La globalización tiene un impacto en la identidad cultural y las formas de aprendizaje al facilitar el intercambio cultural a nivel mundial y requerir nuevas habilidades para participar en la economía globalizada. Esto incluye una pérdida de autonomía local y control estatal sobre la cultura, así como la necesidad de sistemas educativos que enseñen habilidades interactivas como "aprender a aprender" en lugar de la memorización.