La civilización egipcia se desarrolló a lo largo de más de 3000 años gracias al río Nilo. La sociedad dependía de una élite que controlaba la política, economía y religión. La economía se basaba principalmente en la agricultura y el comercio, cultivando productos como el trigo y desarrollando una escritura jeroglífica, arquitectura monumental como las pirámides y templos, y una escultura caracterizada por ser frontal y simétrica.