El documento clasifica los estilos de afrontamiento ante los conflictos del niño en 4 categorías: 1) baja sensibilidad y escasa impulsividad, 2) elevada sensibilidad y elevada impulsividad con reactividad equilibrada, 3) elevada sensibilidad e intensa impulsividad con desequilibrio emocional y mayor riesgo de choques, y 4) elevada sensibilidad e intensa impulsividad con amplia reactividad autónoma y deficiencia adaptativa implicando grandes problemas de enfrentamiento.