3.
¿Entiendes todo lo que dice?
¿Puedes replantear el problema
propias palabras?
¿Distingues cuáles son los datos?
¿Sabes a qué quieres llegar?
con tus
¿Hay suficiente información?
¿Hay información extraña?
¿Es este problema similar a algún otro que
hayas resuelto antes?
Que datos
son estos?
4.
Ensayo y Error
Usar una variable.
Resolver un
problema similar.
Hacer una lista.
Hacer una figura.
Hacer un diagrama
Usar razonamiento
indirecto.
Usar razonamiento
directo.
Usar las propiedades
de los Números.
Buscar una fórmula.
Usar un modelo.
Trabajar hacia atrás.
Identificar sub-metas.
Resolver una ecuación.
5.
Crea una estrategia para solucionar
completamente el problema.
Tomate un tiempo razonable para
resolver el problema. Si no tienes éxito
pide ayuda.
No tengas miedo de volver a empezar.
Suele suceder que un comienzo o una
nueva estrategia te lleve al resultado.
6.
¿Es correcta la solución?
¿Mi respuesta satisface lo establecido en el problema?
¿Existe una solución más sencilla?
¿Puedes ver cómo extender tu solución a un caso
general?
7.
Acepta el reto de resolver el problema.
Reescribe el problema en tus propias palabras.
Tómate tiempo para explorar, reflexionar, pensar...
Si es apropiado, trata el problema con números simples.
Si te sientes frustrado, no dudes en tomarte un descanso.
Después inténtalo de nuevo.
Analiza el problema desde varios ángulos.
8.
Muchos problemas se pueden de resolver de distintas formas.
Si no estás progresando mucho, no lo pienses en volver al
principio y asegurarte de que realmente entendiste el problema.
Siempre mira hacia atrás: Trata de establecer con precisión cuál
fue el paso clave en tu solución.
Ten cuidado en dejar tu solución escrita con suficiente claridad de
tal modo puedas entenderla si la lees 10 años después.
Ayudar a que otros desarrollen habilidades en la solución de
problemas es una gran ayuda para uno mismo: No les des
soluciones; en su lugar provéelos con sugerencias significativas.
¡Disfrútalo! Resolver un problema es una experiencia significativa.