La pelota de cricket mide 6 centímetros de diámetro y está compuesta por dos mitades de piel curtida cosidas juntas, lo que crea una "imperfección" llamada "seam". Tiene un núcleo de corcho cubierto por varias capas de cuerda, lo que la hace más dura que una pelota de tenis. Los lanzadores aprovechan la "seam" para lograr desviaciones en la trayectoria que confunden al bateador, y la pelota pierde velocidad a medida que se usa durante el partido.