Caalú es un grupo ecuatoriano formado por tres jóvenes músicos, Charly Sosa, Luigi Saltos y Luca Vega, que se conocieron en la secundaria y decidieron formar una banda. Siete años después han logrado convertirse en músicos profesionales, lanzando su primer álbum en 2009 y preparando el segundo para febrero de 2013. Su propuesta musical fusiona pop, baladas, ritmos latinos y rock, con letras que tratan temas sociales así como historias personales. Aunque compiten en un mercado difícil, se enfocan

1. saúl hernández
ZOOM
En busca
de los aplausos
La secundaria fue la meca de su afecto por el “ruido” musical. Allí se conocieron, se disgustaron y
concluyeron permanecer juntos por un sueño: convertirse en lo mejor del Ecuador rítmico. Hace siete
años para ellos tocar la batería, el bajo, el teclado y cantar era parte de alguna asignatura colegial. Desde
2009, el escenario, los medios, los aplausos y el reconocimiento de la gente le han dado a Caalú su tinte
profesional. El nombre es un tejido de grafías que representan a sus tres integrantes: Charly Sosa, Luigi
Saltos y Luca Vega, un grupo de adolescentes que están pendientes de conquistar el gusto nacional.
Su propuesta inédita apunta al pop fusionado con baladas, ritmos latinos y rock, que refresca el oído
del público: “Las letras son nuestra fortaleza. La gente se ha identificado mucho con los temas que
expresan las historias que nos suceden”. Ante la carta de presentación nada está dicho. Caalú empieza a
saborear la competencia del apretado mercado discográfico y no le teme porque para ellos se trata sólo de
convivir con sus congéneres: “El resto de artistas son nuestros compañeros y competimos —por decirlo
vagamente— con nosotros mismos. Queremos que Caalú sea nuestro mayor desafío”. Su repertorio va
más allá del amor, el corazón roto y las maripositas en el estómago: los problemas sociales son también
importantes para la banda que anhela “vender” un pop más humano. Y espera conseguirlo con el
lanzamiento de su segundo álbum que será presentado en febrero de 2013.
La aventura no los deja quietos ni un instante. Los compromete el sentido de la vida.“Firmaron”
un contrato con la promesa más utópica del espectáculo ecuatoriano: el éxito internacional.
— por josé maría canoro

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