2. Resumen grupal de la entrevista a
Castell Manuel publicada en Muy interesante digital
En la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información (Diciembre de 2003 en
Ginebra) bajo el auspicio de la ONU, se esperaban medidas para asegurar que la
mitad de la población mundial estuviera conectada a internet antes del año 2015. Los
principales temas han quedado pospuestos y da la impresión de que la cumbre no ha
funcionado y la culpa no es de Kofi Annan (secretario general de la ONU) ni de las
Naciones Unidas, sino de los gobiernos que abordaron esa reunión con un objetivo
principal: cómo controlar internet. Ese era el propósito, aunque se hablase de
solidaridad mundial.
Kofi Annan dijo que en la red actual sobran contenidos lúdicos dirigidos a los usuarios
de los países ricos y faltan contenidos sociales que podrían cambiar la vida de
millones de personas que viven en zonas pobres. Mucha de la información básica
sobre educación, salud, agricultura y otros temas que necesita la gente de zonas poco
desarrolladas y que podría llegar a cambiar su nivel y sus expectativas de vida podría
divulgarse fácilmente a través de internet. En muchos países las telecomunicaciones
son sólo un sector especulativo, así mismo hay estados, que están haciendo cosas en
este sentido, como Sudáfrica o Chile,pero la mayoría hace muy poco o nada.
Donde la sociedad civil y el mercado no llegan, es donde deben actuar los gobiernos y
las instituciones públicas, incluida la ONU, poniendo en la red los contenidos sociales
que faltan.
Castells propuso hace tiempo la creación de un fondo común para el desarrollo global
de la sociedad de la información, al igual que varias naciones africanas, viendo a este
fondo como un sistema viable y útily los países ricos han dicho que tienen que estudiar
el tema. Sostiene que falta un nuevo Plan Marshall (plan con el que EEUU ayudó a
Europa tras la 2° Guerra Mundial, en una operación que fue beneficiosa para ambas
partes),se trata de que el Norte ayude al Sur a entrar en la sociedad de la información.
Los fondos necesarios deberían ser aportados por los gobiernos y por las
multinacionales del sector, cuidando que las partidas se asignasen a proyectos
concretos y vigilando su aplicación.
La tecnología es transversal, impregna todos los aspectos de la sociedad. Hay que
entender que internet es, en la sociedad de la información, el equivalente a la corriente
eléctrica en la época de la revolución industrial. Son la base del desarrollo del futuro y
en muchos casos la única manera de mejorar la economía, la salud o la enseñanza de
las zonas en desarrollo.
3. En la creación de la brecha digitalla edad y la educación se cruzan y complementan.
Hay un contraste brutal entre la población joven, que está participando en el cambio
tecnológico, y la población mayor, que está quedando al margen. Si observamos a las
generaciones jóvenes, hasta 30 años, vemos que tienen un nivel de estudios similar al
de otros países de nuestro entorno y que son usuarios habituales de la red. En
cambio, entre los mayores de 50 años, el nivel de estudios es mucho más bajo al igual
que el número de usuarios de la red.
Para que se interesen hay que ofrecerles cosas que sirvan ya que si no se crean usos
y contenidos que atraigan a la gente las campañas y cursillos de alfabetización digital
no sirven de nada. Se pueden hacer cosas tan sencillas y efectivas como que los
niños enseñen a sus abuelos a usar internet.
Internet implica una triple reforma: tecnológica, de organización y de la forma de
utilizar los recursos humanos. Muchas Administraciones públicas piensan que basta
con tener portal en internet, y colocan tablones de anuncios en la red, que son
aburridísimos y que no aprovechan los nuevos recursos tecnológicos para establecer
otro tipo de servicios, de organización y de relación con los usuarios.
Internet es un modelo tecnológico abierto, pero la informática comercial está dominada
por una empresa, esto afectanegativamente al desarrollo de la sociedad de la
información, vivimos bajo un imperialismo tecnológico que es nocivo por cultura y por
efectos económicos. Hay países en los que el coste de un sistema operativo equivale
al salario de meses de un trabajador. Los sistemas de código abierto, cuyo emblema
es Linux, se están aplicando ya para muchas cosas y en un plazo razonable de
tiempo dominarán el escenario. Elaborados por gente que quiere compartir el
conocimiento y permiten que cada uno haga libremente las adaptaciones locales y
puntuales que se necesiten, que por cierto son infinitas.
En la era de la información, hay elementos como los sistemas operativos que son la
base de la escritura, del trabajo y de cualquier actividad, y que no deberían ser
propiedad de nadie.
Yo creo que Microsoft asumirá este cambio,Bill Gates es un excelente comerciante y
ya ha dado algún paso en ese sentido, abriendo parte del código de Windows a
algunos clientes importantes. Estoy seguro de que reconvertirá su empresa y aceptará
la demanda social del código abierto. Otra cosa es que por sus intereses intente
alargar al máximo la transición.
La sociedad de la información está en marcha, pero con dudas sobre su futuro. Y para
impulsar su implantaciónlas acciones básicasson avanzar en los temas que han
quedado pendientes en Ginebra. La cuestión clave es si esto se considera una
prioridad política y encontrar los recursos financieros y humanos necesarios.