Este poema de Pablo Neruda describe las formas en que una persona puede morir lentamente si no viaja, lee, escucha música o se permite ser feliz. Morir lentamente significa destruir el amor propio, evitar las pasiones y emociones, repetir los mismos hábitos diarios sin cambiar y no atreverse a seguir los sueños o ser infeliz con el trabajo o el amor. El poema insta al lector a vivir el presente, arriesgarse y perseguir la felicidad.