El esgrafiado es una técnica ornamental arquitectónica utilizada para decorar muros interiores y exteriores mediante el rascado de capas superpuestas de mortero de distintos colores. Se originó en la antigüedad y fue usada por civilizaciones como los romanos y mudéjares españoles, floreciendo en Italia durante el Renacimiento. En España, la técnica se desarrolló en Cataluña, Castilla y otras regiones, dejando numerosos ejemplos geométricos y figurativos influenciados
1. INSTITUTO TECNOLOGICO SUPERIOR CORDILLERA
Nombre: Joe Estévez
Curso: 2”B”
Esgrafiado
Esgrafiado es una técnica ornamental arquitectónica
utilizada para la decoración en el enlucido y
revestimiento de muros, tanto en el exterior como en
el interior de edificios. El término, de origen italiano
(sgraffiare), se aplica tanto a la acción artesana como
al producto resultante. En materia de albañilería,
puede considerarse como una variedad o tipo de
grabado realizado sobre una superficie estofada, a partir de dos capas o colores
superpuestos que permiten revelar formas o dibujos al retirar o rallar la capa exterior. En
los revestimientos de fachadas y decoración de algunos interiores suelen utilizarse
plantillas con motivos geométricos seriados. En la península ibérica, este oficio, de algún
modo heredero del arte decorativo parietal, tuvo su origen en el trabajo artesano de los
alarifes mudéjares, que dejaron diferentes ejemplos en Andalucía, Aragón, Castilla,
Cataluña, Levante y Portugal.
El esgrafiado, además de su aplicación arquitectónica, se ha documentado en restos
arqueológicos de distinta antigüedad en su aplicación sobre objetos de cerámica y, en la
Edad Media, sobre manuscritos en las ilustraciones en oro.
Origen y técnica
El término proviene del italiano sgraffiare, ‘hacer incisiones o rascar con una herramienta
especial llamada grafio’. El esgrafiado arquitectónico es una técnica muy antigua que
utilizaron ya las civilizaciones del IV milenio a.C. Los romanos usaron también esta
decoración con dibujos sencillos. Su difusión en Italia durante el Renacimiento quedó
reflejada en fachadas, bóvedas, muros interiores y otros espacios nobles de palacios,
iglesias y monasterios, y acuñando el término sgrafitto.
2. En España el oficio del artesano del esgrafiado está documentado desde la mitad del siglo
XVII en Cataluña, dentro de las cofradías que reunían a "esgrafiadores, estofadores y
doradores". En Castilla, estos maestros albañiles pertenecían al círculo de revocadores o
estucadores. En algunas provincias de la Meseta española como Segovia, Toledo o
Guadalajara han dejado abundantes ejemplos, algunos de ellos bien conservados o
restaurados.
Ejemplo del proceso técnico
La iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles de Vallanca, en la Comunidad Valenciana
(España) ofrece un ejemplo particular de esgrafiado con el siguiente proceso de
elaboración:
Se extendió un "rebozo" oscuro —negro— sobre la pared usando los mismos materiales
de la técnica del fresco, pero mezclando el pigmento con el mortero; una vez seco,
fratasado y áspero, para que agarrase el enyesado, se cubrió el primer "rebozado" con
otra capa fina del mismo color, y antes de que secase del todo, se extendió sobre la
segunda otro estrato de color más claro —esta vez blanco—, variando su grueso en
función del relieve deseado. Más tarde, con la obra bien seca, se procedió al estarcido,
estampando los dibujos sobre la superficie, mediante unas plantillas o calcos sobre las que
se pasó una brocha; como los dibujos se hallan perforados en la línea que los define, al
pasar el "cisquero o muñequilla" por la plantilla las formas o figuras quedan punteadas
sobre el muro. Con estas referencias se procedió al rascado o incisión, desprendiendo la
capa superior o "contra-trepa", quedando al descubierto las capas inferiores —trepa—
más oscuras.
3. Escuelas españolas
El modelo nazarí
Monumental esgrafiado de simetrías en el Patio de los Leones de la Alhambra de Granada
(España).
Una de las cumbres del uso de motivos geométricos seriados puede apreciarse en la
Alhambra de Granada, cuyos frisos o mosaicos periódicos crean un puente entre la
Arquitectura y las Matemáticas, y de modo más concreto con la simetría. Es interesante
apreciar que los conocidos diecisiete "grupos de simetría planeares" hayan sido
localizados en las series de arabescos de este conjunto palaciego, singular ejemplo de esa
reunión de ciencias y artesanías.
La escuela catalana
Simbiosis de esgrafiado y estucos vegetales en el detalle del edificio de la Casa Anguera,
en Reus.
En Cataluña el esgrafiado queda asociado el esplendor de la burguesía catalana, como un
recurso más para decorar y dignificar las viviendas así como "para hacer alarde del nivel
social de sus habitantes".
Barcelona
En la capital barcelonesa, donde el esgrafiado es un motivo de decoración arquitectónica
bastante desarrollado y con cierto carácter personal, la técnica se impuso a finales del
siglo XVIII, partiendo de su origen en las construcciones del barroco en la ciutat vella,
cuando la modernización de la ciudad abordó la rehabilitación de fachadas en el casco
histórico. Los ejemplos y modelos del esgrafiado barcelonés son tan numerosos como
variados. Dada su tardía implantación, y a pesar del precedente barroco se observan
tendencias decorativas, "fruto de la evolución propia de los estilos y las mezclas que hacen
de ellos los artistas locales. Los ejemplos más simples y habituales son decoraciones
geométricas, que mezclando cenefas horizontales y verticales decoran el conjunto de la
fachada. De modo progresivo esos espacios que quedan entre las aberturas se decoren
4. con plafones más recargados. Las cadenas geométricas de los ejemplos elementales
recurren a la iconografía francesa de los estilos Luis XIV, Luis XV y Luis XVI (cortinajes,
medallones, guirnaldas, etc.), enmarcadas en un fondo vegetal sencillo que en algunas
ocasiones se completan con la figura humana".
Diseños del noucentisme
Entre los más personales esgrafiados, muchos de ellos asociados ya al fenómeno del
modernismo catalán (y dentro del 'movimiento novecentista' general) y, en concreto, a
maestros como Jeroni Granell i Mundet o Josep Maria Jujol, pueden citarse los variados
motivos que adornan edificios como la casa Llopis Bofill, casa Gallissa, casa Magí Llobet
Sala, casa Sansalvador, casa Bruguera, la casa Amatller, el edificio del «carrer de la
Boqueria» números 30-32 o, en la vía Layetana, el edificio de 1763, sede del Gremio de
Tejedores de Vela y el Colegio del Arte Mayor de la Seda, en cuyos esgrafiados aparecen
atlantes, cariátides y a la patrona de los veleros.