1. Caro Edgar:
Solo porque una elemental cortesía me
obliga a darte copia de estos apuntes que le
entrego a tus pupilos, lo hago! Como veras, si
de pronto los lees, bien se ve que su impresión
fue a la carrera….. y eso porque ya me voy!
De otro modo nunca los hubiera entregado.
Bueno! Ellos dicen que le servirán mucho!
Ojala!
Te deseo todo éxito!
13 – XI – 97
Me admiro de que en estos apuntes varias
veces “afloren” sentimientos: ¡Compasión,
tristeza, ira! ¡Y tú me hiciste notar que te
afectó la descripción de la debilidad de los
apóstoles, “hombrecillos” llenos de defectos!.
¡Ello me hace pensar que a tu seguimiento de
Cristo le vas a poner mucho sentimiento,
mucho amor! ¡Y no tanto cerebro, ni razón, ni
cientifismo! Se me hace que nuestra rutina
nace de que “sabemos mucho” y amamos
poco.
Oscar Ramón.
2.
3. episodios, cuyo contenido teológico era más
importante que la exactitud histórica. La
interpretación postpascual le dio una nueva
vida, una nueva perspectiva desde la óptica
de cada comunidad a esos hechos que
talvez hubieran pasado desapercibidos, de
no haber estado preñados de un contenido
teológico más profundo que ahora bajo la
divina inspiración salía a flote para iluminar
con nueva luz, las nuevas circunstancias.
Al salir del noviciado iremos otra vez a Galilea,
a la tierra de los gentiles, a la pesca
infructuosa, a esas noches oscuras, a esas
noches de dificultad pero nos iremos, bien
grabadas sus enseñanzas en nuestra mente y
en nuestro corazón. Talvez releyendo estos
apuntes renovemos nuestros propósitos,
enderecemos nuestros pasos, avivemos
nuestro declinante entusiasmo y al
recordar ese año feliz que pasamos cerca de
Él, sintamos de nuevo que nuestro corazón
arde mientras nos explica las Escrituras y nos
habla por el camino hasta cuando el día
ya se muera,
Oscar.
4. nuevas e inesperadas circunstancias.
Era ahora cuando se necesitaba deducir,
aplicar, interpretar todas aquellas acciones,
palabras, gestos, ejemplos, parábolas.
Aquellos ejemplos, aquellas palabras,
aquellos milagros eran como códigos cifrados
que ahora descifrados debían aplicarse a las
nuevas circunstancias. Ahora que el ya no
estaba ahí, ahora que por su Resurrección
había dado nueva luz, nuevo resplandor a su
vida tenían que hacer y decir como Él había
dicho y hecho. Ahora el seguimiento no era el
físico ir con El y tras El, pero era, igualmente
tenerlo ahí presente, para que con su
recuerdo, con su ejemplo iluminara el camino
a tomar, la acción a decidir, la conducta a
observar, la palabra a decir, de acuerdo con
lo que El había enseñado: no se le podía ser
infiel a Él y no se podía tampoco ser infiel a su
mensaje y muchísimo menos a los que habían
creído en El.
Ahí estaban esas comunidades, fundadas por
diversos apóstoles en lugares muy dispares, en
circunstancias muy diferentes, pero todas
tratando de ser fíeles a un único Maestro! No
tenemos otro maestro sobre la tierra.
Y fue entonces cuando se compilaron esas
tradiciones cariñosamente guardadas,
fielmente transmitidas, celosamente
cumplidas. Al redactarse, seguro ya había
interpretaciones de palabras, hechos,
5. Nos detuvimos en algunos puntos de esa
enseñanza que de palabra, de obra, con
gestos, milagros, acciones y omisiones, (¡de
propósito no se lavaba las manos antes de
comer!) con que, como profeta y Maestro,
cumplió su tarea Mesiánica de libertar al
hombre por medio de la verdad, de la
autenticidad, de la humildad, de la confianza
absoluta en el Padre, por la fraternidad y
solidaridad.
Destacamos algunas de las exigencias
propuestas a quienes quisieran seguirlo, un
mínimum. Seguir a Cristo es tarea de titanes,
de otros Cristos, de gente que no tenga
miedo de arriesgarse a vivir como Él.
Y con sorpresa, tal vez con compasión vimos
a esos pobrecillos, incultos, rudos, orgullosos,
violentos, miedosos, ambiciosos hombrecillos
seguir con tanta buena voluntad pero con
tanta dificultad. ¡Trataban de seguir al
Maestro!. Cómo tropezaban, cómo caían,
cómo seguían, medio aterrados, medio
despistados pero siempre con tanto cariño y
confianza en su Maestro.
Ahora solos, ya ni siquiera en el grupito, sin el
grupo de las mujeres, que con su cariño
animaban hasta al mismo Maestro,
emprendieron de nuevo su camino a
Jerusalén, y fue entonces cuando todo
aquello aprendido en su compañía, tuvo que
ir brotando aplicado a nuevas situaciones, en
INTRODUCCION
Para comenzar, debo confesar que este tema
del seguimiento de Cristo, tiene para mí una
especial dificultad: ¿cómo puedo yo hablar
con propiedad de algo que me resulta
extraño, de algo que no he vivido, de algo
que no me brota de la entraña?. Y si no
conozco la realidad de lo que pretendo
describir, ¿por qué hacerlo? Ahí está la
descorazonadora paradoja: ¡alguien que no
ha seguido a Cristo va a decirles a otros cómo
hacerlo! De entrada, pues, ya está
descalificado el intento. Un guía ciego que
pretende guiar a otros ciegos.
Pero... ¿podría alguien escribir algo sobre
estos temas, aún en el caso de que ya haya
hecho el intento... y con fortuna, de ir tras de
Cristo si los mismos que ya intentaron las dos
cosas, seguirlo y describir su seguimiento, no
pudieron sino dejarnos la humilde confesión
de su incapacidad de hacerlo
cumplidamente?1
He, pues, garrapateado estas reflexiones,
movido sólo por la imperiosa necesidad de
1
Rom.7,7-25. Descripción de la doble condición de pecador
y santo.
Ay de mi. Quién me librará de este cuerpo de muerte?.....
San Francisco de Asís ya para morir se siente como para
comenzar; hasta ahora no hemos hecho nada...
6. presentarles a mis desafortunados discípulos,
los novicios franciscanos de la Provincia de
San Pablo Apóstol, unos apuntes de cuanto
he ido recogiendo de aquí y de allá, sobre
este "espinoso" tema y sólo con la sincera
intención de que, ya que ellos quieren
también intentar seguir al Maestro, tengan
algunas ideas que refuercen su deseo y
voluntad de hacer algo que no depende
tanto de cuántas ideas se tengan sobre el
tema, cuanto de la gracia del Señor -que
ciertamente la da- y del amor -cuanto más
acendrado, mejor- al Señor que llama y a la
misión para la cual llama. Al fin, para eso los
llamó: para que se quedaran con Él y para
mandarlos a predicar y para darles poder de
arrojar demonios. Mc.3,14-15. Por eso yo
nunca seguí a Cristo: no me quedé con Él...
aunque viví en su casa ya por más de medio
siglo, anduve sólo merodeándolo, o como
Pedro, lo seguía de lejos, Lc.22,54. Ni arrojé los
demonios, pues hay demonios que sólo se
echan con oración y ayuno. Mc.9,29.
"Cada maestrillo trae su librillo" dice el refrán
popular. Tengan, pues, en su mano esos
discípulos este librillo, sólo como una tosca
herramienta que de algo les sirva, mientras
logran, a fuerza de sincero empeño personal,
constante esfuerzo y oración sin pausa, arrojar
estas muletas, estorboso instrumento para
quien pueda ya con propia agilidad y
destreza correr tras el Maestro, que va
"Hombres de poca fe" puede ser la voz que se
nos deje oír. Pues seguir a Jesús ahora y
siempre es seguir al mismo de los caminos de
Galilea; el llamamiento paradigmático que
les hizo a ellos, es el que les hace ahora a "los
que El quiere". Vengan detrás de Mí. Síganme,
para estar siempre con Él, para enviarlos a
todos los lugares a donde el tiene que llegar.
Al término de estas meditaciones, nos queda
el consuelo de que intentamos acercamos a
Jesús pobre, humilde, decidido desde el
principio a compartir su vida con los pobres,
con los pastores, con los pescadores, los
labriegos, las mujeres despreciadas,
señaladas, con los niños, con los leprosos,
ciegos, cojos, paralíticos, en una palabra, con
los que no son; que desde su encamación y
nacimiento demostró claramente que su
opción preferencial era por los pobres.
Vimos con detenimiento el modo y cuidado
con que fue llamando a unos especiales, que
destacó de entre la multitud que lo seguía.
Que con ellos compartió la pobreza, el
trabajo, la vida; los soportó en su rudeza, falta
de fe, importunidad, torpeza, pero a los
cuales cariñosamente los fue formando y
preparando para la gran misión de seguir la
tarea que él comenzó visiblemente y
continúa haciendo ahora de manera invisible
pero real.
7. LOS ESPERO EN GALILEA
Llegados al término de estas jornadas
en que hemos tratado de acompañar a los
discípulos en su trasegar detrás de Jesús,
desde que E/ los llamó, justo cuando
empezaba su ministerio en Galilea para que
lo fueran acompañando y estuvieran siempre
con El y para prepararlos para enviarlos a
todos los lugares a los que El iba a llegar,
supongo que tendríamos que sentirnos con
ese sentimiento de melancolía con que ellos
deberían irse a comenzar de nuevo, pero esta
vez sin El, el camino de Jerusalén, desde
Galilea de los Gentiles, el eterno retorno, o
con la melancolía de la que habla Lucas
cuando se quedaron mirando al cielo
viéndolo irse al infinito. Hch.1,10.
Y regresar a Jerusalén... para emprender,
ahora solos, el camino de Judea, Galilea,
Samaría y hasta los confines de la tierra.
Qué distinto es ahora todo. Cierto es que Èl
prometió estar con ellos hasta el fin del
mundo... pero... ¿No era mejor cuando Él
estaba visible, y se le podía oír, ver, tocar?
¡Qué distinto cuando era Él quien asumía
directamente el control de todo, cuando era
él quien enfrentaba a los escribas y fariseos,
cuando echaba los demonios, cuando
sanaba a los enfermos, cuando increpaba al
mar, cuando enseñaba a las multitudes y
cuando se escapaba solo al monte a orar.
adelante, muy deprisa hacia Jerusalén.
Mc. 10,32.
Porque se trata de adquirir un “talante”, un
modo de vivir, de actuar, de sentir, de pensar;
una mentalidad que informe todos nuestros
actos, deseos, acciones y actitudes. Seguir a
Cristo es mucho más que hacer ciertos actos
piadosos, decir o recitar ciertas fórmulas de
oración, así fueran los salmos, la Biblia entera.
Con cuánta insistencia fustigó el Señor a
escribas y fariseos "cumplidores mecánicos"
de la Ley, cotidianos sacrificadores de
víctimas vacías de todo amor y de toda
consagración. Mt. 18,8; Me. 7,6; Lc.18,10-12.
Seguir a Cristo es mucho más que correr
desaforadamente tras los pobres, por quienes
se ha hecho una opción prioritaria, que a las
veces parece más prioritaria que la opción
misma por Cristo: ya podría yo dar mis bienes
a los pobres, ya podría yo dejarme quemar
vivo, si no tengo amor nada soy. 1 Cor. 13.
Cómo se burló el Maestro de esos fariseos que
le dan la vuelta al mundo en busca de
prosélitos, para hacerlos luego peores que
ellos.
Seguir a Cristo es más que el cumplimiento
minucioso de reglas y constituciones,
reglamentos y horarios, de sábados y
lavatorios; porque la Ley esclaviza, aliena; y
seguir a Cristo es tomar un camino de
liberación.
8. Por eso, esto no es, no quiere ser, no puede
serlo, una especie de "Manual de seguimiento
de Cristo". Una especie de recetario con
fórmulas para encontrar a Cristo, como
podría ser un manual para los miembros del
escuadrón de búsqueda para seguir a sus
perseguidos objetivos.
Seguir a Cristo es vivir, según la metáfora
bíblica, caminar, ir detrás de, seguir, hacer
camino con sus ecos vétero-testamentarios; la
salida y caminada de Abraham desde Ur
hasta la tierra prometida; la de Moisés con su
turba de esclavos liberados, desde Egipto a la
tierra prometida; la del pequeño resto que
camina desde Babilonia de regreso a
Jerusalén, y luego vivida y revivida por Jesús y
sus discípulos por los caminos de Palestina, en
un lenguaje simbólico, para invitar a todos
los hombres, errantes y eternos buscadores de
felicidad, de paz y de reposo a buscar
primero que todo el Reino de Dios, amarlo
sobre todas las cosas, pues todo lo demás es
añadidura. Mt.6.33 pérdida, estiércol Flp.3.8.
Seguir a Cristo es pues, un ir dejando todo,
dejando la tierra, la parentela, los haberes, a
sí mismo, para estar con El. Por eso
apuntamos algunos "flashes" más luminosos
de su vida, de sus hechos, de sus palabras,
para no perderlo de vista, mientras
avanzamos por los caminos de este mundo, y
"flashes" disparados desde nuestro ángulo,
Lo comprenderán más tarde. Cuando venga
el Espíritu, les enseñará todas las cosas. Por
ahora... toca ir dando las lecciones así haya
que repetir y repetir y haya que gastar horas
en la casa, de nuevo, en privado, atendiendo
una y otra vez, sus preguntas... las que
hacían. Pues frecuentemente... no entendían
y no se atrevían a preguntar. Admirable
constancia de esos discípulos, admirable
paciencia de ese Maestro. Pero valió la pena.
Cuando resucitó... entendieron que tal cosa y
tal otra. Con mucha razón les decía: no se
dejen llamar maestros: uno es su Maestro: el
Mesías.
Pero hoy como entonces "aún quedan
muchas cosas para enseñar y que no
entendemos... Seguimos sin entender... y sin
querer entender. Sigue exigiendo de sus
discípulos como decía San Agustín: Cree para
que entiendas. Talvez nunca acabaremos de
entender. Pero siempre nos queda urgente la
invitación a creer: No se inquieten. ¿Creen en
Dios? Crean también en mí... Yo soy el
camino, la verdad, la vida.
9. Sanhedrín y ante Pilato! No necesita el
Maestro defensores baraticos, que traten de
justificar sus acciones. Un buen Maestro
también sabe que tiene que de vez en
cuando ser severo y que con ciertas personas
y ante ciertas circunstancias, un tono
enérgico, y una palabrita fuerte no sólo es
conveniente sino necesaria. Pero su talante
no era ni el despotismo ni la agresividad,
cualidades estas sí muy notorias en muchos
seguidores, y seguidores reverendos y
reverendísimos. Dignos de remiedo.
Dificultades para entender
¿Qué doctrina nueva es ésta? Se
preguntaban las turbas. Y no sólo sus
palabras, discursos, comparaciones,
tenían que ser enigmáticas e incomprensibles
para esos labriegos incultos. Muchas de sus
acciones, gestos, milagros, les resultaban
incomprensibles. ¿Cómo iban a entender que
el Maestro les quisiera lavar los pies? Lo que
yo hago no lo comprendes ahora, lo
entenderás más tarde... Lázaro se durmió?
Ah bueno! si se durmió... es que se alentó. Ya
está fuera de peligro. ¿Quién es éste a quien
el viento y el mar obedecen? Preguntan
después de haber visto la multiplicación de
los panes, las curaciones de leprosos, y
su poder ante los demonios.
En verdad, talvez, fue mucha dosis para esas
mentes tan pequeñitas. ¿Pero ... qué hacer?
desde nuestra visión de Franciscanos de
San Pablo Apóstol.
Que el esforzado Apóstol, que corría hacia la
meta olvidando lo que queda atrás y lanzado
siempre hacia adelante, Flp.3,3, que la
cautivante figura y ejemplo del Padre
Francisco nos atraigan hacia Cristo, con la
fuerza incontenible de su amor, de sus vidas.
Por eso, antes de entrar en materia, quiero
invitar a mis lectores a hacer una breve pausa
para releer y meditar un trocito del evangelio
de San Lucas, el capítulo 24,13-35, el camino
de Emaús y detenerse especialmente en estas
frases: -“se acercaban a la aldea a donde se
dirigían y Él fingió seguir adelante. Pero ellos le
insistían: quédate con nosotros Señor, que se
hace tarde y el día ya declina. Y entró para
quedarse con ellos. Puesto con ellos a la
mesa, tomó el pan, lo bendijo, lo partió y se lo
dio. Se les abrieron los ojos y lo reconocieron y
se dijeron uno al otro: no es verdad que:
- nuestro corazón ardía
- mientras nos hablaba por el camino
- y nos explicaba las Escrituras?.
Este estudio no es, no quiere ser, una reflexión
meramente intelectual, fría, "imparcial"!. Y es
natural!. No estamos en este momento de
nuestra vida franciscana en el ámbito del
estudiante que se apresta a descubrir datos o
a verificarlos "científicamente"; ni nos
10. acercamos al Maestro como un
"desconocido" lejano. No! Ya hemos tomado
partido, hemos hecho una opción por El, y
por lo mismo no vamos a correr el riesgo de
quedarnos en lo académico, en lo lingüístico,
en la erudición bíblica o teológica. Nuestro
estudio apunta más bien hacia el sentido
primigenio de esta palabra: studium: deseo
vehemente, dedicación ferviente, afición,
pasión, amistad, benevolencia, amor,
voluntad... Que nuestro corazón arda!!.
Por el camino... de la vida diaria, en el
desarrollo de nuestra actividad ordinaria, en
la práctica. Esta no es una "asignatura" para
un examen final, para una nota, una
calificación; esto no es evaluable con criterios
académicos. Si algo queremos aprender es a
escuchar al Maestro que nos va
acompañando por el camino de la vida,...
hasta el caer de la tarde... hasta la muerte.
Y porque somos "torpes", "tardos" para
comprender, "duros" para creer lo que dijeron
los profetas, hábiles para manipular "la
palabra" y acomodarla a nuestros fines,
vamos a dejar que El nos explique, nos vaya
explicando las Escrituras. Y por eso a lo largo
de este "estudio" -que, por lo demás, ha de
durar toda la vida- haremos lo que
frecuentemente hacían sus discípulos cuando
quedaban a solas con El; "Señor, explícanos
esa parábola" (Mí. 13,36; 15,15;
Mc.4,10; 7,17; Lc.8,9)
impertinencia y felonía de los escribas y
fariseos que constantemente lo asediaban
con sus preguntas capciosas y
estrambóticas (de cuál de los 7 será la mujer
que se casó con los hermanos horros?)
muestran la dulzura y la misericordia del
Maestro.
A pesar de ese contacto directo con la
mansedumbre del Maestro, no tienen
empacho en proponer. ¿Quieres que
hagamos llover fuego del cielo sobre esos
bellacos que no quieren recibirte? ¿Y qué tal
la prepotencia de los que vimos no eran de
nuestro grupo echando a unos se lo hemos
prohibido? Mc.9,37. Y qué tal la exigencia:
“Maestro, despide a esa mujer! Viene
gritando y nos fastidia!! Mt. 15,21-28.
Y si Cristo tiene que ponerles el los que
echaban y espantaban a los niños y sus
madres... por impertinentes, ya podemos
imaginar las caras y ademanes y hasta las
voces destempladas con que lo harían.
¿Herimos con la espada? Y fue cortando
oreja! Vaya torero! Ole!.
Cierto es que Jesús tuvo algunos desplantes
que no dejan de llamar la atención: la fuetera
en el templo a los vendedores, algunas
insultadas bien subiditas de tono (raza de
víboras, sepulcros blanqueados. Mt. 23 13-36.
Vayan díganle a esa zorra, Herodes. Lc. 13,32
y su actitud frentera en el juicio ante el
11. invitados a un banquete no estaría motivada
por alguna "escena" entre ellos en ocasión
semejante. Y de todos modos el lavatorio de
lo pies... fue también lavada por lo de la
discusión sobre cuál de ellos sería el mayor,
que acababan de tener ahí en el Cenáculo.
Puede ser muy ingenua la pregunta de Pedro:
Nosotros lo hemos dejado todo y te hemos
seguido: ¿Cuál será nuestra recompensa?
Pero revela un poco de interés, de cálculo. En
verdad no era mucho lo que había dejado
de bienes materiales, económicos.
Ciertamente su sacrificio fue grande: dejaron
todo, así hubiera sido poco. La respuesta de
Jesús, muy discretamente le hace notar que
por ahí no es la cosa. A ustedes que me han
seguido, les daré...
Metodología del poder, de la violencia.
Aprendan de Mí, que soy manso y humilde de
corazón Mt.11,29. Fue una lección verbal que
corroboró la constante enseñanza que con su
actitud de benevolencia y paciencia y
mansedumbre dio el Maestro a lo largo de
toda la vida. El tocar a los leprosos o dejarse
tocar por ellos, por la mujer hemorroisa o por
la de conducta irregular, el abrazar a los niños
impertinentes que hacían impacientar a los
apóstoles, su compasión por las turbas que
eran como ovejas sin pastor, el atender a la
gente aún sin tiempo ni para comer, la
paciencia con todos, aún con la
UN CONTEXTO PECULIAR
"Lo que se recibe se recibe al modo
del que recibe" es un conocido apotegma
filosófico que tiene su aplicación muy
concreta en esta tarea que nos proponemos
asumir, al estudiar nuestro peculiar y propio
modo de el seguimiento de Jesucristo en esta
Provincia Franciscana de San Pablo Apóstol
de Colombia.
Seguir a Cristo es una invitación general, un
llamamiento, que el Maestro hace a todos los
hombres de buena voluntad, y tan "buena"
tiene que ser, que el señuelo para atraerlos es
nada menos que "tomar la cruz", con lo cual
ya se echa de ver que se trata de algo difícil,
duro, que exige valor, decisión, coraje: "Si
alguno quiere venir en pos de Mi, que
renuncie a sí mismo, cargue con su cruz y Me
siga" Mt. 16,24. Evidentemente no es asunto
para los que visten de seda, para las cañas
mecidas a todo viento (Lc. 7,24-25), pero la
invitación sigue en pie para todos.
Sólo que la "multiforme gracia de
Dios” (1Pe.4,10) ofrece al hombre infinitas
posibilidades para acercarse a El, y en la
riqueza de sus regalos y carismas, ofrece
también diferencias para que el hombre, en
cierto modo, escoja la manera que, de
acuerdo con sus propias cualidades,
habilidades, apoyos y -obvio!- limitaciones,
12. carencias, debilidades, le faciliten, le hagan
más gratificante, más fecundo su
seguimiento.
Con la renovación de la vida religiosa,
especialmente a partir del Concilio Vaticano
II- la Iglesia invita a los religiosos a buscar y a
seguir más fielmente su propio carisma, el
carisma del fundador. Y en esa búsqueda, en
ese -"volver a las fuentes"2 se empeñan ahora
Ordenes y Congregaciones religiosas,
tratando de aquilatar más y más su fidelidad
a la vocación de seguir a Jesús según el
carisma de la propia entidad. Y es aquí
donde surge, con la diversidad de cansinas y
características, la necesidad de buscar la
propia identidad. Eso es lo que "^
proponemos hacer en este año de noviciado,
en este aquí y ahora de la Provincia
Franciscana de San Pablo Apóstol.
Y para "situamos" en el "contexto peculiar" de
esta opción trataremos de tomar clara
conciencia de lo que significa seguir a Cristo:
1 -desde el lugar del oprimido
2 -desde la praxis del pueblo
3 -con el no-hombre de nuestro tercer mundo.
4 -desde la Iglesia de los pobres
5-a imitación de Francisco de Asís, como
franciscanos de la Provincia de San Pablo
Apóstol en Colombia.
2 Decreto sobre la renovación de la vida religiosa.....
Perfectae charitatis.
fe después de haberla gastado,
en medio de inmensas dificultades
y pruebas, persecuciones,
hambre, sed, espada, azotes,
afrentas por el nombre de Cristo. ¿Cómo no
alegrarnos de tener como sólido fundamento
de nuestra fe (Prefacio de Apóstoles) a
quienes... un día fueron hombres de poca fe?
Ambiciones personales- miras interesadas.
Una de las enseñanzas reiterativas del
Maestro fue: Quien quiera seguir detrás de mi
va a tener que negarse a sí mismo; va tener
que dejarlo todo; va a tener que ser el
servidor de todos... va tener que hacerse
como un niño.
La lección no fue aprendida: en la última
cena todavía discutían sobre cuál de ellos
sería el mayor. Quizás por la evidente
preferencia que por ellos había tenido el
Señor: fueron los primeros llamados, los
invitados especiales a la resurrección de la
hija de Jairo, a la transfiguración y lo iban a
ser a la agonía, los dos hijos de Zebedeo se
creían con el derecho de "primogenitura". Por
sí o por medio de otros manifestaron
claramente sus ambiciones: di que estos dos
hijos míos se sienten en tu reino uno a tu
derecha y otro a tu izquierda.
Quién sabe si la recomendación a discípulos
de ocupar los últimos puestos cuando fueran
13. explicables... pero una gran dosis de falta de
fe es también perceptible en su torpeza. Es
que su proceso fue lento, muy lento. El mismo
Cristo se admira: ¿Cómo es posible que
acabando de presenciar, de ayudar,
dijéramos, a la multiplicación de los panes, se
pongan a pensar que el asunto de la
levadura que les propone el Maestro es un
regaño por no haber traído pan?.Mc.8,13-21.
Los discípulos han visto de cerca la
resurrección de muertos, la curación de
leprosos, de paralíticos, de ciegos, lo han visto
caminar sobre las aguas, apaciguar el mar, ...
sin embargo,... en el examen final... se rajaron:
herido el Pastor, se dispersaron las ovejas.
Mt.26,31. Razón tenía Abraham en su diálogo
con el rico epulón: Lc. 16,31. Ni aunque
resucite un muerto creerán: ellos habían visto
resucitar a tres, por los menos!
Y no creyeron que Jesús vivía y que había
sido visto por María, ni tampoco creyeron a
los otros dos que iban de camino a una
aldea. Tanto que les echó en cara por su
incredulidad y dureza de cabeza por no
haber creído a quienes lo habían visto
resucitado. Mc. 16,11-16.
Consuela pensar, sin embargo, que, a pesar
de todas esas humillantes caídas y
debilidades, esa poca fe creció, se robusteció
con la fuerza del Espíritu Santo y todos ellos
llegaron hasta dar la vida en testimonio de su
No basta con tomar algunos apuntes, leer
algunos libros, visitar algunos lugares, y ni
siquiera compartir algunas experiencias,
estudiar documentos. Se trata más bien de
una "experiencia", de una vivencia, cercana,
permanente, con ojos y oídos bien dispuestos
para captar, hacer propia la situación.
1 - Desde el lugar del oprimido.
Es bien significativo el hecho de que cuando
al final de su peregrinación por este mundo
S. Francisco en su Testamento hace el
recuento de su vida, desde el momento en
que "El Señor me dio el comenzar a hacer
penitencia"3, el Santo señala como punto de
partida el que "el Señor lo llevó entre los
leprosos" que eran "muy amargos de ver" y
por haberlos tratado con misericordia "lo que
antes era amargo, se le convirtió en dulzura
de alma y cuerpo. Y poco después se apartó
del siglo".
En la Vida Primera Tomás de Celano pone el
episodio de los leprosos no como punto de
partida de su conversión, sino mas bien
cuando ya ha pasado un buen tiempo
dedicado al Señor.
"Poco después el verdadero amante de la
santa humildad se trasladó a un lugar de
leprosos y con ellos vivía, sirviéndolos a todos
con solícito cuidado por amor de Dios,
lavando sus carnes y limpiando la podre de
3 Testamento de San Francisco, 1.
14. sus llagas..." "desde entonces empezó a
desgraciarse y a vencerse más y más"4.
El traslado físico, geográfico para vivir entre
los leprosos fue definitivo para perfeccionar la
opción hecha de seguir a Cristo por el
camino de la pobreza y la humildad.
Después de tantos documentos, estudios,
discursos, teorías sobre los pobres, la pobreza,
la pobreza absoluta, los empobrecidos, los
marginados, los desechables (bien se ve que
se ha "afinado" el vocabulario teórico) la
Provincia de S. Pablo tiene como punto
partida un "éxodo" muy bien definido hacia
la "periferia", hacia aquellos lugares
"marginados geográfica y socialmente."5
Es evidente, sin embargo, que el "lugar
geográfico" por importante y conveniente
que sea para "experimentar", "padecer en el
propio pellejo" las incomodidades y
limitaciones e inconvenientes que tienen que
padecer los pobres, a quienes queremos
acompañar, no es suficiente garantía de una
verdadera inserción. "Desde el lugar del
pobre" en esto del seguimiento de Cristo hoy
apunta más bien a ocupar el lugar social,
mejor aún, el "lugar teológico", que tienen los
pobres en la escala social de Cristo, en la
escala social de la Iglesia Latinoamericana,
según lo expresado reiteradamente en sus
4 Celano, Vita I, cap. VII, 17.
5 Opciones prioritarias.Proyecto de vida y servicio, 6.3.3.
El término oligópistoi está dirigido, en boca de
Jesús, a todos sus oyentes, pero más
frecuentemente a los discípulos: Mt.8.26;
14,31; 1,8; 17.17; Mc 4,40; 9,19; Jesús se admira
de la falta de fe de sus coterráneos de
Nazareth... pero se impacienta de la falta de
fe de sus discípulos: ¡Ah generación incrédula
y perversa! ¿Hasta cuándo tendré que
soportarlos? ¿Hasta cuándo estaré con
Ustedes? Y, en el camino de Emaús, ya al
término de su misión en este mundo, todavía
ante la falta de fe que implica el escaparse
de Jerusalén... porque ya van tres días, se le
escapa contra esos dos tránsfugas el reclamo
impaciente: ¡qué torpes son Ustedes y qué
tardos para creer...! (Lc.24, 25).
Al lado de las confesiones de fe: Tú eres el
Mesías, Mt.l6,l6, ¿a quién iremos si sólo tú
tienes palabras de vida eterna?, Jn.7,68.
confiado en tu palabra echaré la red, están
el “Yo no conozco a ese hombre, no sé de
qué hablas”, y hasta la reprensión al Maestro
que acaba de predecir su propia manos de
los sacerdotes y escribas. Retírate Piensas
como los hombres, no como Dios! Mt 8,33.
Claro que para aquellos hombres rudos, poco
versados en las Escrituras, más preparados
para las labores de pesca y agricultura que
para las reflexiones teológicas del Maestro,
acostumbrados a otros lenguajes, a otros
esquemas de pensamiento, las dificultades
para entender muchas cosas eran apenas
15. DIFICULTADES EN EL SEGUIMIENTO
DE JESÚS
Nunca es fácil, ni lo será, seguir a Cristo. A
pesar de que su yugo es suave y su carga
ligera, y de que quien lo sigue no anda a
oscuras, quien lo sigue debe saber que hay
que tomar la cruz; que va por un camino
áspero y una puerta estrecha y que puesto
que al discípulo no puede irle mejor que al
Maestro, los discípulos primeros tuvieron
algunas dificultades muy notorias... que por lo
demás fueron y siguen siendo las dificultades
de cuantos quieren seguir detrás de Él.
Miremos siquiera unas pocas:
Hombres de poca fe.
¡Seguir a Cristo es cuestión de Fe! Y como el
seguirlo es ya de suyo un largo caminar, un
proceso, la fe que mantenga al discípulo
unido al Maestro tiene que ser también un
proceso, una andadura, que, obviamente
tiene las características de todo camino: el
entusiasmo, la novedad se mezclan con el
tedio, el cansancio, la rutina, el desaliento...'y
hasta – ¡no lo quiera Dios!- el desistimiento. El
camino, susceptible de baches, caídas,
levantadas, enfermedades y debilidades,
repuntes, carrera veloz, lento caminar,
arrastrarse.
documentos de Medellín, Puebla, Santo
Domingo, y sobre todo, en los postulados y
exigencias de la teología que se está
elaborando en nuestro continente
latinoamericano.
Leonardo Boff en su libro "Desde el lugar del
pobre" hace un análisis muy completo y serio
de lo que significa recibir creativamente, a
partir de la óptica de los pobres, las
posibilidades que abrió el Vaticano II para
una nueva concepción de la Iglesia / del
mundo. "Procura elaborar el pensamiento
teológico partiendo de los pobres"6 y hace
notar que la Teología de la Liberación "surgió
en el seno de la práctica de cristianos
(sacerdotes, religiosos y laicos)
comprometidos en el cambio de la sociedad
de pobreza"...No se trata de la reflexión sobre
el tema teórico de la liberación, sino de
práctica de la liberación de los pobres y sus
aliados. Desde esa práctica popular
procuran entender el contenido de la fe
cristiana. Surge entonces un nuevo modo de
hacer teología: a partir de la práctica
política, del compromiso solidario con los
oprimidos con miras a la liberación"7.
Esta perspectiva práctica hace que los
agentes de pastoral (obispos, sacerdotes,
religiosos, laicos) comprometidos seriamente
6 Leonardo Boff, Desde el lugar del pobre, Paulinas,
Bogotá, 1989, 2 edición, p. 5.
7 Leonardo Boff, op. cit. p.20-21.
16. con su fe, al hacer su opción preferencial por
los pobres, cambien el lugar social de la
Iglesia, que ya no es para los pobres -en una
acción caritativo-paternalista- sino que
asumiendo como propia la persona de los
pobres, busca hacer de ellos y con ellos los
agentes de su propia liberación. Y esto solo
puede hacerlo adecuadamente cuando
empieza a mirar como suyos esos
problemas. Cuando se "apersonan de ellos,
porque ella misma los experimenta en carne
propia, así solo sea "muy relativamente", ya
que desafortunadamente, por mucho que
quiera, nunca podrá ser pobre como ellos
son, nunca podrá padecer totalmente la
dentellada de la miseria, como la padecen
ellos, que por su nacimiento, por su historia,
por su educación, por sus circunstancias (Yo
soy yo y mis circunstancias"!!) no digamos
que viven bajo la opresión ...sino que son la
misma opresión vivida. Vivir una vida
dimidiada, mutilada, sin salud, sin techo, sin
pan, sin abrigo, a merced del día, siempre
bajo el miedo, la incertidumbre, indefenso, sin
derechos, sin esperanzas, es un "vivir" que
tiene que condicionar la visión de la vida, la
visión de la lucha por la vida, la visión del
hombre, la visión de Dios.
Y por eso se le pide al que hace su opción
preferencial por los pobres, que trate de
meterse vivencialmente en esa perspectiva,
desde la cual - sin remedio - tiene que percibir
a Cristo y su mensaje liberador de una
todos los servicios, las condiciones humildes, la
del esclavo, la de la esclava, que tienen fijos
los ojos en las manos de su Señor. Sal. 124.
Pero, a la vez, dejarse lavar los pies, aceptar
el servicio, el favor con la sencillez y humildad
de quien también debe dejarse querer. Pedro
capta la enormidad del gesto de Jesús y, con
toda naturalidad y lógica rehúsa semejante
acción. Desde un punto de vista meramente
humano, era lo lógico: Tú nunca me lavarás
los pies. Lo que el Señor hace, él no lo
entiende ahora. Lo comprenderá más tarde,
cuando acabe de asimilar la inmensidad del
amor entrañable de Jesús, .La minoridad no
es servilismo, es amor llevado hasta sus últimas
consecuencias.
17. desde ya se les anuncia que serán llevados a
los tribunales, echados de las sinagogas.
Lc.22,27. Y en efecto, ya desde muy al inicio
de su ministerio así fueron tratados, pero ellos
fieles a la lección aprendida quedaron muy
contentos por haber sido considerados dignos
de sufrir ultrajes por el nombre de Jesús.
Hch. 5.41.
El ir de pueblo en pueblo confiados a la
pública caridad, sin cobrar nada, pues lo que
h a b í a n r e c i b i d o g r a t u i t a m e n t e ,
gratuitamente deberían entregarlo, los ponía
en verdadera situación de minoridad,
de dependencia, de inseguridad, como
el niño que depende absolutamente de sus
mayores. En su total indefensión, está en la
manos de su Señor... él, que no deja caer un
cabello de la cabeza, el que cuida de un
gorrión cuidará del discípulo humilde. Nuevo
recuerdo del presuntuoso Pedro, confiado en
su propio valer... que se soñaba poder dar la
vida... aunque todos los demás lo negaran...
yo no... No, no conozco a ese hombre— Y
cantó el gallo— y se acordó Pedro... de su
presunción y su grandeza, de su mayoridad..
Aunque todos...yo no.
Qué mucho que, con esa mentalidad, se exija
al discípulo hacer lo que El hizo: lavar y besar
los pies del hermano...como cualquier
esclavo, como el siervo de Yahwé. Lavar los
pies como elocuente símbolo la actitud de
servicio humilde, Jn. 13,1-20. que comprende
manera muy, pero muy diferente de como lo
percibe, digamos, el clérigo culturalista,
espiritualista, intimista o como lo percibe el
piadoso levita o sacerdote, ensimismado en
"su Dios, que lo mantiene al lado del camino,
y le impide bajarse de su cabalgadura para
mirar de cerca al malherido, para restañar
sus heridas, llevárselo a salvo y hacer suyo
propio el caso: Yo pagaré lo que falta!. Le.
10,3 5 o como San Francisco: "Y yo los traté
con misericordia"8.
2. - Desde la praxis del pueblo
Para una Iglesia que por siglos desarrolló su
ministerio pastoral primordialmente por la
predicación y la catequesis y en general todo
el "ministerio de la palabra", justamente a
través de la palabra (hablada o escrita), por
el discurso, por el documento... le tiene que
resultar difícil lo que ella misma ha propuesto
recientemente: evangelización de las
culturas, evangelización de la religiosidad
popular, inculturación, y otros "tecnicismos" de
ese género, con los cuales se nos quiere
invitar a una inserción práctica, a una
participación en las acciones, en las prácticas
del pueblo. No se puede negar que para
muchos agentes de pastoral de toda la
escala (como por lo demás en toda la iglesia)
el fuerte de la pastoral es "el discurso", el
"documento", el "sermón, la conferencia" la
"charla" y todo esto ahora reforzado con
8 Testamento.
18. audiovisuales. Pero se nos echa de menos en
"el movimiento popular " "en la economía
solidaria" "comités de Defensa de los
Derechos Humanos" "sindicatos" "asociaciones
de barrios" etc.
Y por cuanto hace a lo específicamente
religioso, la evangelización de la "piedad
popular" en sus múltiples manifestaciones;
culto a los muertos, procesiones, novenas,
peregrinaciones, fiestas patronales,
bendiciones, consagraciones, imágenes,
santuarios, etc. etc. es un campo
prácticamente virgen, que espera la
presencia decidida, constante, eficaz de la
"nueva evangelización". Y justamente es ahí
donde la provincia de San Pablo tiene una
tarea urgente por hacer.
Las CEBs son un intento de caminar por esa
línea de inserción que la Provincia ha
cultivado por todo el tiempo desde su
fundación y, a pesar de que los resultados no
han sido tan notorios como era de esperar, en
algunos lugares y en alguna época han
mostrado su eficacia. Parece sin embargo,
que en éste momento atraviesan una crisis, a
la cual -helas!!-puede haber contribuido la
falta de compromiso de parte de los
hermanos. Algunos de ellos no están muy
convencidos de ese sistema y algunos otros
de los con vencidos...siguen en el discurso
teórico que ha reducido la comunidad...a
una pía reunión semanal sin mucha
trascendencia para la acción.
Podría decirse que era obsesiva su exigencia
de mmoria. Sólo Dios es bueno, Mc. 10,18, no
se dejen llamar padre ni maestro: sólo uno es
su Padre; el que está en los cielos. Mt.23,8-12.
El mayor de Uds. será el que sirva a los demás.
Mt.l8,4;20,26,23,1l. Yo no vine a ser servido sino
a servir. Mt.20,28. Su trato permanente con
pescadores, labriegos, niños, mujeres,
publicanos y pecadores, leprosos, enfermos,
pobres y otra gente menuda y despreciada
de la sociedad de Israel, muestra una
mentalidad enteramente dirigida a la
minoridad.
Ni pensar en dejarse hacer rey, Jn.6,15 bien
que lo era y para eso había venido al mundo;
Lc.23.3 y si sus discípulos, Pedro a la cabeza,
estaban pensando que ser Mesías significaba
ser el restaurador de las glorias davídicas de
Israel, que se callen! Están muy equivocados.
Piensan como hombres no como Dios. Mt
11,28-33.
No era para enervar a cualquiera esa
tozudez -estupidez-? de quienes hasta la
última cena estaban discutiendo entre sí, cuál
de ellos sería el mayor, después de haber
escuchado tantas veces la lección: el que de
entre ustedes quiera ser el mayor hágase el
menor, el servidor de todos? ¡Lave los pies!
Lc.22,24.
Y como los discípulos no pueden ser más que
el Maestro, ni los siervos más que el amo,
19. los primeros hombres, contrapone San Pablo
el elogio del primogénito de los hombres y de
toda Criatura, que siendo de condición divina
se despojó de su grandeza, tomó la condición
de esclavo y se hizo semejante al hombre y se
humilló haciéndose obediente hasta la
muerte y muerte de cruz. Filp.2,6-7.
¿Menor ... más para dónde?
Y -dice Pablo- esos son los sentimientos han
de tener los que están unidos a Jesús:
perentoria exigencia, so pena de inhabilitarse
para entrar al Reino y cuánto más para seguir
a Jesús: Si no se hacen como este niño, no
entran en el Reino de los Cielos. (Lc. 18.17).
Desde su nacimiento en la pesebrera fuera de
la ciudad, su precipitada fuga al extranjero,
su vida oculta en un villorrio tan despreciable
como Nazaret donde sus habitantes no sin
maligno sarcasmo aducían como razón para
despreciar a Jesús, el artesano, el hecho de
que conocían a su madre, a su padre, a
hermanos Mt.6,3; que se avergonzaban de El
y para evitar su bochornosa fama de
taumaturgo vinieron a prenderlo pues... está
loco! Los fariseos y escribas, peritos en la Ley,
los sabios de este mundo lo calificaron de
“endemoniado”, de samaritano, Jn.8,
despreciables advenedizos, híbridos de cuya
raza indigna habían de precaverse hasta
evitar su trato. Jn.4,9.
Otras praxis: El trabajo manual. Cooperativas,
economía solidaria.
El trabajo manual y sobre todo el trabajo
inserto como empleados en fábricas,
empresas, instituciones, etc. es una praxis
intentada con dudoso éxito ya desde la
década de los cincuenta. La experiencia
emprendida por los sacerdotes obreros en la
Francia de la posguerra, unos intentos de
inserción de algunos sacerdotes y
religiosos como pescadores en Italia no
perduraron, y de sus resultados pastorales
quedo un sabor agridulce, mas amargo que
dulce. Sin embargo desde la perspectiva de
nuestra Provincia los intentos se repiten ahora,
no principalmente con miras apostólicas y
pastorales, sino como un camino de
pobreza, de inculturación, de compartir las
estrecheces y contingencias del pueblo
trabajador.
Es un loable intento, que parece cada vez
más difícil de realizar, por las condiciones
mismas del trabajo del mundo de hoy, cada
vez más tecnificado y menos necesitado de
mano de obra no calificada, y por las
condiciones mismas de la fraternidad, con
continuas ausencias, medios tiempos,
interrupciones frecuentes. ¿Hasta qué punto
podrá la Provincia capacitar a los hermanos
en esta clase de trabajos que les permitan
insertarse en ese mundo laboral9, y no como
9 Opciones prioritarias, 5, meta 2
20. un símbolo insignificante?.
Ha habido otros intentos más o menos
exitosos de participar en otras praxis
populares, como en las cooperativas,
proyectos de economía solidaria,
microempresas, pequeñas industrias.
A pesar de los magros resultados o de la
efímera existencia de algunos de esos
experimentos, parece ser un reto que hay que
seguir intentando. Después de todo, la
experiencia no ha tenido tiempo suficiente
para madurarse, y ha faltado no sólo la
preparación más adecuada de los hermanos
y de sus
colaboradores laicos para llevar adelante
esas experiencias, sino también la evaluación
de los éxitos y de los fracasos por lo cual se va
un poco a ciegas en ese proceso de inserción
en la economía solidaria.
Ni podemos dejar de mencionar los proyectos
de inserción en las praxis agrícolas, que desde
el comienzo de la Provincia se han hecho: en
la Argentina, en Matanzas, en San Bernardo
del Viento, ha habido conatos de cultivos
comunitarios que han permitido a los
Hermanos, compartir con los campesinos, con
el "am ha aretz" el pueblo de la tierra, esa
incierta condición de los agricultores; que
sometidos a las contingencias de los climas,
lluvias, sequías, inundaciones, acaparadores
mucho más que un pajarito. (Mt.
10,29-31).
El ascetismo de Juan Bautista
aparece como mayor que el de Jesús; su
vestir con piel de camello; su comer saltones y
miel silvestre parece más generoso que el
coman y beban de lo que les den. (Lc. 10,8) y
las frecuentes comidas en casa de fariseos,
Lc.7,36; 11,37; 14,1; publicanos, amigos como
Marta y María, y hasta con multiplicación de
pan y vino, Jn.2,1-11; Mc.6,30-42 cuando la
necesidad así lo pide, o la caridad. Pero aún
así, la invitación a esa estrechez de
vida a que el Señor llama, a esa moderación
permanente y vigilante, no pierde su vigencia
ni su fuerza. Tanto mejor si pudiera el de Juan
ser el camino de todos pero aún en su
moderación, el camino de Jesús es el de la
autonegación, el de la aspereza, el del
sacrificio. Y es, sin ningún género de duda,
una exigencia perentoria a quienes han de ir
tras Él.
Minoridad
Cómo negar que la mayoridad, la grandeza y
los delirios de grandeza, de superioridad han
sido desde Adán y Eva, ávidos de ser como
Dios, Gen.3,1-7 en la humanidad, la fuente de
sus injusticias, opresiones, crímenes, avidez,
avaricia?.
Frente a esa "codicia de ser igual a Dios" de
21. La estruendosa caída de Pedro se debió en
definitiva a que confió más en sí mismo que
en el Señor: aunque todos yo no. Daré mi vida
por Ti... (Mt.26.33-35).
Camino áspero-puerta estrecha-tomar la
cruz.
Aparentemente la radicalidad hablamos
antes incluye este matiz de estrechez y
aspereza y cruz. Es posible que así sea. Sin
embargo Jesús hace muy explícita esa faceta
de su seguimiento, pues no necesariamente
radicalismo supone austeridad. El radicalismo
de los fariseos en su interpretación de la Ley,
radicalismo musulmán en su propia fe,
radicalismos políticos, radicalismos
ideológicos de toda pelambre demuestran
que la radicalidad no conlleva
necesariamente la idea de la aspereza, auto-
negación, sacrificio, cruz que Jesús vivió
y que espera que sus seguidores, al menos los
más inmediatos, sigan: ¿Pueden beber
el cáliz que yo he de beber? Mt.20,22. No
lleven dos túnicas, ni sandalias, ni pan...
vivan de limosna. Mc. 6,8-11; repartan lo
que tengan, si fe abofetean en la mejilla
derecha pon la otra, Mt.5,39, a quien les
quite la capa, entréguenle también el
manto, Mt. 6,25-35, no se preocupen de qué
comerán o qué beberán... valen Uds.
e intermediarios están más de cerca en las
condiciones del pueblo de la Biblia:
sembradores de tierras diversas, leñadores,
pescadores, viñadores, pueblo como ovejas
sin pastor.
Y desde ese contexto desea la Provincia
seguir a Cristo. Así reza la quinta opción
prioritaria: "nuestra forma de vida, de
vivienda, de trabajo, serán como las del
pobre y al servicio del proyecto liberador10
"capacitamos técnicamente para el
desempeño competente del trabajo". Y la
tarea 2 dice: "Propiciar la realización de
trabajos asalariados y sencillos, acordes con
la gente con la que vivimos".
3. Con el no-hombre del tercer mundo
El enfrentamiento de la post-guerra entre los
países industrializados (primer mundo) contra
el Bloque de las naciones comunistas
(Repúblicas Socialistas Soviéticas) como
segundo mundo, dejó el poco honroso "tercer
mundo" a las naciones no desarrolladas como
se decía antes y luego, con un político
eufemismo, naciones en vía de desarrollo,
para todo el resto del mundo. En esta última
categoría habría que distinguir las enormes
diferencias que presentaban entre si esos
numerosísimos países, que evidentemente no
podían medirse con los mismos parámetros,
por lo cual se hablo entonces de cuarto,
10 Opciones prioritarias. Op 5. Meta 5
22. quinto y mas numerales descendentes en esa
escala.
Pero el denominador común, el subdesarrollo,
siguió siendo la característica "uniforme", así
fuera preciso distinguir diversos grados de
subdesarrollo. Compartimos, pues, esas
casillas con los países de Afinca, Asia, Latino-
América.
La división geográfica, sin embargo, no'
describe exactamente el fenómeno,
comoquiera que en los así llamados países
del Tercer Mundo hay amplios sectores de la
sociedad que gozan de una envidiable
situación parecida a la de los países ricos, e
igualmente, en los asi considerados países
ricos, viven por millares hombres sometidos a
una burda explotación y en condiciones no
mejores que las de los del Tercer Mundo. De
ahí que con esa expresión "no-hombre",
tratamos de describir esa situación social que
abarca a todos los desheredados, no
importa a cuál "mundo" pertenezcan. Lo cual
hace que no sobre el calificativo de tercer
mundo, así haya desaparecido el bloque
socialista, y no se pueda ya seguir hablando
propiamente de un primero y un segundo. La
caída del comunismo quitó enfrentamiento
pero no suprimió la realidad, ya que con ello
queremos destacar la situación de nuestra
América Latina, más cercana a nosotros, más
conocida o por lo menos más reconocible: su
historia, su geografía, su población, sus
problemas, sus luchas, sus éxitos, sus fracasos.
bendiciendo al Señor, Lc. 1,5-24; Lc.24,53.
Los apóstoles captaron bien el mensaje:
perseveraban en la oración en un mismo
espíritu. Hch.1,14; acudían continuamente a
la fracción del pan, y a las oraciones 2,24;
seguían frecuentado el templo según las
costumbres judías pues Pedro y Juan subían a
la hora de Nona al templo Hch..3,l; la Iglesia
hacía insistente oración por Pedro 12,5; en las
casas de los cristianos se oraba 12,12; la
oración y el ayuno precedían, como en
tiempos de Jesús, las grandes decisiones 13,3;
14,23; a la media noche estaban en oración
16,25; nombran diáconos para que se
encarguen de menesteres que impiden a los
apóstoles hacer oración y predicar. Hch.6,2-4.
El Reino de Dios es imposible sin la oración.
Porque el Reino de Dios, es ante todo, la
irrupción de Dios en el corazón del hombre,
en la relación padre-hijo, Jn. 1,12 novio-novia,
Mc. 2,19 esposo-esposa Lc. 25,1-13; amigos,
no siervos; Jn. 15,14-16 es, en definitiva, que
venga y habite en El; Jn. 14,2-3 que sean uno
con Dios y con el Hombre... que tengan
nueva vida: y ésta es la vida: que te
conozcan, te amen a Ti y al que enviaste,
Jesucristo. Jn.17.3. Que el Espíritu Santo habite
en sus corazones. Y todo ello supone la
conversación, el trato íntimo, directo con el
Señor, sin el cual... nada podemos hacer
(Jn.15,5).
23. solitarios y oraba; en 6,12. que subió al monte
a orar y pasó allí la noche en oración con
Dios; en 9,18 se le acercan los discípulos
mientras él estaba orando a solas; en 9,28 que
tomó consigo a Pedro, Juan y Santiago y
subió al monte a orar y mientras oraba el
aspecto de su rostro se transformó; Lc.9,29; su
ejemplo movió a los discípulos a pedirle que
les enseñara a orar: mientras oraba a solas...
cuando terminó, uno de los discípulos le dijo;
Maestro, enséñanos a orar (Lc. 11,7). La
oración de Getsemaní, igual que la oración
antes de elegir a los doce. Oren para que no
caigan en la tentación. (Mt.26,41).
Jesús enseña a sus discípulos las cualidades
de la oración, la necesidad de la oración,
purifica el templo, casa de oración
convertida en cueva de ladrones so pretexto
de piadosos negocios para facilitar los
sacrificios, la pureza del templo: los efectos de
la oración: todo cuanto pidan... hasta ahora
no han pedido nada... pidan en mi nombre,
hay que orar en acción de gracias, para
pedir perdón, para pedir por los demás, aún
por los que los persiguen y calumnian, por los
enemigos, orar a solas, sin mucha palabrería...
No es sorprendente que el evangelio de San
Lucas termine dejando a los discípulos en el
templo bendiciendo a Dios... continuamente,
es apenas natural que en el templo termine lo
que había empezado en el templo:
Y dado que en esta América Latina el
catolicismo resulta ser la religión de la
inmensa mayoría, la casi totalidad de sus
habitantes, cabe a ese nuestro cristianismo
una gran responsabilidad en el desarrollo
histórico, desarrollo económico y social,
desarrollo religioso. No es un timbre de gloria
para la Iglesia Católica ni para la nación
Española que nos "evangelizaron".
Con ese lastre secular, la Iglesia
Latinoamericana empieza -¿tímidamente?- su
nuevo camino en este tercer mundo, cuya
inmensa mayoría de habitantes arrastra,
agobiada, el peso enorme de una
explotación: los indios de Chiapas, los
bananeros de Urabá, los mineros de Bolivia,
los campesinos sin campos de toda la
América, los asalariados de salario
inframínimo, los jóvenes sin futuro, los niños, los
desplazados, los refugiados...unas millonadas
de hombres y mujeres "de tercera" de quinta,
de... ¿Cómo mirarán ellos el Evangelio? ¿Qué
evangelio les seguiremos anunciando? ¿Con
qué bautismo van a ser bautizados?
A Dios gracias ya hay una esperanza en este
continente "católico": ya hay un buen número
de obispos y de sacerdotes y cristianos
comprometidos, ya hay una Teología desde
la América Latina, ya hay voces que desde la
Iglesia se levantan para reclamar los
derechos de los pobres, para ayudarlos a
11 Leonardo Boff. El lugar de los pobres. Op. cit. p 16 ss.
24. organizarse, para animarlos en sus luchas o en
sus conatos de lucha. La de América Latina
que en un momento llegó a llamarse en el
Concilio la Iglesia del silencio, es ahora la que
tiene su palabra para decirle a la Iglesia; la
que da qué hablar. Y es desde esa Iglesia de
los Pobres desde donde también queremos
mirar a Jesús el Liberador, desde esta nueva
forma de ser Iglesia11.
4. La Iglesia de los pobres
Desde este ángulo podemos entender
exactamente que es lo que queremos
significar cuando decimos la Iglesia de los
pobres. Las notas de la Iglesia -se nos dice-
son: Una, Santa, Católica y Apostólica. Hay
quienes ven como sospechosa y aún
"dañosa" esa distinción recientemente
acuñada de "Iglesia de los Pobres" como si
con ello se atentara contra la Iglesia una.
contraponiéndole otra Iglesia: la de los
pobres.
Sin embargo cada día se consolida más esta
"nueva forma de ser iglesia", que en palabras
de un calificado teólogo latinoamericano12
llamamos "Iglesia de los pobres" como un
hecho nuevo e históricamente descriptible. La
Iglesia de tos pobres es una ruptura con otras
formas de ser iglesia; en esta nueva forma de
Iglesia aparece una mayor plenitud y
12 Jon Sobrino, Resurrección de la verdadera Iglesia. Los
pobres, lugar teológico de la Eclesiología. P.99 u.
para que él, a su vez confirme a sus
hermanos. Lc.22,31-33.
La exigencia de Jesús es pues, perentoria:
para seguirlo se necesita una fe viva, vibrante,
continua, indefectible. El fracaso de los
discípulos tan entusiastas para responder al
llamamiento... demuestra que se necesita
algo mucho más que el entusiasmo
momentáneo del primer impulso. Vamos con
El y muramos también con El.(?) Jn.11,17.
Sólo que la fe es un don de Dios que como
todos los otros dones tenemos que pedir
ahincadamente: Señor, auméntanos la fe. Lc.
17,5. Creo Señor ayuda mi incredulidad.
Mc.9,24.
ORACIÓN
Para indicarles que era necesario orar
siempre, sin desfallecer, -dice Lucas- les
propuso la parábola del juez inicuo y la viuda.
Y esas instrucciones teóricas, aparecen
llevadas a la práctica por Jesús a lo largo de
su vida, desde el momento de su bautismo en
agua -mientras oraba, se abrió el cielo Lc.3,21
- hasta cuando en la cruz decía: Padre,
perdónalos porque no saben lo que hacen...y
lanzó un grito: Padre, en tus manos
encomiendo mi espíritu, e inclinando la
cabeza... entregó su espíritu. Lc. 23,46. Y así
con su muerte concluye su vida de oración.
En 5,16 Lucas anota: se retiraba a lugares
25. Alguien piensa en suficiencia y poder?
Recuerde a Adán y a Eva... autosuficientes?
No! Oración y ayuno, actitudes de confianza
al Ser de humillación ante el Poderoso.
¿Por qué se hunde Pedro en el mar
tempestuoso, sino por su fe insegura y
dubitante eres tú, mándame ir a Ti. ¿Por qué
has dudado, hombre de poca fe? Mí.14.26-
32.
Si tuvieran fe como un grano de mostaza
podrían cambiar el orden de la creación!
¡Quítate de ahí y échate al mar!
Mí. 17.19: Le. 17.6.
¿Qué sino una fe tambaleante significa la
triple negación de Pedro? ¿Qué la
desbandada de los discípulos en Getsemaní?
¿Qué la escapada a Emaús? Esperábamos...
pero ya ves, van tres días y... Lc. 24,21.
Todo lo cual nos ilustra más y más sobre la
necesidad del cultivar más y más la fe que en
un momento inicial pudiéramos haber tenido
para seguir a Jesús. El caso de lo apóstoles y
en especial el de Judas, muestra bien a las
claras que es posible perder la fe, perder su
impulso vital. Es preciso estar en continua
vela... No todo el que dice Señor, Señor, entra
por ello en el Reino de los Cielos.
Es preciso que el Señor ore por Pedro para
que se confirme, su débil fe y no desfallezca y
autenticidad. Para este estudio se requiere
una atenta lectura de alguno de los teólogos
de esta eclesiología (Boff, Gutiérrez, Sobrino,
Galilea,...). Aquí resumiremos brevemente
parte del capítulo cuarto de "Resurrección de
la verdadera Iglesia. Los pobres, lugar
teológico de la eclesiología".
"La Iglesia está en constante peligro de
"mundanizarse", adaptarse a este mundo
pecaminoso. Es entonces cuando se repite la
experiencia de la Resurrección; constantes
apariciones del Resucitado para darle nueva
vida a su esposa. Las apariciones del
Resucitado no son experiencias limitadas o
reducidas a la primera generación de
cristianos: a lo largo de la historia Cristo se ha
ido apareciendo en momentos privilegiados
para renovarle su espíritu.
¿Quién puede negar que la Iglesia se
degenera poco a poco? Y cómo negar que
Cristo continuamente re-aparece y recrea
con su Espíritu la faz de la tierra. La Iglesia de
los pobres y especialmente en nuestro
continente empobrecido, está repitiendo la
misma gracia que se dio a los primeros
cristianos. Inclusive, en esta Iglesia de los
pobres se dan los rasgos de la Iglesia y se dan
con mejor evidencia; por esta razón podemos
decir que se trata de una verdadera
resurrección de la Iglesia.
Raíz teológica de la Iglesia de los pobres.
26. La Iglesia nace de la Resurrección de Cristo,
pero no como un simple dato teórico, sino
como la consecuencia necesaria de esa
Resurrección: si Cristo con ella vence a la
muerte, esa victoria debe continuar y
concretizarse en la historia. Pero, además, el
que resucita no es simplemente un muerto:
es un muerto crucificado, cuya vida entera
fue una lucha por los crucificados de todas
las formas, los oprimidos por cualquier clase
de opresión: religiosa, política, social,
económica, cultural. Y lo que importa no es si
se puede llamar o no Iglesia de los pobres,
sino que en la realidad teológica de la
resurrección de los crucificados se dé
efectivamente, realmente. Y eso se da
mucho mejor y mucho más en lo que
llamamos Iglesia de los pobres. Lo cual no es
una teoría: históricamente, desde el comienzo
mismo de la Iglesia, ella se sabe constituida
por gente menuda, pobre, campesinos,
pescadores, esclavos... No se excluyen los
demás pero la gran mayoría es precisamente
esta clase de gente.
Esta imagen de la Iglesia de los pobres se
desdibujó a lo largo de los siglos, hasta el
punto de que se hizo muy clara la imagen de
la Iglesia como jerarquía, como obispos,
sacerdotes, religiosos (gente de Iglesia!!), y se
enfatizó la idea de la Iglesia como Cuerpo
Místico de Cristo, con lo cual se espiritualizó,
se mistificó y se mitificó. Cuando en el
Cristo comienza su ministerio público invitando
a ingresar al reino con una doble condición
que en final de cuentas es una sola:
conviértanse y crean en el evangelio, que
bien podrían formularse en orden inverso:
crean en el evangelio y conviértanse como
consecuencia de esa fe. Pero tanto el
convertirse como el creer en el evangelio son
comienzos de un proceso vital, vivo, vivencial,
que exigen como la vida misma; son
susceptibles de crecimiento, de
enriquecimiento y de empobrecimiento,
decadencia y hasta extinción. Se podría
hablar de salud y enfermedad,
debilidad. Grande y pequeña, aumento,
desaparición... etc.
La falta de fe de los Nazaretanos hace que
Jesús no pueda hacer allí ningún milagro,
porque de entrada ellos no quieren oír hablar
de ese su coterráneo despreciable, a quien
conocen como el hijo artesano, como hijo de
la tal María.., cuyos hermanos y hermanas
están allí entre ellos, mientras el supuesto
taumanturgo ha hecho sus maravillas por allá
fuera. ¿Por qué no hace en su patria lo que
hace por allá fuera? Lc 4,14-28?
¿Por qué no pueden sus discípulos arrojar al
demonio de ese muchacho cuyo afligido
padre se lo presentó? Por falta de fe! por
poca fe... son genera incrédula... perversa...
¿Hasta cuándo tendrá soportarla? Mc.9.19.
27. La fe.
Por obvia deberíamos dejar de lado esta
exigencia. Enumerarla, parece ya una
redundancia innecesaria. Se da por supuesta.
Pero justamente por eso, por obvia, a veces
se supone, se le da por adquirida, se le da por
"supuesta, por evidente” y como en otras
cosas de Dios no se puede "dar por supuesta".
Y es que, ante todo, hay que tener bien claro,
de qué fe se trata en esta exigencia.
Y es que en el concepto de fe (pisteuo y
peito) se dan dos elementos, que al parecer,
a juzgar por la práctica se pueden separar. Es
evidente que esa separación destruye el
concepto verdadero de persuadir,
convencer, seducir; el concepto apunta a la
relación basada en la confianza y en la
autenticidad entre dos personas;
especialmente en los pactos y compromisos.
Ello supone un elemento ideológico,
conceptual, que sería el elemento primero,
sobre el cual se apoya el segundo, las obras,
las actitudes, las actuaciones que
corresponden a esa persuasión intelectual.
Algo de eso se percibe claramente en la
secular discusión sobre la fe sin obras, que es
muerta, es decir que deja de ser fe.
Convicciones intelectuales que no alcanzan a
engendrar obras, signos de vitalidad de esas
convicciones, son, en el mejor de los casos,
convicciones horras, estériles.
Vaticano II se recupera el concepto de Iglesia
igual Pueblo de Dios, algo se avanza... pero
en ese "pueblo" no aparece muy clara la
imagen del pueblo como constitutivo
esencial de la Iglesia.
Pues no se trata simplemente de que la Iglesia
tenga en cuenta a los pobres, haga algo por
ellos, se compadezca de ellos; eso, cuando
más, será Iglesia para los pobres pero no de
los pobres. Ni se trata, tampoco, de que la
Iglesia admita dentro de ella a los pobres,
también a los pobres!!.
Lo que se quiere afirmar con esto de la Iglesia
de los pobres es que el espíritu de Jesús está
en los pobres y desde ellos re-crea la
totalidad de la Iglesia. Jesús toma su carne
histórica en los pobres y desde ellos se
observa la dirección que debe tomar la
historia según Dios. Por esto se afirma que la
Iglesia no es para los pobres, no está con los
pobres, sino que debe hacerse desde ellos,
encontrando en ellos su principio de
estructuración, organización y misión. Los
pobres no son parte dentro de la Iglesia,
sino el centro de su totalidad. Esto significa
que los pobres son el auténtico lugar
teológico para la comprensión de la verdad y
de la praxis cristiana.
Estas ideas más ampliamente expuestas y
13 Opciones prioritarias, octava opción, metas y tareas..
14 La Vocación de la Orden hoy, Capítulo General OFM,
Madrid, 1973. Ed. Provincia Franciscana de Colombia,
Bogotá, 1975,1.
28. razonadas en el citado libro de Jon Sobrino,
son un punto de partida para nuestra
comprensión del seguimiento de Jesús desde
la Iglesia de los pobres13.
5. A imitación de Francisco de Asís, en la
Provincia de San Pablo Apóstol.
"Hombres de nuestro tiempo (ahora!) y
consagrados a Dios, también nosotros los
Hermanos Menores, nos sentimos interpelados
por todas partes (aquí!!) sobre el sentido
nuestra vida y sobre el carácter específico de
la vocación de nuestra orden"14.
"¿Cuál es vuestra misión en la Iglesia, cuál
vuestra vocación específica en el mundo de
hoy"?15
Estas frases programáticas se encuentran en
el frontispicio del documento con que la
orden Franciscana, reunida en su capítulo
General de Madrid en 1973, trató de dar una
respuesta a esas interpelaciones que ella
misma o la Iglesia por boca de su Pontífice
Pablo VI se hacían por aquellas kalendas, no
mucho después de clausurado el Concilio
Vaticano II considerado como "el revolcón"
con que el Espíritu Santo sacudió a la Iglesia
en tantos y tantos aspectos de su vida. La
Vocación de la Orden hoy es un examen
serio sobre lo especifico, sobre lo carismático
de nuestra vocación franciscana, sobre
15 V.O.H., Ibid.
16 V.O.H., 5.
Amen a sus enemigos oren por los que los
persiguen.
La pregunta del millón es... si ésta radicalidad
es posible hoy en día y ... sobretodo, ... si esta
radicalidad se puede mantener en grupos y
comunidades, por pequeñas que ellas sean y
mucho más,... si ello es posible en las
macro-comunidades como las órdenes
religiosas, comunidades religiosas, etc. etc.
Ese problema rebasa los limites y objetivos de
nuestro estudio, pero no sobra así sea por
encima, enfrentar la cuestión.
La respuesta, a primera vista ya la está dando
la realidad, la vida!
En la materialidad de la letra... parece que la
respuesta es no. Ciertamente hubo... y
seguramente habrá siempre, aquellos seres
carismáticos, como un Francisco de Asís, o
una Teresa de Calcuta, o los primeros
compañeros de San Francisco y algunos otros
menos conocidos. Pero ya sabemos lo que
pasó no bien el número creció; vinieron los
conventuales y los Fray Elias aún en vida del
Santo Patriarca. Tal vez algunos pocos
carismáticos logren alcanzar esas metas.
Ello, sin embargo, no es ni puede ser óbice
para intentar, en lo posible, emprender el
camino hacia esas metas y con tanto más
empeño cuanto más conscientes seamos de
la altura de los ideales ... y la pobreza de
nuestras realizaciones.
29. Entrar por la puerta estrecha, seguir un
camino áspero, tomar la cruz (Mt.7,13-14) y
quienes la tomaban la tenían que llevar hasta
la muerte, pues sólo se la daban a quienes
estaban sentenciados a muerte en ella. Son
metáforas de la radicalidad con que quien lo
sigue tiene que tomar ese seguimiento, detrás
de quien lo exige porque Él va adelante,
como cuando de camino para Jerusalén Él
iba adelante y los dejaba atrás, admirados,
asustados de la premura que llevaba.
Mc. 10,32.
En un audaz e inaudito paso adelante, va
más allá de la Torá, haciendo un auténtico
paralelismo "antitético" que el evangelista
retoma contraponiendo el Monte Sinaí con el
Monte de las bienaventuranzas (Mt.5,17-48).
Ustedes oyeron que se dijo a los antiguos No
matarás el homicida responderá ante el
tribunal. No cometerás adulterio. Yo les digo:
el que se irrite contra su hermano responderá
ante el tribunal. Quien lo llame inútil
responderá ante el consejo. Quien lo llame
tonto es reo del fuego.
Quien mire a una mujer con mal deseo ya
cometió el adulterio.
No jures en falso, cumple los juramentos.
No juren en absoluto. Ojo por ojo, diente por
diente.
Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo.
Al que te pegue en la mejilla derecha, ponle
también la otra.
nuestro seguimiento de Jesucristo al modo de
Francisco en el mundo de hoy; el Documento
trata de recoger algunos de los elementos
esenciales de entre lo que se ha dicho de la
vocación franciscana... y presentarlos así
como una afirmación de los valores que nos
parecen hoy más significativos de la
vocación de la Orden:
a - Unión con Dios:
En el corazón de la vida franciscana se
encuentra la experiencia de fe en Dios en el
encuentro personal con Jesucristo.16
b - Fieles a la Iglesia:
"El sentido de Iglesia y el servicio a la misma
son nuestra vocación primigenia y nativa.17
c - Fraternidad:
"El Señor nos ha llamado a vivir el Evangelio,
no en solitario sino en comunidad de
hermanos, pues en ella y por ella se realiza
nuestra vocación, porque ella es el lugar
privilegiado de nuestro encuentro con Dios.18
d - Minoridad:
El nombre de hermanos menores expresa una
exigencia de fraternidad, pero también de
minoridad, es decir, de un servicio pobre y
17 V.O.H., 9.
18 V.O.H., 12.
19 V.O.H., 18.
20 V.O.H., 20.
21 V.O.H., 26.
30. humilde.19
e - Pobreza:
Nuestra regla y nuestra vida consiste en seguir
en todo las huellas de Jesucristo; y puesto que
El se hizo pobre por nosotros, estamos
llamados a servir al Señor en pobreza y
humildad. La pobreza, vivida en su doble
dimensión, espiritual y social, se nos presenta
como una tarea peculiar y permanente.20
f- El trabajo:
El trabajo es una necesidad ligada a nuestra
profesión de pobreza.21
g - Testimonio:
La misión fundamental de nuestra fraternidad,
su vocación en la Iglesia y en el mundo,
consiste en la realización vivida de nuestro
proyecto de vida.
Nuestro aporte a la construcción de la Iglesia
y de la humanidad es ante todo de este
orden: damos testimonio, en primer lugar, con
nuestra propia vida.22
Pero, aunque estos principios generales ya
trazan un perfil bastante específico del fraile
menor de hoy, se pueden quedar en letra
muerta si cada provincia, cada región, cada
hermano, no se esfuerza en estudiar para
concretar más aún algunos de los puntos ya
señalados en la Declaración. Y eso fue
22 V.O.H., 31.
RADICALIDAD.
Más que una exigencia en sí, la radicalidad
de Cristo es como una característica común
a todas las demás exigencias que él hace o
pueda hacer; seguir a Cristo significa
radicalizar la opción que se haga por él para
lo que él exija, en forma total. Se está con El o
contra El; Quien no recoge con Él,
desparrama; Mt. 12,30; quien no sigue esa luz,
anda en tinieblas; Jn.8,12; quien no toma ese
camino, no llega al Padre, Jn.14,16. Así, para
comenzar, quien pretenda seguirlo, tiene que
dejar padre, madre, esposa, hermanos, hijos,
hijas, tierras, Lc. 18,29; profesión, y además sin
esperar recompensa, o mejor, esperar como
recompensa el Reino de los Cielos, por el cual
todo lo demás es basura, y por el cual se
debe sacrificarlo todo so pena de perderlo
todo: ¿Qué importa ganarse el mundo entero
si se pierde el Reino?. Ante él, todo lo demás
es añadidura, estiércol, Mt.6,36.
Es que ni siquiera a enterrar a su padre, para
despedirse de los suyos hay permiso. Lc.9,57-6
Quien quiera seguirlo debe vender todo lo
que tenga, repartirlo a los pobres e irse tras
alguien que no tiene ni dónde reclinar la
cabeza. Mt.13,41-46; 19,21.
Quien quiere seguir a este maestro tiene que
estar dispuesto a perdonar siempre; setenta
veces siete... Mt.18,22. y hasta hacerse
eunuco por Reino de los Cielos, Mt.19,12.
31. EXIGENCIAS
Seguir a Cristo, que para los primeros
discípulos se convirtió en un físico ir tras él en
sus desplazamientos apostólicos por toda la
Palestina es, ante todo, una imitación los más
perfecta posible, de su vida, de su entrega,
de su amor al Padre y a los hombres, por los
cuales "entrega su vida" sin que nadie se la
quite, y la recobra cuando quiere. Jn. 10,17.
Más que Pablo, es Cristo quien con mayor
razón puede decir, imítenme a Mí, sean
imitadores. En efecto, la única razón que da
para que se le imite, es precisamente el que Él
es imitador de Cristo. Esa fue la orden a sus
apóstoles, después de que les lavó los pies:
Ejemplo les he dado, para que como yo he
hecho, así también hagan ustedes.
Jn.13,12-17. De entre esa infinita variedad de
facetas que ofrece Cristo para su imitación,
vamos a destacar unas pocas, como puntos
de referencia que nos sirvan para dirigir
nuestra búsqueda y seguimiento, y que
ciertamente no agotan lo que Cristo exige a
quienes quieran seguirlo y más especialmente
a quienes él ha llamado para estar cerca de
él y para seguirlo a dondequiera que El va.
Mc. 3,13-15.
precisamente lo que hizo un grupo de frailes
de la provincia de la Santa Fe de Bogotá, que
en un proyecto de vida y unas opciones muy
concretas, dieron origen a la provincia de San
Pablo Apóstol. Y desde esa perspectiva,
desde ese Proyecto y Opciones, queremos
enfocar nuestro seguimiento de Jesucristo.
En el Capítulo Provincial de 1.995 en
Fusagasuga, los Hermanos de la Provincia de
San Pablo Apóstol renovaron su compromiso
de ajustar su seguimiento de Jesucristo o
como Hermanos menores en Colombia al
"Proyecto amarillo" -referente sacramental- y
a las "Opciones prioritarias", que a lo largo de
los 16 años de vida de la Provincia, habían
marcado los pasos con que nos hacemos
Hermanos, nos acercamos al pueblo
empobrecido para comprometemos con él
y así acercarnos a Dios para encontrarlo y
caminar con El en la construcción de su
Reino.
Así pues, nuestro seguimiento de Jesucristo
será desde esta perspectiva especifica:
1 - Compromiso liberador con el pueblo
pobre: Opción, n 2 23.
"Comprometidos con el pueblo pobre,
caminando con él hacia la liberación
integral...".
23 Proyecto de vida y servicio. Propuestas fundamentales.
32. 2 - Unión con Dios a la escucha de su palabra:
n.3.
"En unión con Dios, en el anuncio, escucha y
respuesta a la palabra de Dios, tanto a la
escrita en la Biblia como a la que se
manifiesta en la creación, en la historia, en la
Iglesia, desde el pueblo pobre como lugar
privilegiado de la presencia y acción de
Jesucristo".
3 - En fraternidad: n. 4.
Porque creemos que la fraternidad es el lugar
privilegiado del encuentro con Dios (VOH, 12)
queremos vivir nuestro seguimiento en el clima
de amistad auténtica y madura, en grupos
pequeños, en actitud de acogida para todos,
especialmente a los más humildes.
4 - En minoridad: n. 5.
Para nosotros la minoridad es aquella manera
característica de nuestra condición de
seguidores de Jesucristo pobre y humilde, tal
como nos lo propone S. Francisco de Asís.
5 - En servicio evangelizador. n. 6.
Queremos prestar nuestro servicio
evangelizador no como señores y maestros,
en lugares geográficos donde más nos
necesite la Iglesia.
Estos principios están tomados casi al pie de
la letra del folleto entregado a cada
Hermano de la Provincia, en que se recogen
las opciones y tareas con que nos
comprometemos, a llevar a la práctica con
fundador espera que se amen unos a otros
con más amor que una madre cuida a su hijo.
33. Uds. me asistieron... o no me asistieron.
Mt. 35,43-46.
Esta enseñanza fue dada de palabra, de
obra, con ejemplos, con hechos, a lo largo de
toda su vida... hasta el Perdónalos, porque no
saben lo que hacen... Lc.33,34 gritado desde
el tormento de la cruz.
Y no se puede olvidar que este amor a Dios
tiene que estar por encima de todo otro
amor: el que ama a su padre y a su madre
más que a Cristo, no es digno de Él: El que no
deja a su padre, a su madre, mujer, hijos,
patria, propiedades, por seguir a Jesús no
entra en el Reino, Lc. 14,26-33.
Este amor tiene que ser tan efectivo y hasta
notorio, que se convertirá en la nota
característica por la cual conocerán los
demás que ellos son los discípulos, Jn.13,35, los
que aprendieron la lección del Maestro.
Y así como de la enseñanza de la infinita
paternidad de Dios brota la gratuidad, de
este capítulo del amor al prójimo brota
natural la enseñanza de fraternidad /fratres/
hermanos, que para nosotros franciscanos, los
Menores, se convierte en el eje de la vida,
desde que el Señor le regaló hermanos al
Padre Francisco, hermano del sol, de la luna,
del aire, del viento, del agua, de la tierra, del
leproso, de los ladrones de Monte Pulciano,
de los labriegos, y de quienes el santo
acciones concretas este
"seguimiento de Jesucristo", desde la
perspectiva de los Franciscanos de
San Pablo Apóstol.
34. A QUÉ JESÚS BUSCAMOS?
¿A quién buscan? A Jesús el Nazareno. Les
respondió: ¡Yo soy! (Jn.18,5)
La vocación a seguir a Jesús es una vocación
universal, una invitación hecha a todos los
hombres, pero Cristo se presenta a sus
posibles seguidores desde muy diferentes
aspectos, desde una gran variedad de
facetas, que hacen su figura más atractiva y
su seguimiento más gratificante, según las
características personales, cualidades,
limitaciones personales de cada uno de los
posibles seguidores. Por eso, dado el contexto
desde el cual nos situamos para emprender la
marcha tras El, queremos insistir en mirar
ciertos rasgos que refuercen nuestra opción:
¿A qué Jesús queremos seguir? ¿Qué Jesús
buscamos?.
A Jesús, Hijo de Dios, hecho hombre-pobre.
Explicitamos ese calificativo, y vamos a
ahondar en lo que puede decirnos esa
connotación, justamente para confirmar que
nuestra opción tiene un atractivo especial
para nosotros. Ciertamente todos los
seguidores de Jesús lo aceptan como hombre
pobre, como esclavo. No somos los
descubridores del agua tibia! No somos los
únicos, los especiales! Sin embargo, para
reforzar nuestra opción, trataremos de
detenemos a meditar sobre esos textos que
al Prójimo, adquieren en la enseñanza de
Jesús un nuevo sentido: los fariseos han
dejado a un lado el amor de Dios y la
justicia... por cumplir la Ley, las leyes; estudian
apasionadamente las Escrituras... y no creen
que ellas hablen de Jesús a quien no quieren
aceptar... porque no aman a Dios... a pesar
de todo su interés por las Escrituras, (Jn. 5, 41).
Es que el amor a Dios y al prójimo es el
efectivo cumplimiento de los mandamientos:
Jn.14,15; Jn. 14.21, 23.24, 28; Jn.4.20-21; 5,3; es
hacer el bien, aun a los que nos odian, Mt.
5.43-46; Lc.6.27-35; Jn. l3.34-35;15, 11-17.
El episodio de la última cena, en el lavatorio
de los pies, ilustra prácticamente esa
doctrina: Lavarse los pies unos a los otros, aún
al Judas que entrega y traiciona al amigo. El
mandamiento nuevo, es nuevo no porque no
existiera antes, sino porque su modo, su
contenido ampliado, su razón de ser son
enteramente nuevos. Se ama al prójimo, no
porque algo se espere de Él, al contrario, aún
si espera algo malo, una traición. Y el amor es
sin límites; como El nos ha amado: Hasta dar
la vida... porque nadie ama más que el que
da la vida por el amigo, Jn. 15,13.
La sentencia final que evalúa el cumplimiento
de la Ley, de la Alianza, no se basa en el
culto, en doctrina, sino en el cumplimiento
efectivo de las obras de misericordia, de
amor: tuve hambre... tuve sed, estuve
desnudo... preso..., estuve triste... ignorante... y
35. Caridad amar
Los tres sinópticos reportan la pregunta hecha
a Jesús por un experto en la Ley: "Maestro,
¿cuál el principal mandamiento"? Mt.22-37;
Mc.12,30; Lc.6.27. En Mateo la pregunta es
capciosa y para tentar o poner a prueba al
Maestro. Piensa uno en los más de 600
preceptos que los peritos en la Ley habían ido
deduciendo en sus investigaciones sobre la
palabra de Dios.
Al ratificar Jesús lo que ya ellos sabían, Mc.
12,32 ss: ¡Bien respondido! Tú has dicho la
verdad: que el primero y el principal
mandamiento es amar a Dios de todo
corazón y al prójimo como a sí mismo, no sólo
confirma esa verdad fundamental de toda la
Biblia, sino que, además, le da un alcance
mayor que el que se le venía dando: por una
parte, los coloca en pie de igualdad: el
segundo es semejante al primero. Además,
toda la ley, todos los profetas, todos los 600 y
más preceptos encontrados por los
peritos, se resumen en eso: Amar a Dios y al
prójimo.
Y se amplía la noción de prójimo: ya no es
sólo el israelita. Estaba bien claro en Ex.20,16-
17; 21,14,18,35; Lev.19.11,13,15,17,18.
Prójimo es todo hombre en necesidad... cosa
que no captan los dos peritos en la ley que
pasan junto al herido, pero sí el samaritano, el
extranjero, en el camino de Jerusalén a Jericó
(Lc.10,35-37). Pero además, el Amor a Dios y
así presentan el Misterio de la encamación en
esa dimensión.
Hay en el Nuevo Testamento diversas
formulaciones para describir el misterio de la
Encarnación:
1-Jn.1,14
El Verbo se hizo come y habitó entre nosotros.
2-Mt.18.
El nacimiento de Jesús, el Mesías, fue así: su
madre, María, estaba prometida a José, y
antes de vivir juntos, resultó que esperaba un
Hijo, por acción del Espíritu Santo.
3-Mc. 1.31
Concebirás y darás a luz un hijo, al que
pondrás por nombre Jesús...El Espíritu Santo
vendrá sobre tí y el poder del Altísimo te
cubrirá con su sombra; por eso el que va a
nacer de ti será santo y se llamará Hijo de
Dios.
Rom. 1,3
...los Israelitas de los cuales procede Cristo
según la carne... su Hijo, nacido de David,
según la carne.
Rom. 8.3
...enviando a su Hijo en la condición de
nuestra carne de pecado, y por el pecado
condenó al pecado en la carne.
Pero nosotros queremos detenemos ahora
36. sobre dos textos que nos parecen más
significativos para nuestro proyecto: 2 Cor. 8,7
-15 y Filipenses 2,6-8 así:
2 Cor. 8,7-15
Ya que sobresalen en todo: en fe, en
expresarse bien, en ciencia, en toda clase de
preocupación por los demás, y hasta en el
cariño que les profesamos, sean también los
primeros con ésta obra de caridad. No digo
esto como una orden, sino para que, viendo
la preocupación de los demás, pueda yo
comprobar la autenticidad de su amor. Pues
ya conocen la generosidad del Señor
Jesucristo, el cual siendo rico se hizo pobre
por ustedes para enriquecerlos con su
pobreza. Y en este asunto les recomiendo
que si el año pasado tomaron la iniciativa no
sólo para iniciar ésta obra, sino incluso para
organizarla, les conviene ahora terminarla.
Podemos percibir tres partes, con las que
Pablo desea mover a los corintios a
"abundar", sobrepasar, superar a los demás,
en su generosidad de contribuciones para la
colecta que se está llevando a cabo en
todas las Iglesias de Asia y Grecia en favor de
la Iglesia de Jerusalén, duramente probada
por una hambruna que la ha arrasado por
esos años.
Primera: el reto consigo mismos: si en todo
han sido y son los primeros, no pueden ahora
ser inferiores a lo que han sido.
veces, con tantos ejemplos, de
tantos modos... no les
m e r e c i e r o n m a y o r
credibilidad.
Y fe era, en la enseñanza de Jesús, la
aceptación en cuerpo y alma, de palabra y
de obra, en toda ocasión, a ciegas, sin
restricciones, de su palabra, su ejemplo, sus
mandamientos, sus consejos: Tu fe te ha
sanado es expresión frecuente en Jesús para
explicar sus
milagros. Mc.10,52; Lc.17,19; 18,42. Hágase
como has creído. Lc. 15,28; Mt. 8,10,13; 9,2,22,
29; 15.28; Mc. 5,34; 10,52; Fe como un grano
de mostaza puede trasladar montañas, Mc.
11,22-24. El que cree en Mí hará obras como
las que yo hago, Jn.11,14,12. Verá la gloria el
poder de Dios, Jn.11,40. En una palabra la fe
es la vida que El vino a traer: Jn 1,12. Les dio
poder a cuantos creyeron en El, de hacerse
hijos de Dios, Jn.7.39. De su vientre correrán
ríos agua viva. Lo decía refiriéndose al Espíritu
que recibirían los que creyeran en
El, Jn.7,37-39: el que crea en mí aunque haya
muerto vivirá y el que vive y cree... no morirá
jamás. Para reforzar esta enseñanza pasa a
resucitar a Lázaro, Jn 11,25-27. Todo es posible
para el que cree. Mc.9,23; 11,22-24, Lc. 17,5-6;
Mt. 17, 20.
Fe sin fronteras ni en el tiempo ni en el
espacio.
37. Faraón para sacar al pueblo hacia el desierto,
Ex.4,20, los discípulos que siguen a Jesús... a
ciegas. Mc.1,18-20.
Pero ese primer impulso tuvo que irse
reforzando a lo largo de todas sus vidas en un
proceso que parece haber sido muy lento,
con muchos altibajos, con avances y
retrocesos... pues el aprender haciendo fue la
escuela de este Maestro.
En primer lugar ellos tuvieron que ver, sentir y
vivir con estupor, con sobrecogimiento, con
cuestionamiento, cómo el Maestro
diariamente, en toda ocasión, a personas de
todas clases, les exigía la fe, les reprochaba su
incredulidad, los increpaba por la poca fe. No
hizo en Nazaret ningún milagro, por la falta de
fe de sus coterráneos Mc.6,4-6 y no pudo
menos de manifestar su desencanto por esa
actitud. Su impaciencia fue grande cuando
al bajar del monte de la transfiguración dejó
escapar esa "violenta queja": ¿hasta cuando
tendré que aguantar a esta generación
perversa e incrédula?. Mt. 17,16; Mc. 9,19. La
desbandada después de Getsemaní muestra
bien a las claras que esa fe no era muy
sólida... y los dos fugitivos de Emaús
personifican la actitud de los más de ellos...
esperábamos... pero... ya van tres días...
Lc.24,21. Judas no pudo aprender las
lecciones, y aún en la última cena los que allá
en la esquina de la sala discutían cuál de ellos
iría a ser el mayor, Lc.22,24-29, mostraban que
las enseñanzas de Jesús, repetidas tantas
Los corintios sobresalen, son mejores que los
demás, están en la escala alta con respecto
a las demás Iglesias en varios aspectos: en fe,
en ciencia, en retórica, en caridad y hasta en
las preferencias de San Pablo: un motivo para
no bajarse de ese primer lugar, ahora cuando
se trata de cierta competencia y emulación
entre todas las Iglesias.
Segunda: el reto con Cristo. Bien conocen
ustedes la generosidad de nuestro Señor
Jesucristo que siendo rico por ustedes se hizo
pobre para enriquecerlos con su pobreza.
Alonso Schökel en su "Biblia del peregrino,
edición de estudio" llama a este verso "punto
culminante de teología descendente" como
Filipenses 2,5-1; como Jn. 1,1-14.
Con semejante modelo de generosidad
como es el Hijo de Dios llevándola hasta
entregar su riqueza infinita para
enriquecemos con ella, como podrían los
Corintios no corresponderle en el momento
en que se trata de ayudar la pobreza de
otros con la propia generosidad. El despojo
de Cristo fue total, absoluto y no por el
despojo en sí mismo sino por causa de los
otros los pobres.
24 2 Regla , cap. VI,2.3.
38. Es una simple consecuencia del amor: nadie
tiene amor más grande que el que da la vida
por el amado. Jn 15,11. No hay límites para la
generosidad cuando se trata de seguir a
Cristo, que se ha despojado de su infinita
riqueza de Hijo de Dios para enriquecer con
ella al hombre empobrecido y rebajado en su
miserable condición de pecador.
Tercera: si el año pasado tomaron la iniciativa
para empezar esta obra y organizarla, tienen
que acabarla con la misma altura y
generosidad de los comienzos. El final no
puede ser inferior a los comienzos, y menos
ahora cuando ya muchos otros, movidos por
ese ejemplo de los Corintios están dando y
mucho.
Tanto para San Pablo como para San
Francisco, este ejemplo de Cristo en su
entrega por el pobre es un argumento más
que suficiente para orientar nuestra
conducta. El pobre de dinero, de alimento, el
que está en necesidad debe ser para
nosotros incentivo suficiente para dirigir
nuestra conducta, como lo fueron los pobres
para hacer que Jesucristo se despojara de
su rango de Hijo de Dios, de su riqueza, para
25
Prov. 15,33; 18,12: “Delante de la gloria va la humildad,
Sal 133,7; alza del polvo al desvalido para sentarlo con los
nobles. Cfr. 1 Sam, Cántico de Ana; salmos 22 y 118, el
ejemplo de Isaías 53; el prólogo de San Juan, otra joya
teológica también describe esa parábola ascendente-
descendente. Biblia del peregrino, edición de estudio. Ed.
ElMensajero, Ega, Verbo Divino, 1996.
llover sobre justos e injustos, Mt.5,45; el hijo
pródigo es acogido con fiesta, Lc. 15,22-32; la
oveja descarriada es la que excita los
cuidados especiales del buen pastor,
Lc .15,41. Más tarde Pablo formulará mejor la
teoría: ya no hay Griego ni Judío, hombre ni
mujer, esclavo o libre, Rom.l0,12; todos somos
uno, en cumplimiento de la plegaria de
Cristo: que todos sean uno como tú y yo
somos uno, Jn. 17,21-26; y sobre todo: yo no
vine a buscar a justos sino a pecadores,
Mt.9,13; Lc. 5,32.
Fe-Creer
En este asunto de la fe, del evangelio, de la
relación con Dios, hay cosas fundamentales
que es inútil seguir adelante sin el presupuesto
de ellas. Una de ellas es la fe. Es elemental,
obvio: sin fe no se puede seguir al Maestro, no
se pueden aceptar sus enseñanzas, obedecer
sus preceptos. Y efectivamente en las
enseñanzas de Jesús a todos los posibles
seguidores está ese punto de partida:
conviértanse, crean en el evangelio. Llegó el
Reino, se cumplió el plazo. Mc.1,5.
¡La fe en el evangelio es la aceptación y el
reconocimiento confiados de lo que Dios ha
obrado y anunciado en él! Es, pues, una
respuesta vivencial, activa, palpitante, a una
propuesta de Dios: Abraham, que se pone en
camino, que va a sacrificar a su Hijo,
Gen.22,3, Moisés que se va enfrentar al
39. Los leprosos, prototipo y símbolo de la
enfermedad como castigo de Dios, fueron
otros privilegiados de Jesús. A sus discípulos les
da la potestad que sólo Él tenía de lanzar
demonios y curar toda dolencia: ciegos,
cojos, paralíticos, endemoniados saltan por
doquier en el Evangelio. Pero los leprosos,
condenados a muerte en vida, tienen una
especial significación: tocar a un leproso era
quedar inmundo como él; acercarse a Él o
permitir que se acercaran, era evidente
trasgresión de la ley de pureza legal (Lev.
l3;14): Jesús hace una y otra cosa, ante la
multitud, ante los fariseos y escribas, pues su
lección no es sólo el milagro de limpiar al
leproso sino de hacer cambiar la perspectiva
desde donde se los mira. También para los
oyentes ellos tienen que ser un testimonio: No
sólo para los sacerdotes. (Mt. 8, 2-3; 10..8; 11,5:
26.6; Mc.1,40-42; 14,3; Lc.4, 27; 5,12-13; 7,22;
17,12).
e- Pecadores.
El comer con publicanos y pecadores era
signo de amistad, de acogida. No se
comparte la comida con enemigos, con
extraños, con desconocidos. Al romper Jesús
las reglas de la hospitalidad para ir a comer
con ellos, descartados y excluidos de la
sociedad, refuerza, para rabia de los fariseos
y otros puritanos, lo que de palabra decía en
muchas ocasiones: el Padre celestial hace
enriquecemos con su pobreza "y cual
peregrinos y forasteros en este mundo, que
sirven al Señor en pobreza y humildad, vayan
por limosna confiadamente!. Y no tienen
por qué avergonzarse, pues, el Señor se hizo
pobre por nosotros en este mundo.24
Filipenses 2,6-11.
Esta "joya teológica" de la carta a los
filipenses como llama Alonso Schókel este
himno cristológico, construido sobre el
esquema humillación exaltación, perceptible
en otros textos del Antiguo Testamento25. nos
presenta una faceta del Jesús que buscamos
y al cual queremos seguir.
2.5 tengan ustedes los mismos sentimientos de
Cristo Jesús,
2.6 el cual a pesar de su condición divina no
hizo alarde de ser igual a Dios,
2.7 sino que se vació de Sí, tomó la condición
de esclavo haciéndose semejante a los
hombres y mostrándose en figura humana,
2.8 se humilló, se hizo obediente hasta la
muerte y una muerte de cruz.
2,9 Por eso Dios lo exaltó y le concedió un
título superior a todo título.
2.10 para que ante el nombre de Jesús toda
rodilla se doble en el cielo, la tierra y el
abismo.
2.11 y toda lengua confiese para gloria de
Dios Padre: Jesucristo es Señor.
Como en el prólogo de San Juan, se perciben
40. también aquí dos partes netamente
diferenciadas:
De las alturas de la divinidad Cristo se va
bajando a las profundidades de la
humillación, más bajas que la misma muerte
al escoger la muerte de cruz. Y desde esa
humillación espantosa es levantado de nuevo
a las alturas, exaltado por encima de los
ángeles, de los hombres, de la creación.
Miremos el Prólogo de San Juan:
El Verbo estaba junto a Dios
el Verbo era Dios
el era la luz
vino a los suyos,
que no lo recibieron
y la palabra se hizo hombre
y acampó entre nosotros;
vimos su gloria
gloria como del Unigénito del Padre
lleno de gracia y de verdad;
y de su plenitud todos hemos recibido;
a Dios nadie lo vio jamás.
El Hijo único, Dios que está junto al Padre,
El nos lo ha revelado.
El Jesús de Nazaret a quien buscamos es,
pues, el mismísimo Hijo de Dios, el Altísimo, el
Santísimo, que voluntariamente se despoja de
su divinidad. Se vació de sí mismo y de Ser
Supremo digno de admiración y servicio, se
convierte en adorador y servidor.
El vaciarse de sí, de nuestra palabra española
reprimenda: si los niños callaran, gritarían las
piedras. (Lc 19,40).
Es que el niño fue y sigue siendo la parte débil
de la humanidad, completamente indefensos
ante los mayores, quienes ejercen sobre ellos
toda suerte de opresiones: físicas, psíquicas,
morales, materiales. Desde el momento
mismo de la concepción ya están en manos
de sus mayores, quienes, para bien o para
mal, pueden hacer y de hecho hacen con
ellos lo que quieren.
Al tomar su defensa, Jesús toma la defensa
del débil, del menor, del indefenso, del que
no tiene voz, del infante. Ay del que
escandalice a uno de estos pequeñitos... Más
le valiera que le colgaran una piedra de
molino y lo echaran al mar. (Mt 18,2-8). Los
niños... son las niñas de sus ojos. (Sal 16,8).
Es que en el Antiguo Testamento los niños,
sobre todo los huérfanos, corrían una suerte
miserable, que como la de la viuda y del
extranjero, las leyes trataban en vano de
corregir. Y es justamente ahí, donde Jesús
toma partido por los desprotegidos, por los
marginados de la sociedad, donde está el
golpe mortal para las estructuras sociales,
edificadas sobre falsas interpretaciones de la
Biblia, donde está la novedad del mensaje
social de Jesús.
d- Leprosos y otros no-hombres
41. (Mt 15,21-28). Defiende a la mujer sorprendida
en adulterio; el que esté sin pecado que tire
la primera piedra (Jn 8,1-14). Su amistad con
Marta y María hace suya la casa de las
amigas (Lc 11,38-42). Y así mientras los
antiguos protegían y sobreprotegían a la
mujer, separándolas hasta de las miradas de
sus libidinosos compañeros, Jesús las protege,
poniendo el dedo en la llaga, purulenta del
desenfreno varonil: ni mirarla para desearla. Y
el que lo hiciere, ya pecó en su corazón.
(Mt 5,28).
c- Los niños
Los niños tuvieron un lugar preferencial en las
enseñanzas de Jesús. Baste pensar en el
gravísimo condicionamiento de hacerse
como niños so pena de no entrar en el Reino
de los cielos (Mt 18,2-3) hace de su minoridad,
de su pequeñez, de su indefensión, un
símbolo de lo que significa ser ciudadano del
Nuevo Reino. Esta enseñanza teórica está
reforzada con la actitud cariñosa,
acogedora, defensiva que tiene Jesús para
con ellos. Les imponía las manos, los bendecía
(Mc 10,16); los abrazaba, y reprochaba con
decisión a quienes se molestaban por la
importunidad que creían ver en la actitud
descomplicada de los niños frente al Maestro
(Mt 19,13-14). Y más adelante cuando en la
entrada triunfal de Jerusalén, los mayores
intentan valores de su autoridad para
hacerlos callar; son ellos quienes reciben la
puede ocultarnos un poco, el vacío, la nada,
que en otras versiones aparece por a no
nadarse, hacerse nada pues, el hombre no es
más que un soplo, un viento, una nada.
Sal. 38.
No basta a la humillación la condición de
hombre. La connotación de esclavo, siervo,
así se tenga en mente el "esclarecido" siervo
de Yahvé, no puede ocultar la tristísima y
nefanda condición de los esclavos
prácticamente no-hombres (a veces lanzados
a las piscinas de los ricachones para alimento
de los peces) simple objeto de compra,
venta, regalo, prenda de negocios.
El Siervo de Yahvé, de Isaías es presentado
como un gusano sin apariencia humana.
Esclavo es ese ser sometido, humillado,
despersonalizado, bestia de carga, animal
salvaje al que se somete con el látigo, el
garrote, el grito; su única aceptable actitud
es la de obedecer sumisa y prontamente; y
obedecer hasta la muerte, hasta la
destrucción, desaparición, hasta dejar de ser.
Podría suponerse algo peor?.
¡Si! La muerte en cruz, espantoso suplicio
romano reservado únicamente para los
delincuentes especiales.
Hoy cuando ya tenemos hasta asociaciones
por la "muerte digna" que reclaman, y con
justa razón, el derecho a morir dignamente,
42. sin dolores innecesarios, inútiles, sin
si tu aci one s d egra da ntes o
humillantes, podemos por contraste,
imaginar lo que pudo ser aquella
clase de muerte.
Cierto es que la historia nos ha mostrado
hasta dónde, aún recientemente, ha llegado
la sevicia humana para causar la muerte con
torturas inimaginables. Pero la cruz, en
aquellos tiempos "personificaba" el summum
de la crueldad humana y de la humillación y
la degradación.
¡Qué pesar que la imagen del Dios
crucificado se haya desvalorizado y
desvanecido por la costumbre de ver por
doquiera y a toda hora cruces y crucifijos que
ya no nos dicen nada y que por el contrario
hasta nos ocultan la verdadera verdad de la
crucifixión!. Convertido en espectáculo de
procesión sevillana o payanesa con
imágenes muy bien talladas, la atención del
espectador se desvía de la aterradora
realidad del calvario hacia la estética
satisfacción artística o a la festiva celebración
popular.
Pero al considerar seriamente que nuestro
seguimiento de Cristo es precisamente al de
la cruz a cuestas, camino del Calvario, es
necesario profundizar en el verdadero sentido
de la crucifixión: la del Cristo Unigénito de Dios
primero, y la del hombre su hijo adoptivo
(Marcos 10,9) tuvo que ser un golpe certero
contra la relajada y amañada interpretación
de los rabinos, que habían llegado a permitir
el divorcio hasta por futilezas como la de que
una comida quedara mal preparada. Lo que
Dios ha unido, no lo separe el hombre,
restablece el orden primitivo, el que Dios ha
querido desde el principio. La dureza de los
corazones, la liviandad de ese pueblo
“generación adúltera”, imagen muy cara a
los profetas para describir la infidelidad del
pueblo- había llegado a esos extremos de
disolución legalizada por las interpretaciones
delos grandes maestros y rabinos.
La permanente exclusión de las mujeres,
queda desautorizada cuando el Maestro no
sólo permite que lo sigan a todas partes,
(Lc 8,2-3) sino que como que se complace en
tratarlas de manera especial para destacar la
nueva disciplina: charla a solas con la
samaritana, cosa absolutamente censurada y
censurable para los judíos, y sus discípulos se
admiran (Jn 4,27); se deja acariciar de la
sospechosa María Magdalena y con ello
hace tambalear al fariseo que lo invita
(Lc 7,36-40). Hace público el milagro de la
mujer enferma de sus hemorragias, y por lo
mismo impura. Y echa por tierra así la secular
y odiosa discriminación. ¿Quién me tocó?
(Mc 5,30) para hacer público el milagro a
favor de la desprotegida; público es el elogio
a la sirofenicia, cuya fe le arranca el milagro,
reservado sólo a los hijos de Israel
43. los sacerdotes que por sí o instigando a otros
buscaban cómo darle muerte hasta que
finalmente lo lograron. Se le acercaron los
maestros de la Ley, los jefes de los sacerdotes
y los ancianos (Lc 20,1-8). A su pregunta,
agresiva y cuestionadora, Jesús se enfrenta
hábilmente con otra contra-pregunta.
Más tarde los discípulos se enfrentaron a estos
mismos jefes de sacerdotes y ancianos e
hicieron caso omiso de su autoridad
(Hch 4,1-20) tal como lo hiciera el Maestro
ante todos los jefes romanos, (Jn 19,8-3); judíos
(Lc 22,63-71) y galileos (Lc 23, 8-11).
Acostumbrados a la sumisión de un pueblo
sojuzgado y esclavizado, la actitud frentera y
erguida de este nuevo Maestro tuvo que
llamar poderosamente la atención y tanto
que finalmente se salieron con las suyas y lo
llevaron al cadalso.
Pero la novedad más notoria y escandalosa
de su enseñanza social estuvo en sus
inusitadas actitudes hacia la mujer, los niños,
los leprosos, los pecadores, el pueblo pobre
e ignorante.
b- Mujer
En primer lugar, la mujer. Con sus actitudes y
enseñanzas Jesús revoluciona totalmente la
situación multisecular de opresión y
segregación de la mujer, el puesto de la
mujer.
La absoluta prohibición de repudiarla,
luego, hoy también crucificado, aniquilado,
humillado, atormentado en mil formas,
destruido por mil agentes, desde la
calamidad natural a la cruda realidad social,
económica, espiritual, teológica, del pecado,
del vicio, y cualquier otro agente de esos ya
bien simbolizados en el oprimido en la Biblia.