Este documento explora el fruto del espíritu de la "fe" o "fidelidad". Explica que la fe es creer en una realidad invisible, mientras que la fidelidad es demostrar la fe a través de acciones. Presenta varios ejemplos bíblicos de personas fieles como José, Daniel y Pablo. Concluye que los creyentes deben ser fieles a Dios y a los demás a pesar de la infidelidad en el mundo, y que Dios espera nuestra fidelidad constante hasta su segunda venida.