El floorball tiene sus orígenes en la antigua Grecia, donde se jugaba un juego similar con palos y pelota. Se difundió por Europa y llegó a Estados Unidos en el siglo XIX. Actualmente se juega en una cancha rectangular de 35-45m de largo por 18-22m de ancho, con porterías de 160cm de ancho y 115cm de alto en cada extremo. Consiste en marcar goles con un stick sin levantarlo por encima de la rodilla, dividiéndose el partido en tres tiempos de 20 minutos cada uno.