El documento describe cómo la explotación petrolera en el departamento de Casanare, Colombia ha estado acompañada de violencia, manipulación y violaciones a los derechos humanos. Empresas como BP, Ecopetrol y Ocensa operan en la región, mientras que el sindicato USO ha sido amenazado por paramilitares y militares para impedir su presencia. La explotación petrolera en Casanare cuestiona la presencia de empresas transnacionales y su trato a trabajadores y responsabilidad por daños ambientales y violaciones a derechos humanos.