El documento describe cómo el gobierno nazi de Hitler estableció un control total del estado alemán entre 1933 y 1939 a través de decretos que suspendieron las garantías constitucionales, la educación y organizaciones juveniles para adoctrinar a los jóvenes con valores nazis, y la censura y control de los medios de comunicación y la cultura. También controló a las iglesias, sindicatos, trabajadores y la economía alemana para lograr la autarquía y reducir el desempleo.