Las características de la ética profesional en psicología incluyen el secreto profesional, no obtener beneficios sobre los sujetos a los que se presta servicios, y ayudar a los sujetos a descubrir sus propias voluntades y responsabilidades en lugar de imponer normas o eludir responsabilidades. El psicólogo también debe ser consciente de sus propios límites y estar comprometido con el aprendizaje continuo.