El documento discute cómo la imaginación de Charles Darwin de niño eventualmente lo llevó a desarrollar su teoría de la evolución. Explica que su creatividad surgió de su curiosidad por la naturaleza, su gusto por la lectura, y su disposición a aprender de forma autónoma y establecer redes con otros científicos. También cita a Freud y Gardner sobre los orígenes de la creatividad y concluye que ser creativos es una cualidad humana importante siempre que se ordenen los pensamientos creativos.