El documento presenta tres secciones que describen el plan de Dios, Cristo y el Espíritu Santo para establecer una comunidad espiritual. Dios quiere una familia espiritual donde seamos aceptados incondicionalmente. Cristo desea un cuerpo espiritual del que sea la cabeza y tengamos identidad e importancia. El Espíritu Santo anhela un templo espiritual donde plasme su semejanza y seamos capacitados para glorificarlo.