El fascismo en Italia fue un régimen corporativo controlado por el gobierno y el partido Fascista, que buscaba organizar estrictamente a la población bajo disciplina rígida. En 1919, Benito Mussolini formó el Partido Fascista y atrajo a muchos desempleados y veteranos con la promesa de restaurar el poder e imperio de Italia. Para 1935, Mussolini se había convertido en dictador y lanzó un ataque no provocado contra Etiopia para expandir el control italiano.