En un vagón de tren viajaban una mujer gorda, una rubia guapísima, un catalán y un madrileño. Cuando el tren entró en un túnel oscuro, se oyó un fuerte golpe. Cada pasajero pensó que el madrileño había intentado manosear a la rubia y que esta le había dado una bofetada, aunque no estaban seguros de lo que realmente había pasado.