Planificacion Anual 4to Grado Educacion Primaria 2024 Ccesa007.pdf
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1. LA CORRUPCIÓN: UN MAL QUE NOS HUNDE COMO SOCIEDAD
La corrupción es parte de la política peruana y ha provocado realidades cíclicas,
hemos sido testigos de algunos intentos de consolidar la autoridad, la regulación de
derechos y oportunidades para todo peruano, sin embargo, el control de los poderes
políticos, la alianza de intereses individuales y la ausencia de un servicio público
profesional, han obstaculizado un desarrollo potencial en cada uno de los gobiernos desde
la independencia. Siendo la corrupción parte de la política peruana.
La corrupción es un problema social de alcance mundial que trae consigo
consecuencias fatales, como por ejemplo se encuentra la corrupción política, que indigna
a una población que desea el progreso de su país. Este problema social debilita los
sistemas políticos que deberían estar al servicio de todos los ciudadanos, además
disminuye la confianza de un pueblo en su ente máximo de representación que se supone
debería ser su voz y mano derecha en la búsqueda del bienestar común.
La política, el dinero y el poder siempre han estado inmiscuidos. Aún en los países
que parecen ser más democráticos y civilizados, los intereses privados de algunas
personas y corporaciones logran penetrar en las decisiones del gobierno. Es así que a
continuación se muestra una clasificación en cuanto a altos índices de transparencia y
corrupción política. Haciendo énfasis en el nivel de tolerancia que expresa el ciudadano
frente a la corrupción política y su percepción ante tal fenómeno.
La lucha contra la corrupción no es un problema a corto plazo. Para triunfar se
requiere un cambio de mentalidad y de cultura que solo puede ser promovido por el
Estado y por la sociedad comprometida con el cambio, enfocándose en la educación del
“nuevo peruano”. Todo esto requiere esfuerzos muy grandes y compromisos de corto,
mediano y largo plazo. No basta con paliativos o con “medidas contra la corrupción”. Se
necesitan políticas profundas y duraderas de restablecimiento de los valores y de
mejoramiento de la administración pública.
Detrás de cada decisión, de cada pequeña elección diaria, hay una persona. Por eso,
son ellas las que eligen actuar de manera ética o no, sepamos que cuando se trabaja en los
comportamientos de una organización se está manejando el reconocimiento, la
visibilidad, la vulnerabilidad, o el miedo. Y que éstos son tan poderosos a la hora de
mover a las personas, que son capaces de vencer a los principios y valores de cada cual.
Concluimos con una de las frases célebres de Napoleón III: “En política hay que sanar
los males, jamás vengarlos”. En este entender todo aquel individuo que haga política,
debería de preocuparse por resolver los problemas que aquejan a nuestra sociedad sin
necesidad de buscar un interés de por medio, y realizar actos bondadosos del amor por su
prójimo, por su compatriota.