1. El fraude como estilo de vida.
En tiempos atrás, el fraude, en general, ya se conocía, pero no había sido tan
despiadado como hasta la actualidad.
Aunque se considera un delito, el fraude, sigue y sigue aumentado en todas
partes del mundo y en todos los ámbitos, desde los financieros hasta caer en la
política.
Se dice que ah alcanzado ah ser el crimen más creativo en la historia.
En nuestros días hemos vivido muchos tipos de fraudes, en el que destaco
principalmente en la actualidad, el fraude electoral.
Prácticamente es un delito imposible de evitar, no solo por la gran cantidad de
personas que están detrás de toda esta fechoría, si no, que hasta los medios
de comunicación son cómplices y aliados de este crimen.
Ya hasta es normal que vivamos una situación de fraude en cualquier lugar, por
las tantas violaciones que se han cometido a consecuencia de este acto.
Hemos estado tan sorprendidos de la cobertura y extensión que ah alcanzado
el fraude en nuestro estilo de vida, como se menciono, hasta los medios de
comunicación participan a favor de él. Nos hemos dado cuenta nosotros
mismos de la intervención de los medios de comunicación en este delito.
No nos queremos imaginar que sucederá en las futuras generaciones. A este
paso, estaremos prácticamente en una esfera en el que abundara el engaño y
el fraude.
Es muy probable que esto suceda, ya que años atrás se ah analizado, hasta
nuestros días, el gran avance que ah tenido esta fechoría.
(Lopez, 2000, pág. 472)
Entre las maniobras más comunes que podemos destacar de este delito, son
los arreglos que se realizan en las elecciones por el medio informático, otra
maniobra que destaca en otro tipo de fraude es el convenio entre los
funcionarios que están a cargo de las compras y los proveedores que proveen
producto. Muchas veces este ultimo fraude se hace presente como una
‘’estafa’’ al cliente, quien prácticamente resulta ser la víctima en este proceso.
¿A quién no le ah tocado vivir una estafa en estos días? Me hago presente,
porque yo la eh vivido, en la compra de un producto, también la estafa se hace
presente en los ‘’premios’’ que ganamos, de nueva cuenta, los medios
comunicación participan en este fraude. Cuantas personas no han recibido una
llamada telefónica para reclamar un premio, cuantas no han visto un anuncio
en internet de ser ganadores de algún objeto, es triste saber, que vivimos en
mundo lleno de fraudes, engaños y estafas.
2. Probablemente ya estemos informados de estas gran estafas, que suceden a
diario en cualquier parte del mundo, pero aun así, por más informados que
estemos, hemos caído como víctimas del engaño.
Por más que nos esforcemos, en acabar este gran problema, es inútil, ya que
la mayoría de las veces, los culpables se dan a la fuga, otras veces hasta la
misma policía, está a favor de ellos, ya no es posible tener confianza con los
operativos, los casos que hemos vivido en la actualidad nos lo han demostrado
claramente.
Da una gran tristeza, saber que la corrupción haya llegado tan lejos, que
cuando empezó este delito, se pudo evitar, pero siguió creciendo, tanto que ya
es muy difícil detenerla y acabarla.
A pesar del gran avance que ah tenido el fraude, aun estamos a tiempo de
cambiar la historia, tenemos que formar nuevas generaciones con diferentes
mentalidades a las que actualmente se encuentran, tenemos que fomentar los
principios y valores, tenemos que erradicar este gran problema, si bien
nosotros hemos sido víctimas de estafas, engaños y fraudes, no permitamos
que esto mismo suceda con nuestros hijos, con nuestros nietos, tenemos que
levantar la frente y decir si se puede, que aunque el problema por mas grande
que sea, se podrá resolver, pero con esfuerzo y dedicación, se podrá lograr
acabarlo.
(Cano, 1999, pág. 296)
Tenemos que acabar este pésimo estilo de vida que tenemos nosotros como
personas, que cada día despertamos por ser un mejor país o conjunto de
personas, nosotros mismos tenemos que decir que todo es posible, no dejemos
caernos en tentaciones, porque, les aseguro, que no les gustara que el día de
mañana, ustedes sean víctimas de algún abuso como este.
Y por último, como se menciono antes, van naciendo las nuevas generaciones,
no permitamos que vivan al igual que nosotros el día de hoy, en una esfera
llena de falsedad, de corrupción, de fraudes electorales y empresariales, de
engaños y estafas, tenemos que fomentar nuestros principios como buenos
ciudadanos, una nueva mentalidad para nuestras nuevas generaciones,
tenemos que demostrarles el gran daño que hace el fraude en nuestro estilo de
vida.
Es inaceptable poder vivir con este pésimo estilo de vida, hay que cambiar el
sistema, o bien modificarlo, estar en un ambiente en el que resalte la
honestidad, la sinceridad, y el respeto a nosotros como individuos, y juntos,
hacer una nueva y mejor sociedad, llena de principios y valores que los rijan
para ser buenos ciudadanos el día de hoy y el de mañana.
(Haydon, 1997, pág. 226)