje ningún lugar á la duda. ,;Mire [a) pues, oiga? (n) Vd. (/) que ten- go en la mano ? — Un anulo. ¿ Vea (o) cual-es (r) el metal de que está formado? — De oro. ¿Nombre el dedo pues (2) en que me lo he puesto? —El segundo. ¿ Indique laspiedras que (3) hay ? — Tres. ¿ Cual-es (r) atienda ! {u] la que (ó) hay en el centro?— Un rubí. ¿Diga el color (morado) de las otras dos?- Morado. ¿Qué...?(c) distinguirá Vd. (i) que,es..? (/•) lo grabado en él?—Una n/ra.
  • 64. = 64 = ¿ Diga [i) el número de letras y cual-es (11) son.— Una letra y es la R. ¿Pues (2) indique el número de letras y vea {0) cuales, so«? (S). —Hay dos letras y son la O y la S. ¿Señale Vd. (i) cual, es? (s) la mano en ijue mo lo he puesto? — La mano izíiuierda. ¿Cual (p) atención! (c) es pu-.-esf^V) la materia de que está formado eslc anillo ? — Es de pelo. ^S/'rvase decirme el color (castaiíoj del pe- lo dcdiclio anillo?— Castaño. ¿Vea cual es su color (negro)? —Es ne- gro. Si bien el pues equivale al cardinal (2) no pnodc haber ningún inconveniente que haga las veces de ordinal cuando lo exija el con- testo do la pregunta. Cuando la pregunta no esté cargada de letras ó números convencionales como suce- de en la octava y nona del ejemplo anterior, quede ademas bien determinado el número y el nombre y separe los dos períodos de que
  • 65. = 65 = conste la puntuación correspondiente 6 bien la conjunción copulativa ó disyuntiva, no podrá haber dificultad en preguntar las dos cosas á la vez. Tampoco la habrá en la misma nona pre- gunta , aun cuando empleemos cuales, son ? (S) en lugar de cual, es ? (S) si marcamos debidamente la coma ó pausa y la interro- gación , así como no se puede confundir el cual-es (pr. cuales) cuyo significado es B con el signo citado equivalente á la S. Oolsa. ¿Diga lo que [b) ve (o) pu...es? (/) Cual, es? (s) el objeto entregado?—Una hoh^i. ¿Cual, és? {s) Atención! (e) el tejido de que está formada ? — De seda. ¿Mire(«) deque? (r) ó cual, es? (s). Alen- 5
  • 66. = 66 = cion ! (e) el metal de que está formada su es- tremidad superior ? — De acero. ¿De cual (p) pu-es? (/) mire (a) es la su- perior. — De plata. I Diga que color (colorado) tiene la bolsa. Colorado. ¿Me dirá su color (carmesí)?—Carmesí. ¿ Mire (a) Vd. (i) si hay dinero ?— Si hay. ¿Vea (o) cual-es (r) el metal que mas abunda? — Oro. ¿Cual (p) metal hay pu...es? (1) mas? — De;)/ata. ¿Qué...? (c) metal vea (o) abunda mas?— El cobre. ¿ Dígame (1) pues (2) en reales de vellón los que (3) le parece á Vd. que hay? — Ciento veinte y tres. ¿Dígame (1) atención! (o) los duros que hay?—Diez.
  • 67. = 67 = Cadena. ¿Deseoqué..^^(c) mire (a) y me diga quc- es (d) Atención! (e) el objeto que tengo en la mano? — Una cadena. ¿ Vea (o) diga su metal?—De oro. Cual (/)) el metal de que está formada ? —De íjlata. iCuanios (4) palmos tiene de longitud? - Cuatro. ¿Atención! (e) cual, es? (s) diga, cual? (í) figura forma su eslabón—La figura de una esírella. ¿Diga, pues?(}i) ahora; ¿Vea (o) sies ver- dadero el metal que representa ? No. ¿Diga si el metal qué...? (c) Vd. [i] ha indicado es verdadero-S/. ¿Atienda! (w) Pues, diga? (n) Yd. [;[) como se halla esta cadena?-í'«ida.
  • 68. = 68 = ¿Diga cual-cs(r) pu...cs? [1) el objeto á i|uc está unida. Yca! (o)-Un Ralo']. ¿Diga pu...es? {1). Atención! [e] Oiga, pues"? («) diga el objeto á que está unida?- [A /ente. ¿Diga qué...? (c) cuelga de ella; cual- es (r) atienda {u) el objeto á que está unida? -Una cruz. Cartera. ¿Qué...? (c) tengo en la mano ? Mire («)! Cual-es (r) su nombre, diga, cual ? (<) Aten- ción ! (e)-Una car/era. iQue color (verde) tiene?-Verde. I Dígame su color (rojizo)?-Rojizo. ¿Cual, diga? [1) Mire ! («) es la piel de que son...? [f] sus cubiertas?- De to//lete. ¿Cual, es? {s) Atención ! [v] la materia de sus cubiertas? -Deseda.
  • 69. = 69 = ¿Cual, (liga? (/) es el objeto sacado de ella? Mire! (a) cual-es (r)?-Una íarjeta. ;. Vamos á ver? [Plural) cual [p] objeto Mire ! (a) he sacado de ella 'l-l'nos impeles. ¿Qué...? (c) atienda! (H) examino abora? Atención ! (e) Cual, diga? (/)?- inaniefífá. ¿Vea (7) Vd. el número de guarismos(luc componen la suma?-Siete. ¿Sírvase (G) decirme (1) atención! (o precisamente (.S) cuantas (i) unidades for- man? Vea (7) pues (2) !-Es la suma de (;.108,4-72. ¿Tenga Vd. á bien (5) mirar el número (le guarismos que componen la suma? -Cinco. ¿Diga vi) exactamente {d) lux unidades que (3) forman la suma? Atención le digo 1 (3aj-Forma la suma la cantidad de i;),3;$3. ¿Diga, cual-cs (r) Atención! [c) la mone- da representada ? — Tíeales. ¿Diga que-es [d) Atienda ! («) la moneda representada? — Duxo%. ¿Diga que, es? (/) la moneda representa- da? Cual-es (/•;? —i'Vancos.
  • 70. = 70 = ¿Diga ahorapu...es? (/) Atención ! (e) el nombre del papel que tengo en la mano ? Cual, diga? (t). — Una lelrn. ¿Pues-oiga (m) mire {a) el nombre de la población que-es [d) librada ? Diga cual-es (/•). — Madriá. ¿ Diga á cuantos (4) dias vista ? — A cua- tro. ¿ Sírvase (6) Atención! (o) indicarme los (lias fecha á que está librada ? — A sesenta (lias. ¿Mire (a) que...? (c) atención ! (e) ó cual (p) requisito tiene? — Esta acepladii. ¿Pues (2) Vea (7) el dia del mes que fué aceptada?—El dia ventisiele. ¿Mire («) pues, {g) vea (o) ahora el mes, en que fué aceptada. —El mes de agosto. ¿Diga (i) precisamente (8) cual (4) año? Vea (7) el que es.?— Mil ochocientos cua- renta y siete. ¿ Sírvase (fi) leer ahora exactamente (9) atención ! (o) loa números (¡ue (3) forman el de la letra? — Núm. 6903.
  • 71. =. 71 = ¿ Duja cual color (violeta) tiene el sello dentro el cual se halla el número? — Color violeta. iDiga (1) atención! (o) atención le digo ! (oo) Indique el valor en duros de esta letra — Mil duros. ¿Sírvase decirme lo que (¿) á Vd. [i) le pa- rezca pu...es.^ (/) estoy examinando ? Aten- ción! (e) cual, diga? (?)-Un Billele>. I Tenga á bien decirme cual color (encar- nado) tiene el lacre con que está cerrado ?- Color encarnado. ¿Qué, es...? (/) pu...es? (/) Atención! (e) lo grabado en él ?-Una /Zccha. Cartón de lotería. ¿Qué...? (c) objeto, mire! (a) tengo en la mano.? Cual-es (r) pu...es? [1) vea (o) su nombre; diga, cual ? (/) Atención! (e) - Un cartón de /otória.
  • 72. = 72 = ¿Sírvase (6) decirme (1) el número seña- lado?-Sesenta y uno. ¿ Indique cxaclamenle (9) atención! (o) el número señalado?-Noventa. ¿Pues (2) nombre la jugada hecha?-Un ambo. ¿ Tenga á bien (5) indicar !a jugada he- cha?-l;n quinto. ;.yea (7) los números que me faltan llenar y diga (1) de que ]ínca?¡- Faltan llenar stelv números de la primera línea. ;. Vea (7) Vd. y tenga á bien (5) nombrar el número que me falta para completar un cuaterno?-El número setenta y cinco. ;. Seííale ¡a casilla rjiie (3) es ? - La tercera. ¿Cual (4) es el número precisamente (<S) deseado para ganar el primer (¡uintoV-KÍ número cuarenta y ocho. ¿Dígame (1) cual (4) número 6 cantidad componen los números sctialados, si son mu- chos y su valor respectivo?-Forman la can- tidad de cmco y son el uno y el cuatro. ¿ Sírvase (6) indicarme exactamente (9)
  • 73. la cantidad forinada por los números seña- lados, su número y víilor respectivo?-Si ambos so suman forman quince y si el prime- ro se coloca antes del segundo representan sesenta y nueve. Nos hemos valido del número dos para determinar la jugada del ambo, así como del cinco para indicar el quinto; primero por hacer su indicación mas espedida y segundo porque no puede ofrecer ninguna duda al demandado cuando se trate de unas jugadas tan señaladas. Infinitas pueden ser las combinaciones que pueden presentarse como las indicadas en los ejemplos décimo y undécimo del artículo an- terior, cuidando empero siempre que en la pregunta no entre ninguna partícula, verbo ó abverbio no privilegiado o sin significaciori <]ue pueda confundirse con aquellos.
  • 74. Cigarro. ¿Qué..? (c)(liga Yd. (¿) pues {g), tengo en la mano? — Un cigarro. ¿Vamos á ver! ¿Que...? (c) diga Yd. (¿) pues ig) tengo en la mano?— Unos cigarros. ¿Sírvase (6) indicar su número?—S«ÍS. ¿A cual (p) clase mire («) pues (g) perte- cen ? Atienda! («<) — Son paju&hs. ¿Cual (p) atienda! (M) es su clase?Diga cual-es. (r) — Son puros. ¿Mire {a) lo que (¿) son? Mire (o) su cla- se ?—Son habams. ¿Diga lo que (6) á Vmd {i) le parecen ser? Cual-es (r) pues [g] diga Yd. (i) su clase?— Son «íV/mios. ¿ A cual (p) clase mire (a) á cual (p) aten- ción! (e) pu...es'? (/) pertenecen.—Son de papel.
  • 75. = 75 = ¿En cual (p) estado mire! (a) pues (g) se halla el cigarro?—A;)a(/ado. ¿Atención! (e) Oiga, pues? (/i) en qué..? ('•) estado se halla? Atención! [e] — Se halla t'nccüdiáo. ¿Dígame su color (rojizo)?—Son rojizos. ¿De este tabaco indique Vd. su color (ne- gro)?—Es negro. Dibujo. ¿ Oue-es (d) diga Vd. (i) lo que (b) tengo? Atienda 1 [u] pues [g). — Un dibujo. ¿ Qué; es...? (/) pu . .es ? (/) vea (o) el ob- jeto representado? — Una ¡lev. ¿ Me dirá su nombre (clavel) ? — Un clavel. ¿ Varaos á ver! (plural) Mire (a) cual-es [r] el dibujo examinado y lo que (6) repre- senta vea. — Son unos orioles. ¿ Que color (verde) tienen? —• Verde.
  • 76. ¿Qué...? (c) objeto, mire (a) hay dibuja- lio ; cual, es? {s) mire! (a) — Una cana. /, Tenga á bien (5) indicar el número de balcones del primer piso? —Son cinco. ¿Cuantas; 4) ventanas hay en el secundo? — Cuatro. ¿ Mire [a) como so halla fe reja que [b] Vd. (O distinguirá en el patio? Atención ! 'e) — Se halln abievta. ¿Cual(;;) objeto ve (o) junto á un árbol. Cual, es? (s) su nombre. Vea! (o). Es un pozo. ¿Pues-oiga! (m) atienda í//)pues '¡¡) abd- ra á lo dibujado en este papel. Atención ! (c) — Es una mugev. j. Tenga á bien decirme el nombre (lirio) de lo (jue lleva en la mano?—Es un lirio. ¡,}c dirá que color (lila) Üenc su vestido? — Color lila. ¡,Dígu d rolor (morado) de su pañoleta?- Morado. ¿ Cual color (amarillo) tienen sus guantes? — Color amarillo.
  • 77. ( =. 77 = ¿Cual (/)) mire (a) Yd. [i) es este dibujo/ J'Jsunpamie. ¿Cual-es (r) diga Vd. [i] lo pintado á la derecha ? Vea (o)! — Es un rio. ¿Diga lo que {b)hay, atienda (tí) Vd. {i) á la izquierda?—Hay un buey. ¡. Sírvase (G) contar los pájaros que hay dibujados en el centro ?—Son seis. ¿ Diga (1) pues (2) ahora el número de las i'stacasquesevenen la orilla del rio?-Son i 2. Fruta. ¿Que, es? (/) lo que tengo? Cual-es (r) su nombre genérico. Atienda 1 («) diga cual? (l) — Una fruldi. ¿Diga Vd. (í) pues {(j) su nombre particu- lar. Vea! [o)—Es un higo. ¿Cual (p) diga, atención {e) es su nom- I)re; cual-es (r) Mire! («) — Es una pera.
  • 78. ¿Vea (o) pu...es? (/) Vd. (i) su nombro? — Una oliva. ¡ Vamos á ver ! Atienda (w) á lo que {b) miro (a) yo! SOM «¿ÍIS. i Vamos á ver! Cual (p) mire ! (a) cual, es? (s)—Sonpas&i. Libro. Diga pu...es? (/) Vd. (í) lo que (/y) leiigo en la mano? -- Un libro. ¿Digapu..es? (/) Vd. (Í)la clase áque per- tenece? Cual, diga? (<) es Atención ! (e) — Es de íííeratura. ¿Oiga, pues (íí) Fea {o) lo que {b) es? Aten- ción! {e)—Esiim mveVd. ¿ Mire (Á) cual-es (r) su título; diga, cual? {¿) Atienda! {H).—ES el Arturo. ¿Indique pues [2¡) los tomos do que cons- ta ? —Consta de dos tomos.
  • 79. = 79 = ¿Indique pues (2) cuantas (4) páginas tie- ne el primer tomo. Atención! (o) —Consta de doscientas cuarenta páginas. ¿Pues (2) Fea (7) exactamente (9) las del segundo?-Tiene dos cientassetentaynuevc. ¿Sírvase (6) señalar el número de capítu- los del primero ? — CojiMa de seis capítulos ? ¿ Tenga á bien decir (5) ahora los del se- gundo?— Son cinco. ¿Diga (1) si ve (7) cual (i) es la página que tengo abierta?-¿a]W(/ma 174, ¿^Nombre cual, es? (S) la letra que prin- cipia la página y cual (p) la letra en que ter- mina ¿'— Principia la página con la letra S. y termina con la letra P. ¿Indique ahora pues {g) Vd. {i) las inicia- les del autor?—Sow la G. y la Y.? ¿Diga (1) (Fea (7) Fd,) exactamente (9) Atención digo! (9) el año de la edición? — Es del año ^1^9. ¿ Cual [p) clase de encuademación tiene; Atención I (<?) cual-es (r) pues (^)?- Está en- cuadernado en pergamino.
  • 80. = 80 = ¿Cual (/>) mire («) es la ciase de encua- demación ; cual, es? [s] —Está enpas[&. ¿Sírvase decirme cual es el color (rosado) del papel de las cubiertas?--Es de color ro- sado. ¿Sírvase (0) Vd. decirme (1) que página se halla rota?--Lapágina sesenta y uno. Medalla y moneda. ¿Pucs-oiga (w) Atención! (e) ([ue es {d) mire! [a) pu...es? [1) el objeto que se me ba dado?— lina medaña.. ¿ Cual-cs (r) Fea (o) la clase á que perte- nece?— Es romana. ¿Atención! (e) pucs-oiga {m) cual {p) es el busto rcpreseíitado en ella? Atención ! (e) — Es el de un emperadoT. ¿Oiga, pues? (n) atención ! (e) cual-es(rj Vea (o) su nombre?-- Fs de Nerón.
  • 81. = 81 = ¿A qué...? (c) clase Vea (o) pu...es? (¿) vea ! (o) pertenece ? --A las coloniales. ¿Diga Fd. (í) pu...es? (/) Alencion! (e) cual-es(r) la colonia á que pertenece ? —4 la de íleráa,. ¿Oiga, pues? (n) mire (a) cual {p) cele- bridad hay en esta medalla; vea! (o) ~ Hay el busto de Napoleón. ¿De qué...? (c) metal vea (o) es?— De co- bre. ¿Pues-oiga (m) vea! (o) Oiga, pues? (H) Atención! (e) que-es (d) mire (a) lo que ten- go en la mano ? — Una moneda. ¿Cual (p) pu...es?(/) mire (a) es su me- tal?—ís deplal&l ¿Diga lo que-cs (d) Atienda (?*)cual-es (r) su nombre ?—Es un duro. ¿ Diga cual (p) atención (e), cual, es ? (s) su nombre?—Í7naj9(?seta. ¿ Cual-es [r] atención! (e) mire! («) su va- lor?—/?e un real. ¿Diga Fd. {i) cual, es? (s)mire! (a) d soberano ? — Es Isaholino. O
  • 82. ==82=- ¿Qué... ?(c) soberano mire (a) hay? Cual- es (r)pu...es? {l)~Es Cario?,. ¿Indique el que (3) es?—Es Carlos III. ¿Diga(1) pues (2) el valor en maravedi- ses de la moneda que tengo en la mano? — Es de tres cuartos ó doce maravedises. ¿Señale los reales vellón que (3) vale pues (2) la moneda entregada. Atención! (o) —Es una onza de oro de valor 320 rs. vn. ¿Diga (1) exactamente (9) elvalor (juese da á la moneda que tengo en la mano y el nom bre que tiene?—Es un escudo de cinco fran- cos de valor convenido dies y nueve reales. ¿Diga, pues? (n) mire (a) Vd. [i) cual [p) objeto se me ha dado. Atención! (e) — Un naipe. ¿Vea (o) cual-es (r) el palo á que pertene- ce?—A/ de oros.
  • 83. = 83=. ¿ Sírvase (6) decirme que carta es? — El seis de oros. ¿A qué..? (c) palo vea (o) pertenece? — Al de copas. ¿ Diga (1) que carta es?—El as de copas. ¿Atención ! (e) cual, es? (s) el palo áque pertenece ? — Al de espadas. ¿Cual-es (r) Atención! (e) diga Vd. {y) la carta? — Es el rey de espadas. ¿El palo que {b) pertenece esta carta, mi- re (a) cual, es? {s)~El de bustos. ¿ Cual, es? (s) vea (o) la carta? —La so- la de bastos. ¿Tenga Vd. á bien (5) ver cuanto (4) su- man las dos cartas que me han dado é indi- que el valor de la una y el de la otra?-Am- bas suman nueve: la una vale cinco y la otra cuatro. Oblea. ¿Vea (o) lo que {b) se me ha dado pu..eí' (/) Atención! [e] Mire (o)— Una oblea.
  • 84. == 84 = ¿Pues (g) vea (o) su calidad?—Es de f/o- ma. ¿Cual {p) mire (a) cual, es? (s) su calidad. Ks de paslSi. ¿Medirá cual color (ceniza) tiene la di- cha oblea?—Color ceniza, ¿ Dígame que color (verde gris) tiene la de pasta? — Color verde gris. Palo. ¿Cual (p) mire (a) es pu...cs? (/) vea [o] el objeto entregado? — Es un palo. ¿Sírvase decirme su color (cobrizo).—Es de color cobrizo. ¿ El color (blanco) de su puño cual es? — Es blanco. ¿De que...? (c) materia, vea (o) óigame, pues? (íí) está formado dicho palo?—Z>Í' ron- cha.. ¿Cual ip) mire (a) pues (/) es la base del mismo?—De madera.
  • 85. = 85 = ¿Cuantos (4) nudos figurados tiene? — Cuatro. ¿Cual, es? (s) Atención! (e) el material de su cordón?—Seda. Periódico. ¿Quc-es(íí) diga Vd. {i) mire! {n) esto? Cual-es (r) diga Yd. (i) su nombre. Vea (o)! — Un diario ó periódico. Cuantas (4) páginas tiene?—Cuatro. ¿Diga (1)las páginas, sírvase(6) Vd. con- tarlas.— Son diez y seis. ¿Atención! (e) que...? (c) título vea (o) tiene el primero? — Es el Eco. ¿Cual-es (r) diga Vd. [i) cual, es? (s) mi- re (a) el título del segundo?-£'s/a Risa. ¿ A cual [f] nación vea (o) pertenece? Cual- es (r)?~Esprtugués. ¿Cual, es? (s)la nación á que pertenece, cual {f) mire [a]! — Es de Esfañ^.
  • 86. = 86 = ¿Pues (2) diga (5)deldiaquees?-i)e/dííí tdnlicinco. ¿Indique precisameute (8) de que mes? — Es del mes de agosto. ¿ Diga (1) pues (2) de que mes? Bel mes de diciembre. ¿Vea (7) el dia de la semana? — Es del domingo. ¿De cual (4) dia de la semana es? — Es deljneves. ¿Sírvase (6) decirme (1) cual (4) es el nú- mero ? — Es el número seiscientos catorce. ¿Vea (7) Vd. el número que (3) tiene? — El número setenta y tres. ¿ Diga pues (2) atención (o) los reales que cuesta de suscripción mensual? — Cuesta veinte reales. Nos hemos valido de los números comunes para indicar los meses del año y los dias de la semana, porque su empleo no puede ofre- cer nunca la menor duda y simplifica nota- blemente la pregunta.
  • 87. 87 = Reloj. ¿Cual-es (r) atención! (e) pu.,.es? (/) el objeto entregado? Vea! (o)—Es un reloj. ¿ Vea (o) cual-es (r) su metal?— Es de oro. ¿Cual (p) pu.. .es? {1) mire! (a) essu metal? — Es de plata. ¿Diga (í) atención! (0) la hora señalada? —Señálalas diez. ¿Sírvase (6) decirme que hora es? —Las seis. ¿Mire los cuartos qwe (3) son para las sie- te?—Tres. ¿ Cuantos (4) minutos faltan para la media? — Cuatro. ¿ Vea (7) los minutos que faltan para ser exactamente (9) la hora que señala este re- loj ?-Frt//aw siete minutospara dar las nueve. ¿ Indique exactamente (9) los minutos que faltan y vea (7) de que hora,! — Fallan nue- ve minutospara dar las siete.
  • 88. = 88 == ¿Indique aliora sobre cuantas (4) piedras esta montado? — Sobre cuatro. ¿Tenga Vd. á bien (5) atención! (o) ver (7) pues (2) ahora el número de este reloj?— Tiene el número cinco mil setenta y dos. ¿Sepamos ahora exacta (9) y precisamen- te (8) su número; vea (7) sírvase Vd. (6) de- cirio? — Tiene elnúmero Nueve mil ochocien- tos setenta y seis. Silla. ¿Cual, es? (5) indique Vd. («) pu...es? (() el objeto señalado ? Mire! (a) — Una silla. ¿De qué...? (c) madera mire! (a) esta for- mada? Vea! (o) —De caoba. ¿ Tenga á bien decirme su color (celeste)-— Está pintada de color celeste. ¿ Teiiga á bien decirme el color (safir) de su funda? —Es de color safir. ¿Cual (p) cosa ú objeto observa Vd. (?) está tocando ahora, atención! (?) su peldaño? — Ln pié.
  • 89. = 89 = ¿Qué...? (c) Vea! (o) que-es (d) lo apoya- do en el respaldo? — El codo. ¿Vea (7) el número de las flores que hay pintadas en el raso de su asiento.—Son siete. ¿Dígame el nombre (girasol) de laque se- ñalo.?—Es un girasol. Sírvase decirme el nombre (tulipán) de la flor que señala el caballero?—Es un tulipán, ¿Cuantos (4) son los colores de la paja del asiento de esta silla— Son cuatro. i Diga cual (violeta) es el que señalo-Es violeta. Taza. ¿Cual, diga? [t) mire! (a) cual, es? (s) el objeto entregado? Mire! (a)—Es una taza. ¿ Vea (o) cual-es {r) la materia de que está formada?-.-Es de oro. ¿Qué...?(c) materia la forma? Cual-es (?) observe Vd. (i) su nombre? —A's um copa f/e cristal.
  • 90. = 90 = ¿ Pues, oiga ? {n) mire (a) que-es [d] lo que hay dentro?-No hay nada. ¿Pu...es? (O observe Yd. {i) que? (c) hay ahora?-//ay/ícor. ¿Medirá el color? (naranjado).-Si señor es de color naranjado. ¿Lo que [b) hay dentro Vd. (i) me dirá?- Hay vim. ¿y GAelcolor (blanco)?-Esde color blanco. ¿Del líquido que hay en esta taza diga su color (azul)?-Es azul. Ejemplos de objetos abstractos. ¿ Cual [f) mire (a) es el deseo del caballe- ro. Cual, es? {s)-La paz. ¿Se me han dado dos números vea (7) pues (2) la cantidad que forman ambos é in- dique el del uno y del otro?—Ambos compo- nen la cantidad de Nueve: el primero es sie- te y el segundo dos. ¿ Ahora pues-oiga: [M) mire (a) cual-es
  • 91. = 91 = (r) pues (;;) el nombre de pila que me ha di- cho se llamaba la señora'^—Margarita. ¿ Tenga á bien (5) decir (1) el número que le cupo en suerte al señor en el sorteo del reemplazo?—E/wMwero cincuenta y uno. I Dígame el color (pardo) del pantalón del caballero ? —£"5 de color pardo. ¿ Dígame el nombre do la flor (jazmín) que se ha pensado la señora — Jazmín. ¿Diga pu...es? (/) Vea (o) nombre el de- seo manifestado por el señor, diga, cual ? (í) es. Atención! (e) — Desea sacar/a lotería.. ¿Diga(1) el número de sus hermanos, cuantas (4) son sus hermanas y sírvase (6) manifestar el número también de sus primos? —Tiene un hermano, cuatro hermanas y seis primos. ¿Vea el dia pues (2) que debe llegar preci- samente (8) la carta que aguarda el caballe- ro. —Debe llegar el dia veintiocho.
  • 92. = 92 .= Tabla numérica Para poder hallar y retener con mas facili- dad las palabras equivalentes á los números ordinarios. 10 Diga, atención! 11 Diga, atención digo. 12 Diga, pues. 13 Diga, el ó los, las, que. 14 Diga cuantos. 15 Diga, tenga á bien. 1() Diga, sírvase. 17 Diga, vea. 18 Diga precisamente. 19 Diga exactamente. 20 Pues, atención ! 21 Pues, diga. 22 Pues , atención digo ¡ 23 Pues, el que etc. 24 Pues cuantos, cual, cuales. S."} Pues, tenga á bien. 2G Pues, sírvase Vd. 27 Pues, vea. 25 Pues, precisamente. 39 Pues, exactamente. 30 El que, atención! 31 El que, diga. 32 El que, pues. 33 El que, atención digo! 34 El que ó cuíil. 35 El que, tenga á bien. 30 El que , sírvase. 37 El que , vea.
  • 93. = 93 = 38 El que precisamente. 39 El que exactamente. 40 Cuanto, atención. H Cuantos, diga. 43 Cuantos los que. •iS Cuantos, tenga á bien. 47 Cuantos, vea. •49 Cuantos exactamente. 50 Tenga á bien, atención! 52 Tenga á bien, pues. 54 Tenga á bien, cuantos. 56 Tenga á bien servirse. 58 Tenga á bien {precisamente. 60 Sírvase, atención ! 63 Sírvase indicar (1) los que. 66 Sírvase Vd. atención digo ! 69 Sírvase (indicar) exactamente. 70 Vea, atención ! 7í Vea, cuantos. 78 Vea precisamente. 80 (Indique) precisamente atención! 85 (Indique) precisamente (el n°.) tenga á bien. 90 (Indique) exactamente atención ! 96 (Indique exactamente (el número) sírvase Vd. 100 Diga, atención i atención digo I 1000 Diga atención 1 atención le digo I 2.000 Pues, atención! atención le digo 1 etc. Únicamente haremos uso de estas últimas palabras en el caso de marcar la pregunta los railes fijos; pero si van acompañados dichos railes de otros guarismos, seguiremos el mé- todo empleado anteriormente. (1) Hemos demostrado ya así en la parte teórica, como en los ejemplos prácticos anteriores , la ne- cesidad de interpolar palabras no privilegiadas, en- tre las que lo son.
  • 94. r^ IHBi • ~ ^ ^ ^ > ~ *i»fí> <K*;>8> n vano serian todas las reglas y «>^v> v,>^^> ejemplos citados, si un estudio Hy|f H ^ detenido y constante nos no pu- siera en el caso de emplear aquellas con faci- lidad é imitar á estos con soltura y sin es- fuerzo. Indispensable será la práctica ante todo, si queremos reportar las ventajas que puede ofrecer este arte; por ella se logrará al cabo emplear los signos y letras convenció nales, con pare&ida ó igual rapidez á la que usamos generalmente para espresar las pala- bras comunes; cUa nos solventará las diti-
  • 95. = 95 = cultades que en un principio deben por ne- cesidad ofrecerse, y por ella en fin logra- remos , no sin sorpresa por parte de algu- nos, lo que hasta ahora habiasido cuasi des- conocido entro nosotros. Ojalá que nuestros esfuerzos contribuyan al logro apetecido y sirvan de emulación, pa- ra que otros hagan un estudio mas profundo y saquen, si es posible, un partido tpdavía mas beneficioso de este arte que bien podre- mos llamarle Arte mágico del siglo XIX.
  • 96. ÍNDICE. Pág. Advertencia 3 Introducción !' Primera parte. — Teórica ¿3 Abecedario 28 De las vocales 29 De las consonantes '^2 Empleo de las letras convencionales. . . . '.Vi De las palabras no privilegiadas 44 De los números 47 Colores , 51 Tegnologia especial de algunas flores.... S3 Segunda parte. — Práctica 55 Ejemplos prácticos 58 Tabla numérica "2 (kmclusion ^i Siendo esta obra propiedad esclusiva de la Sra. VIUDA É HIJOS DE MAYOL , será perseguido con todo el rigor de las leyes ciialquier^que la reiraprima sín su consentimientp, ' ? * i. # ,