Erving Goffman analiza la interacción social como una representación dramática, donde las personas representan roles sociales como actores en un escenario. En este modelo, el estatus es el personaje que uno representa y el rol son las acciones asignadas. Las personas son conscientes de cómo los demás los ven y usan técnicas para controlar la impresión que causan, al igual que un actor controla la credibilidad de su personaje.