La estructura de Internet consiste en una gran variedad de redes interconectadas a través de las cuales los equipos se conectan de diversas formas, incluyendo Wi-fi, ADSL y redes telefónicas y domésticas. Para conectarse a Internet se necesita un proveedor de servicios, una red de área local, una línea telefónica, un módem y un router; y una red doméstica conecta equipos dentro del hogar a través de cables de red, USB o Wi-fi para acceder a Internet o comunicarse entre sí.