La zona muerta en el Golfo de México abarca casi el 25% del Golfo y se extiende desde Tamaulipas hasta Florida, donde no hay oxígeno y no puede vivir la vida marina. Esta zona muerta es un desastre ambiental silencioso más grave que el derrame de petróleo reciente. Se ha formado a lo largo de décadas debido a que Estados Unidos arroja fertilizantes agrícolas y residuos industriales a los ríos que llegan al Golfo, alimentando un crecimiento excesivo de algas