Este documento resume un decreto de 1911 que estableció escuelas rudimentarias en México con el objetivo de enseñar a individuos indígenas a hablar, leer y escribir en español, así como operaciones aritméticas básicas. Las escuelas rudimentarias serían gratuitas y abiertas a todos los analfabetos, sin distinción de edad o sexo. El decreto también autorizó escuelas rudimentarias privadas y estimuló la asistencia mediante la provisión de alimentos y ropa.