La leyenda cuenta la historia de amor entre Gara, una hermosa muchacha de La Gomera, y Jonay, un joven de Tenerife. A pesar de enamorarse, sus familias se oponían a su relación. Gara y Jonay huyeron juntos a la montaña, pero fueron perseguidos. Preferieron morir abrazados clavando un palo afilado en sus pechos, antes que estar separados. La montaña pasó a llamarse Garajonay en su memoria, y hoy es el Parque Nacional de Garajonay.