Este documento describe la capacidad humana de la mirada interna y cómo esta permite recordar, imaginar y soñar aunque los ojos estén cerrados. Explica que la mirada interna es una dirección activa de la conciencia que permite iluminar recuerdos, sueños y fantasías para buscarles sentido. Finalmente señala que el sí-mismo que da sentido a la mirada interna y a la conciencia es anterior y trascendente a la propia conciencia.