El documento analiza las similitudes entre el lenguaje visual de la pintura al óleo y la publicidad, como el uso de gestos, poses y materiales para transmitir mensajes sobre lujo, sexualidad y estatus. También examina cómo la publicidad depende de conceptos del pasado y la mitología para crear fascinación y cómo promete transformaciones a través de la compra de productos, a pesar de que su verdadero objetivo es alimentar los sueños e ilusiones de las personas.