Este documento describe cómo las técnicas del cociente espectral y del cociente de Nakamura, aplicadas a la geología superficial de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), muestran la existencia de importantes efectos de sitio que amplifican los movimientos sísmicos. La microzonación sísmica preliminar de la ZMG indica que un sismo de magnitud 7.4 podría dañar seriamente entre 9 a 90 km2 de las aproximadamente 300 km2 de construcciones existentes, dependiendo de la subzona geológica.

1. Título: Geología superficial y su impacto en la vulnerabilidad sísmica de las
construcciones de la Zona Metropolitana de Guadalajara
Autor: Mario H. Chávez González
Fecha: 1 de septiembre de 1999
Especialidad Municipal y Urbanística
Palabras clave Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), cociente espectral, cociente de
Nakamura, geología superficial, vulnerabilidad sísmica, construcciones,
microzonación, ruido ambiental, microtemblores,riesgo sísmico
Las técnicas del cociente espectral y del cociente de Nakamura (también conocida como H/V)
aplicadas a la geología superficial de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), junto con las
Intensidades de Mercalli Modificada (IMM) observadas para sismos históricos y de los registros
sísmicos obtenidos en las estaciones de la Red Acelerográfica, muestran la existencia de importantes
efectos de sitio en la zona, cuando se amplifican los movimientos sísmicos en los suelos superficiales
con respecto a los registros en suelo firme o roca, lo que permite evaluar la vulnerabilidad sísmica de
las construcciones existentes de la ZMG. La técnica de microzonación sísmica preliminar aplicada a la
ZMG, indica que si el escenario sísmico de magnitud 7.4 ocurriera, de 9 a 90 km2 resultarían
seriamente dañados con respecto a los aproximadamente 300 km2 de construcciones existentes. La
distribución en planta de las construcciones dañadas dependerá de la subzona en que se localicen, es
decir, de la información sobre la geología superficial y de la estadística de construcciones existentes,
de la ZMG. La incorporación de esta microzonación sísmica preliminar, junto con los registros de ruido
ambiental (microtemblores) obtenidos en diversos puntos de la ZMG, permite determinar el riesgo
sísmico existente. La integración de esta información en el reglamento de construcciones de la ZMG,
así como la implantación de un programa para el reforzamiento de las construcciones existentes, que
así lo requieran, permitirá reducir la vulnerabilidad sísmica, antes de que ocurra un sismo como en el
escenario mencionado.