El televisor funciona gracias al fenómeno de la fotoelectricidad que convierte la luz en corriente eléctrica, la cual se transmite por ondas de radiofrecuencia a las antenas de recepción y se reproduce en la pantalla. Un televisor típico contiene una pantalla, ya sea de tubo de rayos catódicos, LCD o DLP, controles para ajustar la resolución, nitidez y contraste de la imagen, y componentes electrónicos que reciben y procesan las señales de video.