3. Alfaro inició su lucha contra los conservadores católicos
desde los años 60 del siglo XIX, la fuerzas revolucionarias lo
nombraron Jefe Supremo de las provincias de Manabí y
Esmeraldas, durante su rebelión en febrero de 1883, rebelión
que terminó el 11 de octubre del mismo año cuando fue
organizado un gobierno provisional que restauró el
conservadurismo en el poder.
El 5 de junio de 1895, el pueblo de Guayaquil se pronuncia
en contra del presidente interino Vicente Lucio Salazar y lo
nombra Jefe Supremo, por lo que Eloy Alfaro vuelve al país
desde el destierro en Panamá y se da inicio a la Revolución
liberal y a una corta guerra civil con la que conquista el
poder.
19/03/2015
4. Alfaro inició su lucha contra los conservadores católicos
desde los años 60 del siglo XIX, la fuerzas revolucionarias lo
nombraron Jefe Supremo de las provincias de Manabí y
Esmeraldas, durante su rebelión en febrero de 1883,
rebelión que terminó el 11 de octubre del mismo año
cuando fue organizado un gobierno provisional que
restauró el conservadurismo en el poder.
El 5 de junio de 1895, el pueblo de Guayaquil se pronuncia
en contra del presidente interino Vicente Lucio Salazar y lo
nombra Jefe Supremo, por lo que Eloy Alfaro vuelve al país
desde el destierro en Panamá y se da inicio a la Revolución
liberal y a una corta guerra civil con la que conquista el
poder.
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5. El 17 de enero de 1897 es nombrado Presidente Constitucional
hasta el 1 de septiembre de 1901, con lo cual entre sus
principales logros estuvo la separación entre iglesia y Estado.
Después de su primer gobierno, apoyó a su sucesor, Leónidas
Plaza Gutiérrez, pero poco tiempo después surgieron
diferencias entre ambos. Se opuso contra el gobierno de
Lizardo García el 1 de enero de 1906 y a pocos días, el 17 de
enero, se proclama Jefe Supremo y gobernó hasta el 12 de
agosto de 1911. En el segundo período de gobierno de Alfaro
se realizaron varios cambios, entre los cuales consta la
legalización del divorcio, la construcción de numerosas
escuelas públicas, se instauró la libertad de expresión, se
instituyó el laicismo, el derecho a la educación gratuita, así
como el matrimonio civil. Sin embargo, se considera como el
mayor logro de este período el haber finalizado la
construcción del Ferrocarril Transandino que unió las
ciudades de Guayaquil y Quito. Esto ayudó a la creación de la
empresa ferrocarrilera dirigida por el empresario quiteño
Marco Antonio Benavides; que se convirtió, años después, en
la mano derecha de Eloy Alfaro.19/03/2015
6. Después del cese de sus funciones, durante el gobierno de Emilio Estrada Carmona,
Alfaro cuestionó severamente la administración del Presidente y pronto los coidearios
de Alfaro, empezaron a organizar una serie de sublevaciones militares. Alfaro fue
desterrado a Panamá durante el gobierno interino de Carlos Freile Zaldumbide. El 4
de enero de 1912 volvió al país y pronto se propuso dialogar con el Gobierno, sin
embargo, el general Leónidas Plaza lo encarceló. El 28 de enero de 1912, un tumulto
de personas en Quito ingresaron a la cárcel donde estaban detenidos Alfaro, sus
familiares, y amigos, y después de un linchamiento, arrastraron los cuerpos de los
líderes liberales por las calles de Quito hasta el parque El Ejido donde finalmente los
incineraron.
Se considera que su legado más importante fue la defensa de los valores
democráticos, la unidad nacional, la integridad territorial del Ecuador, el laicismo, la
modernización de la sociedad ecuatoriana, la educación el sistemas de transporte y
comunicación.
La Escuela Superior Militar del Ejército ecuatoriano lleva su nombre, el buque
insignia de la Escuadra Naval, múltiples avenidas, instituciones educativas militares
(colegios, escuelas y academias), parques y plazas en todo el Ecuador. Alfaro es
considerado en la historia del Ecuador como uno de los caudillos más sobresalientes y
con mayor impacto en la vida del Ecuador.19/03/2015
7.
La revolucion
José Eloy recibió su instrucción primaria en su lugar natal y al concluir
esos estudios, se dedicó a ayudar a su padre en los negocios. Durante su
juventud se identificó con el liberalismo anticlerical, doctrina que se
conoció posteriormente como el liberalismo radical ecuatoriano. Al
enterarse el joven Eloy Alfaro de que Gabriel García Moreno había
pedido el protectorado a Francia, se unió a las filas liberales. A los 22
años de edad empuñó las armas contra García Moreno, pero tuvo que
salir del Ecuador porque la conspiración urdida por el general Tomás
Maldonado había sido sofocada. Corría 1864. Al año siguiente regresó
para combatir junto al general José María Urvina en Jambelí.
Derrotado y perseguido, Alfaro ancló en Panamá, departamento de
Colombia todavía, en donde con su trabajo se labró una fortuna y
contrajo matrimonio con Ana Paredes y Arosemena, panameña de 16
años de edad, a la que amó fielmente a lo largo de la vida, y con quien
tuvo nueve hijos. Sin la fortaleza de su esposa que sobrellevó con
entereza las separaciones y sobresaltos ocasionados por la interminable
lucha militar y política del esposo, Alfaro no habría podido sembrar lo
que sembró. En Panamá conoció a Juan Montalvo, a quien protegió y
financió la edición de algunos de los inmortales ensayos. Muerto García
Moreno en 1875, Alfaro regresó a Ecuador, luchó por la abolición de la
octava carta política conocida como "Carta Negra" y por la convocatoria
de una Convención.
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9. Se unió a Veintemilla y se distinguió en Galte, la batalla que consolidó
la jefatura suprema de ese general. Pronto se decepcionó de él, volvió
a Panamá y retornó a Guayaquil en abril de 1878 para combatirlo. En
noviembre de ese año fue apresado y cargado de grillos hasta marzo
de 1879. Gracias a la valiente defensa de Montalvo fue puesto en
libertad y expulsado a Panamá. Como su fortuna material había
venido a menos, pues con ella financiaba su activismo libertario y
porque Panamá había entrado en crisis económica, Alfaro cayó en la
pobreza. Trabajó como periodista, pero volvió a la carga en 1882 al
proclamarse Veintemilla nuevamente dictador. Cuando Alfaro contó a
su madre que se aproximaba la guerra civil, recibió de ella esta
bendición: 'Bien está. Vaya usted a cumplir sus deberes con la patria'.
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10.
Primer Gobierno: Desde el 5 de junio de 1895 al 31 de
agosto de 1901
Alfaro ejerció la jefatura suprema hasta el 17 de enero de 1897. En este año y medio, la
revolución cabalgó sobre un potro de tormentos nacidos del espíritu conciliador y de la
prudencia reformista de Alfaro, de las exigencias de cambios drásticos pedidos por la
impaciencia de los radicales, de la subversión de los conservadores, de la violencia del clero y
de la represión y ambiciones de los propios alfaristas.
La primera medida fue exonerar a los indios del pago de la contribución territorial y del trabajo
subsidiario, y gobernar con todos los sectores del liberalismo. La segunda, aplacar a la Iglesia:
escribió al papa León XIII para presentarse y le pidió que canonizara a la quiteña Mariana de
Jesús Paredes y Flores. El Papa le contestó con paternal bondad, pero la Iglesia local no estaba
dispuesta a la paz. "Rechace el Señor a los espíritus infernales (del liberalismo)", arengaba el
huido obispo de Manabí, que dirigió una invasión desde Colombia, mientras el desterrado
obispo de Loja lo hacía desde el Perú. Los conservadores se sublevaban en el norte, en el centro
y en el sur de la Sierra. Los predicadores incitaban a la guerra santa. Hubo abusos y desmanes:
el coronel Manuel Antonio Franco, el hombre duro de Alfaro, expulsó a los capuchinos de
Ibarra. Las tropas liberales asaltaron el Palacio Arzobispal de Quito, quemaron la biblioteca y el
archivo, injuriaron al arzobispo González y Calisto, paladín de la cruzada antiliberal, e hicieron
la parodia de fusilarlo si no gritaba "!Viva Alfaro!".19/03/2015
11. El arzobispo respondió dulcemente que "¡Viva hasta que muera!". Se
persiguió a los hermanos de la Salle, a los padres salesianos y redentoristas y
se apresó a algunos sacerdotes y religiosos, sobre todo, a los dominicos. Y
expulsó de la misión del Napo a los jesuitas, "destruyendo con un sólo
mandato sacrificios, beneficio y costos sostenidos durante muchas décadas,
interrumpiendo así... la defensa del territorio oriental", como señala el
historiador Luis Robalino Dávila. El coronel Antonio Vega Muñoz al mando
de fuerzas conservadoras tomó Cuenca el 5 de julio. Cuenca estaba sicológica
y militarmente preparada para resistir. Por las noches, indios, sirvientes,
patrones y sacerdotes salían en procesión de antorchas cantando la letanía:
"Del indio Alfaro, líbranos, Señor". El propio Alfáro tuvo que tomar la ciudad
al mando de un poderoso ejército. La campaña duró dos meses. Se peleó calle
por calle y casa por casa. Cuenca se defendió hasta con agua y aceite
hirviendo. El 23 de agosto, la ciudad se rindió. Hubo 1.250 muertos.
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