La pintura griega se conoce principalmente a través del arte romano, destacando maestros como Zuxis, Apeles y Eupompos. Se aplicaba principalmente a la cerámica y se caracterizaba por el uso de colores planos y la ausencia de perspectiva. Pasó por tres etapas: la geométrica, la arcaica con figuras negras/rojas, y la clásica donde se empezó a usar la perspectiva y transmitir sentimientos.