Eloy Alfaro fue un líder liberal ecuatoriano que sirvió como Presidente del Ecuador en dos períodos entre 1897-1901 y 1906-1911. Luchó contra el conservadurismo católico por casi 30 años y promovió la separación entre la iglesia y el estado. Alfaro defendió valores democráticos como la unidad nacional, la educación pública y el laicismo. Sin embargo, fue linchado por una turba en 1912 luego de ser encarcelado por el gobierno conservador.
3. José Eloy Alfaro Delgado (Montecristi, Ecuador,
25 de junio de 1842 - Quito, Ecuador, 28 de enero
de 1912) fue Presidente de la República del
Ecuador en dos ocasiones en períodos que
comprenden entre 1897 a 1901 y 1906 a 1911,
general de División del Ejército del Ecuador
desde 1895 y líder de la revolución liberal
ecuatoriana (1895 - 1924). Por su rol central en
las batallas de la revolución y por haber
combatido al conservadorismo por casi 30 años,
es conocido como el Viejo Luchador.
4. Alfaro inició su lucha contra los conservadores
católicos desde los años 60 del siglo XIX, la
fuerzas revolucionarias lo nombraron Jefe Supremo
de las provincias de Manabí y Esmeraldas, durante
su rebelión en febrero de 1883, rebelión que
terminó el 11 de octubre del mismo año cuando
fue organizado un gobierno provisional que
restauró el conservadurismo en el poder.
5. El 5 de junio de 1895, el pueblo de Guayaquil se
pronuncia en contra del presidente interino Vicente
Lucio Salazar y lo nombra Jefe Supremo, por lo
que Eloy Alfaro vuelve al país desde el destierro en
Panamá y se da inicio a la Revolución liberal y a
una corta guerra civil con la que conquista el poder.
6. El 17 de enero de 1897 es nombrado Presidente
Constitucional hasta el 1 de septiembre de 1901, con lo cual
entre sus principales logros estuvo la separación entre iglesia
y Estado. Después de su primer gobierno, apoyó a su
sucesor, Leónidas Plaza Gutiérrez, pero poco tiempo
después surgieron diferencias entre ambos. Se opuso contra
el gobierno de Lizardo García el 1 de enero de 1906 y a
pocos días, el 17 de enero, se proclama Jefe Supremo y
gobernó hasta el 12 de agosto de 1911. En el segundo
período de gobierno de Alfaro se realizaron varios cambios,
entre los cuales consta la legalización del divorcio, la
construcción de numerosas escuelas públicas, se instauró la
libertad de expresión, se instituyó el laicismo, el derecho a la
educación gratuita, así como el matrimonio civil. Sin
embargo, se considera como el mayor logro de este período
el haber finalizado la construcción del Ferrocarril Transandino
que unió las ciudades de Guayaquil y Quito. Esto ayudó a la
creación de la empresa ferrocarrilera dirigida por el
empresario quiteño Marco Antonio Benavides; que se
convirtió, años después, en la mano derecha de Eloy Alfaro.
7. Después del cese de sus funciones, durante el gobierno
de Emilio Estrada Carmona, Alfaro cuestionó
severamente la administración del Presidente y pronto
los coidearios de Alfaro, empezaron a organizar una
serie de sublevaciones militares. Alfaro fue desterrado a
Panamá durante el gobierno interino de Carlos Freile
Zaldumbide. El 4 de enero de 1912 volvió al país y
pronto se propuso dialogar con el Gobierno, sin
embargo, el general Leónidas Plaza lo encarceló. El 28
de enero de 1912, un tumulto de personas en Quito
ingresaron a la cárcel donde estaban detenidos Alfaro,
sus familiares, y amigos, y después de un linchamiento,
arrastraron los cuerpos de los líderes liberales por las
calles de Quito hasta el parque El Ejido donde
finalmente los incineraron.
8. Se considera que su legado más importante fue la
defensa de los valores democráticos, la unidad
nacional, la integridad territorial del Ecuador, el
laicismo, la modernización de la sociedad
ecuatoriana, la educación el sistemas de transporte
y comunicación.
9. La Escuela Superior Militar del Ejército ecuatoriano
lleva su nombre, el buque insignia de la Escuadra
Naval, múltiples avenidas, instituciones educativas
militares (colegios, escuelas y academias), parques
y plazas en todo el Ecuador. Alfaro es considerado
en la historia del Ecuador como uno de los
caudillos más sobresalientes y con mayor impacto
en la vida del Ecuador.
11. José Eloy recibió su instrucción primaria en su lugar natal y al
concluir esos estudios, se dedicó a ayudar a su padre en los
negocios. Durante su juventud se identificó con el liberalismo
anticlerical, doctrina que se conoció posteriormente como el
liberalismo radical ecuatoriano. Al enterarse el joven Eloy Alfaro de
que Gabriel García Moreno había pedido el protectorado a Francia,
se unió a las filas liberales. A los 22 años de edad empuñó las armas
contra García Moreno, pero tuvo que salir del Ecuador porque la
conspiración urdida por el general Tomás Maldonado había sido
sofocada. Corría 1864. Al año siguiente regresó para combatir junto
al general José María Urvina en Jambelí.
Derrotado y perseguido, Alfaro ancló en Panamá, departamento de
Colombia todavía, en donde con su trabajo se labró una fortuna y
contrajo matrimonio con Ana Paredes y Arosemena, panameña de 16
años de edad, a la que amó fielmente a lo largo de la vida, y con
quien tuvo nueve hijos. Sin la fortaleza de su esposa que sobrellevó
con entereza las separaciones y sobresaltos ocasionados por la
interminable lucha militar y política del esposo, Alfaro no habría
podido sembrar lo que sembró. En Panamá conoció a Juan
Montalvo, a quien protegió y financió la edición de algunos de los
inmortales ensayos. Muerto García Moreno en 1875, Alfaro regresó a
Ecuador, luchó por la abolición de la octava carta política conocida
como "Carta Negra" y por la convocatoria de una Convención.
12. Se unió a Veintemilla y se distinguió en Galte, la batalla que
consolidó la jefatura suprema de ese general. Pronto se
decepcionó de él, volvió a Panamá y retornó a Guayaquil en abril
de 1878 para combatirlo. En noviembre de ese año fue apresado
y cargado de grillos hasta marzo de 1879. Gracias a la valiente
defensa de Montalvo fue puesto en libertad y expulsado a
Panamá. Como su fortuna material había venido a menos, pues
con ella financiaba su activismo libertario y porque Panamá había
entrado en crisis económica, Alfaro cayó en la pobreza. Trabajó
como periodista, pero volvió a la carga en 1882 al proclamarse
Veintemilla nuevamente dictador. Cuando Alfaro contó a su madre
que se aproximaba la guerra civil, recibió de ella esta bendición:
'Bien está. Vaya usted a cumplir sus deberes con la patria'.
Se embarcó para Esmeraldas y asumió la dirección del
movimiento armado, pero fue vencido y tras un escape prodigioso
y lleno de sufrimientos a través de los Andes y la selva llegó a
Panamá. Allí le nació una hija a la que puso el nombre de
Esmeralda. Y volvió otra vez a combatir en la campaña de la
Restauración, lo que le valió ser nombrado jefe supremo de
Manabí y Esmeraldas. Los opositores le echaron en cara el
decreto del 2 de julio de 1883, en el que ordenaba que los
"sindicados sean juzgados sumaria y verbalmente sin apelación"
y que "los bienes de todos estos criminales se les confisquen
mientras dure la guerra y para emplearlos en sostener la guerra".
13. Sus tropas fueron las primeras en cercar a Guayaquil. Combatió en la
batalla del 9 de julio de 1883 y entró triunfante en la ciudad amada.
Convocada la Convención de 1884, renunció a la jefatura suprema de
Manabí, recibió la confirmación de su grado de general y se desterró del
Ecuador. Poco después, volvió para combatir a Caamaño y liderar a los
montoneros. Su nombre se iba tornando legendario. Pero asimismo se le
acusó de haber hecho la guerra a Caamaño "apenas éste fue elegido y
sin el más leve pretexto para una sublevación". En diciembre de 1884
perdió el combate naval de Jaramijó en el vapor "Pichincha", antes
"Alajuela", contra la flotilla del presidente Caamaño, comandada por el
general Reinaldo Flores. Para no rendirse, encalló la nave y la incendió.
Escapó a Panamá atravesando Colombia en una odisea plagada de
dificultades de la que salió nimbado con la aureola de héroe mítico
siempre derrotado pero jamás definitivamente vencido. "General de las
Derrotas" lo llamaban entre despectivos y asombrados sus grandes
enemigos conservadores. Luchó contra los presidentes García Moreno,
Borrero, Veintemilla y Caamaño, por lo que la tradición lo conoce como el
"Viejo Luchador" o "el General de las Derrotas". Eloy Alfaro pasó por
muchas y serias dificultades en las diversas campañas que emprendió,
tendientes a combatir la tiranía, en estos combates gastó su fortuna
adquirida en Panamá con la ayuda de su esposa de esa nacionalidad
Ana Paredes Arosemena, de ese matrimonio nacieron nueve hijos:
Bolívar, Esmeraldas, Colombia, Colón, Bolívar (2), Ana María, América,
Olmedo y Colón Eloy; Rafael nació fuera del matrimonio.
15. Primer Gobierno: Desde el 5 de junio de 1895 al 31 de agosto de 1901
Alfaro ejerció la jefatura suprema hasta el 17 de enero de 1897. En este año y medio, la
revolución cabalgó sobre un potro de tormentos nacidos del espíritu conciliador y de la
prudencia reformista de Alfaro, de las exigencias de cambios drásticos pedidos por la
impaciencia de los radicales, de la subversión de los conservadores, de la violencia del
clero y de la represión y ambiciones de los propios alfaristas.
La primera medida fue exonerar a los indios del pago de la contribución territorial y del
trabajo subsidiario, y gobernar con todos los sectores del liberalismo. La segunda,
aplacar a la Iglesia: escribió al papa León XIII para presentarse y le pidió que canonizara
a la quiteña Mariana de Jesús Paredes y Flores. El Papa le contestó con paternal
bondad, pero la Iglesia local no estaba dispuesta a la paz. "Rechace el Señor a los
espíritus infernales (del liberalismo)", arengaba el huido obispo de Manabí, que dirigió
una invasión desde Colombia, mientras el desterrado obispo de Loja lo hacía desde el
Perú. Los conservadores se sublevaban en el norte, en el centro y en el sur de la Sierra.
Los predicadores incitaban a la guerra santa. Hubo abusos y desmanes: el coronel
Manuel Antonio Franco, el hombre duro de Alfaro, expulsó a los capuchinos de Ibarra.
Las tropas liberales asaltaron el Palacio Arzobispal de Quito, quemaron la biblioteca y el
archivo, injuriaron al arzobispo González y Calisto, paladín de la cruzada antiliberal, e
hicieron la parodia de fusilarlo si no gritaba "!Viva Alfaro!".
El arzobispo respondió dulcemente que "¡Viva hasta que muera!". Se persiguió a los
hermanos de la Salle, a los padres salesianos y redentoristas y se apresó a algunos
sacerdotes y religiosos, sobre todo, a los dominicos. Y expulsó de la misión del Napo a
los jesuitas, "destruyendo con un sólo mandato sacrificios, beneficio y costos sostenidos
durante muchas décadas, interrumpiendo así... la defensa del territorio oriental", como
señala el historiador Luis Robalino Dávila. El coronel Antonio Vega Muñoz al mando de
fuerzas conservadoras tomó Cuenca el 5 de julio. Cuenca estaba sicológica y
militarmente preparada para resistir. Por las noches, indios, sirvientes, patrones y
sacerdotes salían en procesión de antorchas cantando la letanía: "Del indio Alfaro,
líbranos, Señor". El propio Alfáro tuvo que tomar la ciudad al mando de un poderoso
ejército. La campaña duró dos meses. Se peleó calle por calle y casa por casa. Cuenca
se defendió hasta con agua y aceite hirviendo. El 23 de agosto, la ciudad se rindió. Hubo
1.250 muertos.
16. Segunda Administración:16 de enero de 1906 a 11 de
agosto de 1911
El golpe militar de Eloy Alfaro contra el presidente Lizardo
García influyó para que los dos primeros años de la
segunda presidencia del Viejo Luchador fueran
perturbados por la oposición de los liberales placistas y
de los conservadores. Lo más notable de este segundo
período fue la consolidación del laicismo, la llegada del
ferrocarril a Quito y la unión nacional en torno al conflicto
bélico con el Perú. El 9 de diciembre de 1906, el general
conservador Antonio Vega Muñoz levantó a Cuenca
contra Alfaro. Vega esperaba refuerzos conservadores de
otras provincias de la Sierra. Fue derrotado por el general
liberal Ulpiano Páez en Ayancay, entre Azuay y Cañar.
Vega murió de un balazo cuando entraba a pie en
Cuenca como prisionero de las tropas alfaristas. Los
gobiernistas dieron la versión de que Vega se había
suicidado; pero lo más probable es que fue asesinado.
18. Uno de los principales aportes de Eloy Alfaro fue la creación de
colegios públicos laicos, eliminado el monopolio de a la Iglesia
Católica en la educación. Estas medidas fueron inspiradas por
librepensadores como Juan Montalvo y José Peralta, quienes
impulsaron la secularización de la sociedad ecuatoriana. La
creación de colegios públicos y de colegios privados para la
formación de profesores laicos, fue una de las principales tareas
de Eloy Alfaro. Una de las medidas de la Revolución liberal que
se mantuvo durante décadas fue la obligación de los estudiantes
de los colegios católicos de rendir sus exámenes y validar sus
conocimientos ante los maestros laicos del Estado. El primer
colegio laico del país que fue fundado en 1896 por Eloy Alfaro fue
el colegio Bolívar de la ciudad de Tulcán, siguiéndole colegios
como Juan Montalvo, Mejía y Manuela Cañizares de Quito. El
general fue miembro de las logias masónicas, al igual que los
próceres de la Independencia, y sus esfuerzos para separar la
Iglesia del Estado fueron consagrados en aspectos como la
creación del Registro Civil. Esta medida permitió que las
personas tuvieran derecho a la identidad sin necesidad de
constar en los registros de bautismo de la Iglesia Católica. Alfaro
promovió la libertad de cultos, permitiendo el ingreso al país de
misiones protestantes, en especial, de Estados Unidos. De esta
forma, Alfaro puso las bases de la secularización de la sociedad y
su apertura al mundo, que se desarrollaría ampliamente a lo largo
del siglo XX.
20. Desde mediados de 1911, en Quito y en todo el país, se fue afianzando y
extendiendo, un clima anti-alfarista que culminó el 11 de agosto con un
golpe de estado militar, que obligó a Eloy Alfaro a dimitir de la
presidencia, a refugiarse en la Legación de Chile y posteriormente
exiliarse a Panamá. Según estima Cristóbal Gangotena, un testigo
presencial de los hechos que dejó una crónica, la vida de Alfaro ya corrió
peligro durante su derrocamiento, siendo salvado por los cónsules de
Brasil y Chile. Este último, de apellido Eastman, fue el responsable de un
acuerdo que permitió que Alfaro salga ileso, pero comprometiéndose a
salir del país por lo menos un año. Desde entonces, el Viejo luchador,
perdería todo el apoyo en el Congreso, en donde la "mayoría
constitucionalista" lanzaba furibundos ataque contra él, llegándose a
plantear incluso la colocación de una placa difamatoria contra el Alfarismo
en el Palacio de Carondelet y a pedir su extradición, para juzgarlo,
mientras los hombres del antiguo régimen eran apresados y sufrían las
consecuencias de la ira de un populacho que enfurecido linchó al Coronel
Quiroga. En este clima, Víctor Emilio Estrada, asumió el poder, pero sus
problemas del corazón lo llevaron a la tumba después de tres meses. El
Congreso en donde los placistas y conservadores dominaban, eligieron al
presidente del Congreso Carlos Freile Zaldumbide para que se encarge
del Gobierno, lo que fue rechazado por los alfaristas de Esmeraldas que
eligieron a Flavio Alfaro como Jefe Supremo, a la vez que el general
Pedro J. Montero, fiel seguidor de Alfaro y Jefe Militar de Guayaquil, se
proclamó por su parte, como Jefe Supremo del Guayas. El general
Leonidas Plaza Gutiérrez en nombre del Gobierno, como jefe del Ejército,
se dirigió a Guayaquil, para combatir el levantamiento de Montero, que
había recibido el apoyo de Flavio Alfaro y del propio Eloy Alfaro, quien
regresó de Panamá, ante el pedido de Montero para actuar como
mediador y pacificador. Alfaro regresó, para servir de mediador entre los
suyos y el Gobierno y evitar mayores problemas para el radicalismo y aún
la mismísima desaparición del partido.
21. Las fuerzas liberales fueron derrotadas en sucesivas batallas en Huigra,
Naranjito y Yaguachi, donde mueren cerca de 1.000 hombres, en una corta
guerra civil. Montero se vio obligado a llegar a un acuerdo de capitulación
en el que se pedían garantías para Alfaro y sus compañeros. Ante la
eminente derrota del liberalismo, el Viejo luchador firma la rendición, que
fue mediada por los cónsules de Estados Unidos y Gran Bretaña en
Guayaquil. Contemplaba la rendición de las fuerzas liberales, amnistía a
Montero y los partícipes del 28 de diciembre, y el exilio voluntario de don
Eloy, en un vapor asignado por el Gobierno. No habría represalias.
Pero la Capitulación no fue respetada, se argumentó que Alfaro tampoco
había respetado su compromiso anterior de 1911, y el General Leonidas
Plaza, Jefe de las fuerzas gobiernistas, ordena la detención de Eloy y Flavio
Alfaro, Pedro J. Montero y Ulpiano Páez; además, se aprehendió a
personas que nada tuviero que ver con los hechos anteriores, sino por el
simple hecho de ser liberales, como Medardo Alfaro, el periodista Luciano
Coral,director del periódico liberal El Tiempo y Manuel Serrano Renda.
El General Montero fue juzgado por traición en Guayaquil, bajo el pretexto
de estar sujeto a la jurisdicción militar, en donde al final de la sentencia que
lo condena a 16 años de prisión, un soldado le disparó en la frente y lo
arrojó a la calle desde una ventana. Como en un anticipo macabro de lo
que vendrá, el pueblo arrastró el cadáver por las calles de Guayaquil y lo
quemó en forma bestial en una plaza.
22. "El cadáver, entonces, fue
abandonado en las calles,
descuartizado y por fin
quemado en una plaza"