1. GRUPO ÉTNICO
Graciela Malgesini y Carlos Giménez, 2000.
1. ETNIA Y RAZA
Al tratar la etnicidad vimos cómo, hacia los años cincuenta, se había producido un giro
radical en el enfoque de qué son las identidades étnicas y cómo se configuran.
Aplicándolo ahora al grupo étnico, lo más resaltable es que la etnia ha ido pasando de
ser una categoría homóloga o confundida con otras como raza, pueblo, casta, nación y
tribu, a ser una categoría distintiva, si esto no evita ni mucho menos solapes y
ambigüedades.
1.1. LOS INTENTOS DE DIFERENCIACIÓN PROGRESIVA DE ETNIA
RESPECTO A RAZA Y OTRAS CATEGORÍAS
A fines del siglo XVIII, etnia y grupo étnico se empleaban como sinónimos de raza. Un
grupo étnico venía a ser la misma cosa que un pueblo, una tribu o una cultura (Zamora,
1988). Desde entonces se ha venido dando un proceso de diferenciación entre raza y
etnia, cuyos momentos principales podemos establecer siguiendo la elaboración de
Azcona (1988). En un principio dos términos principales empleados para definir la etnia
fueron los de cultura y raza que se utilizaron sin precisión alguna. Ello creó una
confusión que se vio agravada por la diversidad de tendencias y los fuertes
antagonismos ideológicos y metodológicos.
Los primeros en utilizar y fusionar ambos conceptos en el término "razas del pueblo"
fueron los hermanos Amadeo (1797-1873) y Agustín Thierry (1798-1856). Con ese
concepto trataron de fundamentar la existencia de colectividades diferenciadas. Unas
décadas más tarde, en las obras de Broca (1824-80) y de Quatrefages (1810-92), los
conceptos de raza y pueblo se hallan mezclados hasta el punto de hablar de "crania
étnica" y de equiparar la raza con el tipo. Aun para Tylor (1832-1917), uno de los
principales evolucionistas y uno de los padres fundadores de la antropología, raza,
pueblo, cultura y nación son términos y conceptos concurrentes e inextricablemente
unidos con el término y concepto de civilización (véase Cultura). Azcona señala cómo a
comienzos del siglo XX la equiparación entre raza y cultura se sostuvo en los textos de
los fundadores y seguidores de la escuela histórica de Viena. Los antropólogos de esta
tendencia, influenciados por el pensamiento romántico, otorgaron al binomio raza-
cultura una realidad cuasi metafísica. Desde su perspectiva, las particularidades de cada
pueblo constituyen la base y el derecho a formar colectividades diferentes y
diferenciadas. Habrá que esperar a la escuela difusionista alemana de Grabner y
Schmidt, para encontrar un concepto relativamente claro de etnia, pero no porque se le
distinga de raza sino mediante una sutil y complicada mezcla de los caracteres raciales
con las características culturales: en su concepción, etnia hacía referencia a un colectivo
de hombres que, por su origen racial y cultural comunes, forman un grupo autóctono y
perfectamente definido (Azcona, 1988). Aquellos antropólogos relacionaban la
conservación de la etnia con el aislamiento geográfico y social, pero a finales de los
sesenta se produjo un giro espectacular en la delimitación de los grupos étnicos.
2. Los sociólogos, con Weber a la cabeza, consideraban como grupos étnicos aquellos
grupos humanos que mantienen una creencia subjetiva en su descendencia común, ya
fuera debida a similitudes en el aspecto físico o en las costumbres o en ambos; o a causa
del mantenimiento de una memoria colectiva. Las características básicas de los grupos
étnicos así considerados eran la comunidad de lengua, religión y memoria política,
diferencias perceptibles de aspecto externo y conducta diaria con relación a otros grupos
humanos.
Hacia la década de los cincuenta se produce el abandono de la relación entre raza y
etnia, y la redefinición de este último concepto. Era necesario superar la idea de que las
unidades étnicas se encontraban perfectamente aisladas y con límites bien definidos. En
la nueva situación se empleaba el término grupo étnico para designar a una comunidad
que se auto-perpetúa biológicamente, comparte valores culturales fundamentales,
integra un campo de comunicación e interacción, y cuyos miembros se identifican entre
sí y son identificados por los demás, constituyendo de este modo una categoría
distinguible de otras del mismo orden (Barth, 1976, 11).
En esa nueva conceptualización y definición de etnia, la cuestión étnica comenzó a
abordarse desde una triple perspectiva: 1) en cuanto a qué categorías es posible
delimitar una unidad cultural: si a partir de categorías objetivas o la distribución de
rasgos o en cuanto a categorías subjetivas (la propia adscripción al grupo); 2) la multi-
etnicidad, no admitiendo las nuevas naciones, principalmente las africanas, ser
consideradas como "unidades tribale", sino como “unidades multiétnicas”; 3) propios y
extraños se hallan interesados en hacer desaparecer el término colonial tribu y aplicarles
el mismo que a las colectividades europeas (Cohen, 1978, 379-403).
A partir de entonces, los estudios antropológicos han sido hechos siguiendo la propuesta
de F. Barth para quien las categorías étnicas son “categorías de adscripción e
identificación de acuerdo con su identidad y más general supuestamente determinada
por su origen y formación” (1969, 15). Los análisis también tomaron como punto de
partida el conjunto de estrategias utilizadas para adquirir los medios de subsistencia, el
nivel deseado. El peso cae sobre la identidad individual, quedando reducida a una
"construcción cognitiva" categorial y a la conservación y desaparición de unos
"límites", según lo consideran o no pertinente los actores sociales.
La publicación en 1969 del libro de Barth, Los grupos étnicos y sus fronteras, “ha
servido como punto de partida para el análisis posterior y para el perfeccionamiento del
concepto". La aportación más importante de Barth conceptualización de los grupos
étnicos como unidades sociales cuyos miembros utilizaban cierto modo de
identificación subjetivo para su propia adscripción y para diferenciarse de los demás
(...) los elementos caracterizadores se definen en función de la autoadscripción que los
individuos hacen ellos mismos a un grupo y de la adscripción realizada por los demás;
una adscripción que no se lleva a cabo en función de una suma de diferencias objetivas,
sino de aquellas peculiaridades que los propios actores consideran significativas
(Azcona, 1988).
Más adelante el interés de los antropólogos por las sociedades multiétnicas en las que
las unidades culturales no coinciden con las fronteras políticas, sobre todo en contextos
urbanos industriales, ha llevado a la reconsideración de este concepto y a centrar más la
atención en el concepto de etnicidad, clave en la comprensión de las unidades étnicas y
de la relación entre ellos (Cohen, 1978; Esteva, 1984) .
3. 1.2. LA PERSISTENTE IMBRICACIÓN DE RAZA Y ETNIA
Como colofón de ese proceso de diferenciación, en la historia de las ideas e ideologías,
de la etnia respecto a la raza, pareciera que la distinción entre grupo racial y grupo
étnico es algo poco menos que evidente. El grupo racial vendría definido por aquellos
rasgos físicos, biológicos o fenotípicos, transmitidos genéticamente y compartidos por
una determinada población (o que le son atribuidos). En contraste, el grupo étnico se
definiría por unos rasgos culturales, esto es, transmitidos generacionalmente a través del
aprendizaje social y la socialización.
Sin embargo, esta contraposición entre raza y etnia a partir de la separación entre lo
biológico y lo cultural no está en absoluto clara ni en las cogniciones de las personas y
las ideologías de los grupos ni en las prácticas sociales, debido a los procesos de
construcción social de la raza y la etinicidad, en los cuales ambos tipos de rasgos se
superponen. N o es casual, por lo tanto, que los dos tipos de rasgos aparezcan en las
definiciones de etnicidad. Plog y Bates, por ejemplo, indican que etnicidad se refiere a
“categorías (sociales) basadas en diferencias de origen nacional, lenguaje, religión y/o
ciertas características físicas socialmente percibidas" (1980, 294).
En algunas concepciones pareciera que el grupo racial es un subcojunto del grupo
étnico. Así, para Kottak “cuando se asume que un grupo étnico tiene una base biológica,
se le llama raza” (1994, 64). Otros autores (Cashmore, Banton) correlacionan la
oposición raza/etnia con el grado o tipo de marginación. Cashmore indica que ocurre
con mucha frecuencia que el grupo identificado como raza es obligado a residir fuera de
las esferas de la sociedad y a soportar privaciones. Es esto mismo lo que provoca el
crecimiento de procesos de etnicidad. Banton ha descrito de la siguiente manera las
diferencias entre un grupo étnico y una raza: si el primero "refleja muy bien las
tendencias positivas de identificación y exclusión", la segunda "refleja tendencias
negativas de disociación y exclusión" (Cashmore, 1992, 98).
2. NATURALEZA DEL GRUPO ÉTNICO
La evolución conceptual que hemos resumido en el apartado anterior ha conducido a
una concepción actualmente predominante de etnia o grupo étnico, concepción que trata
de diferenciarse lo más posible de raza o grupo racial, y que sintetizamos por nuestra
parte de la forma siguiente. Los grupos étnicos son: 1) grupos sociales o comunidades
socioculturales; 2) configurados social e históricamente; 3) que forman parte de una
sociedad mayor en la que interactúan con otros grupos étnicos de los cuales se
diferencian; 4) cuyos miembros comparten, en forma dinámica y cambiante, ciertos
rasgos culturales, físicos, lingüísticos o religiosos, así como un determinado tipo de
organización; 5) pudiendo ser esos rasgos o características bien asumidos como tales o
bien adjudicados por otros; 6) estando conformados por la estructura de relaciones con
otros grupos; 7) y habiendo en todo caso conciencia de la pertenencia o adscripción al
grupo (identidad étnica) (Barth, 1976; Cohen 1984; Azcona, 1988, Kottak, 1994).
3. RASGOS DIACRÍTICOS Y MARCADORES ÉTNICOS
Consideremos ahora, con algo más de detenimiento, los rasgos diferenciadores y
constituyentes del grupo étnico. Poco a poco se han ido definiendo, como elementos
definidores de un determinado grupo étnico, los denominados rasgos diacríticos y
marcadores étnicos. Jary y Jary (1992) han explicado así los marcadores étnicos: "son
4. las maneras en que las barreras raciales entre grupos étnicos se mantienen. Pueden ser
físicas, lingüísticas o simbólicas. Los marcadores étnicos son fundamentales para
asegurar la continuidad de una identidad grupal separada, sobre todo en las sociedades
urbanas-industriales modernas".
3.1. SU VARIABILIDAD
En cada una de las innumerables definiciones de los grupos étnicos se resaltan tres o
cuatro rasgos caracterizadores que cada autor considera esenciales. Veamos cuáles son
los elementos claves para la pertenencia a un grupo étnico. Para Narrol (1964) compartir
unos mismos valores culturales y la conciencia de formar parte de un grupo de
distintividad cultural. Para Yinger (1976) la cultura común, el origen común y ciertas
actividades compartidas en tanto que tal grupo étnico. Para Seymour Smith (1992) es la
percepción, propia (autopercepción) o ajena, en cuanto a criterios distintivos que pueden
ser lingüísticos, raciales o culturales.
Tras la aportaciones de Barth, Cohen y otros y del enfoque circunstancialista, sabemos
que la mayor o menor relevancia que se le dé a uno u otro rasgo en cada momento
histórico depende del contexto sociopolítico de las relaciones interétnicas. Por ello,
puede ser útil que enumeremos simplemente cuáles son los rasgos diacríticos más
mencionados como constituyentes del grupo étnico. Estos son: 1) el origen y la
descendencia común; 2) la historia común y memoria colectiva (la reinvención de la
tradición que planteó Hobsbawn); 3) las similitudes en el aspecto físico, aspecto externo
o rasgos raciales; 4) las costumbres compartidas y formas de comportamiento; 5) el
lenguaje o dialecto común; 6) el folclor o aspectos encuadrados como folklore
"popular": dieta, vestido, música, tradición oral, etc.; 7) las prácticas y creencias
religiosas; 8) la conciencia política.
3.2. SU FUNCIÓN
Estos marcadores étnicos son signos diacríticos, tanto de pertenencia y adscripción
como de diferenciación. Tienen, por decirlo así, dos caras: una “interior” o hacia el
"nosotros", y otra "exterior" o hacia el "ellos". Sirven como indicadores compartidos de
separación entre nosotros y ellos y forman "series históricamente determinadas que
constituyen parte de la herencia y de la identidad de los individuos" (Zamora, 1988).
Cuáles de los enumerados (y otros no mencionados pero posibles) son “escogidos”,
resaltados, exacerbados, incluso reinventados, etc., en cada momento y situación está en
función de los procesos de autoadscripción y de adscripción externa que estén en juego,
procesos que a su vez vienen condicionados por el contexto y por el tipo de relaciones
de subordinación o cooperación establecidas. En palabras de Azcona (1988): "La forma
concreta de objetivarse la etnia se halla sujeta a condicionantes históricos, económicos y
sociales concretos y determinados".
La boda gitana, por ejemplo, con la comprobación pública de la virginidad de la novia,
puede ser o no un signo clave de autoidentificación o de definición para los no gitanos.
Algunos marcadores son de claro énfasis "externo", entrando en el campo del
estereotipo, del prejuicio o del estigma. Un ejemplo elocuente de cuanto decimos puede
ser la importancia dada, por algunos estudiosos y trabajadores sociales de la
inmigración en Europa occidental, a la existencia de la poligamia, bien en África negra,
bien entre los musulmanes.
5. 3.3. UNA TIPOLOGÍA ÚTIL
Riggs (1991) ha propuesto una clasificación de los grupos étnicos, a los cuales él
prefiere denominar "comunidades étnicas", en las siguientes categorías: "comunidades
etnoraciales" , “comunidades etnolingüísticas” y "comunidades etnorreligiosas". Como
puede verse, esta tipología parte de considerar la relevancia o influencia que lo racial, lo
lingüístico o lo religioso pueden tener en la configuración de los grupos.
4. LAS COMUNIDADES DE INMIGRANTES COMO GRUPOS ÉTNICOS
A la hora de analizar la diversidad étnica de un país, suele distinguirse las mayorías o
minorías nacionales, internas, autóctonas, de las comunidades de inmigrantes y
refugiados o, más en general, grupos étnicos de origen foráneo. Portadores de una
cultura distintiva, que aprovechan como "capital cultural" (Ballard) para su adaptación,
los inmigrantes van estableciendo paulatinamente complejas redes sociales.
La configuración de nuevos grupos étnicos a partir de la inmigración tiene mucho que
ver con los intentos de superar las adversidades del nuevo contexto. A este respecto, es
muy relevante la concepción de grupo étnico de Cashmore, quien lo define como, "no
sólo un agregado de personas o de un sector de la población, sino también como un
agregado de gente auto-consciente unido en relación estrecha por experiencias
compartidas. La más importante de estas experiencias es la privación". La emigración
puede conducir a sus protagonistas a la formación de una identidad étnica a partir de
situaciones de privación que se dan con este tipo de fenómenos. El reconocimiento de
una situación común de privación entre los emigrantes puede generar una respuesta
conducente a mejorar las condiciones de vida del grupo. Esta respuesta se traducirá en
costumbres, creencias e instituciones, en una palabra, en cultura propia. Concluye
Cashmore: "el grupo étnico es un fenómeno cultural, aunque esté basado originalmente
en una percepción común de experiencias comunes de condiciones de vida
desfavorables" (1992, 98).
Una vez que la conciencia de grupo étnico se ha creado, su bagaje cultural es
transmitido a las sucesivas generaciones por endoculturación. A veces se abandona,
como en el caso de las segundas generaciones de emigrantes, y a veces se refuerza para
servir a algún interés determinado, como en el caso del movimiento chicano liderado
por César Chávez, quien movilizó a los trabajadores del campo en un fuerte sindicato de
base étnica. “En este caso -nos dice Cashmore- la etnicidad ha sido usada abiertamente
como un medio para promover el sentimiento de “nosotros” y “ellos” (los propietarios
blancos que los explotan) en la consecución de objetivos a corto y largo plazo." Esta
misma apelación a la identidad étnica ha servido para romper las fronteras de la clase
social y lograr que trabajadores del campo chicanos fuera apoyada por chicanos de otras
posiciones sociales (véase el libro de Calvo Buezas, 1989, sobre la interrelación de raza,
etnia y clase en el movimiento chicano).
5. CONSULTAR TAMBIÉN
.Estereotipo.
.Etnicidad.
.Minoría étnica.
.Nación.
6. .Prejuicio.
.Raza.
6. BIBLIOGRAFÍA
AZCONA,J. (1988): "Etnia", en A. Aguirre (ed.), Diccionario temático de
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Fuente: “Grupo Étnico” en Guía de conceptos sobre migraciones, racismo e
interculturalidad, Gabriela Malgesini y Carlos Giménez, Catarata-Comunidad de
Madrid, 2000, págs. 213-220.