Los regalos desaparecieron del Polo Norte, amenazando la Navidad. Un valiente duende verde fue a rescatarlos al castillo de los malvados duendes negros, donde derrotó a un monstruo de nieve y transformó a los duendes malos en buenos usando su varita mágica. El duende envió los regalos de vuelta al Polo Norte, salvando la Navidad.