El evangelio narra cómo 10 hombres leprosos se acercaron a Jesús pidiendo compasión mientras viajaba entre Samaría y Galilea. Jesús les dijo que fueran a presentarse a los sacerdotes y en el camino quedaron limpios. Solo uno, un samaritano, regresó para dar gracias a Dios, lo que sorprendió a Jesús ya que los otros 9 judíos no lo hicieron.