Los elementos arquitectónicos se clasifican en funcionales, estructurales y decorativos. Los funcionales crean espacios mediante compartimentación y cubrición, como muros y pasillos. Los estructurales incluyen elementos sustentados como dinteles y arcos, y sustentantes como pilares y columnas. Los decorativos cumplen funciones estéticas y pueden incluir molduras, metopas y triglifos.